A veces utilizamos un pensamiento basado en imágenes, la mayor parte del tiempo usamos el lenguaje para pensar. Es decir, hablamos con nosotros mismos y, para hacerlo, elegimos palabras determinadas y no otras, nos decimos palabras concretas.
Lo que no siempre tenemos en cuenta es la importancia de elegir palabras determinadas y el efecto que su uso puede tener en nosotros. Las palabras que se utilizan al pensar pueden tener un efecto poderoso en las emociones, en el estado de ánimo, de modo que es importante elegirlas con cuidado.
A continuación alguna de las sustituciones de palabras o frases, de manera que se pueda cambiar unas palabras o frases por otras. Si se ponen en práctica, ayudan a sentirse mejor, y poder comprobar el poder que tiene el pensamiento y la importancia de usar un modo de pensar constructivo y realista.
Sustituir todas las palabras absolutistas, como siempre, nunca, jamás, por palabras que sean más flexibles, como a veces, a menudo, de vez en cuando, con frecuencia, casi siempre. Decir, por ejemplo, nunca, es un pensamiento extremista y la mayoría de las veces no es realista. Un ejemplo; “nunca me mira cuando me habla”, seguramente no es cierto, y es más acertado decir “me mira muy poco cuando me habla”. Aplicar la palabra "nunca" o "siempre" a sucesos que realmente ocurran siempre (o nunca), como "el sol nunca sale de noche". Para el resto, esta prohibido usar esas palabras.
Cambiar los debo por deseo, los tengo que por me gustaría o quiero. Por ejemplo, en vez de decir, tengo que ir a trabajar, quiero ir a trabajar. De este modo, en vez de ser una obligación, es algo que haces voluntariamente. Incluso las cosas desagradables que se hacen por obligación, como ir a pagar los impuestos son desagradables, las filas el calor, es un compromiso que trae sus beneficios y que lo realizamos por conveniencia.
Suplantar los debería o tendría que por me gustaría. Por ejemplo, en vez de decir, deberían subirme el sueldo, por me gustaría me que subieran el sueldo. De este modo, no se transforma deseos en exigencias y se acepta la realidad tal como es.
Sacar las palabras extremistas y exageradas por palabras más moderadas, como es terrible por es malo, es una catástrofe por es desagradable. De este modo no se exagera la magnitud de los acontecimientos. Si considera que algo es terrible, pensar que no se puede soportar y se tendera a huir de la situación y no afrontarla, si se piensa que es malo pero no terrible y que, por tanto, se puede soportar, se es capaz de afrontar la situación y buscar la solución.
Cambiar el todo o nada por un continuo. Es decir, en vez de pensar que solo puede ser 1 ó 10, pensar que puede ser 1, 2, 3, 4, etc. Por ejemplo, en vez de decir, el trabajo que he hecho es un desastre, decir hice un trabajo para un 4. En vez de pensar, como no he triunfado, he fracasado por completo, pensar no he triunfado, pero tampoco ha sido un fracaso total. Es recurrente este pensamiento entre los alumnos cuando se sale mal en un parcial, no es ni éxito ni fracaso, sino que merece un 5 o un 4, un 6, etc.
En vez de decir soy un fracaso, decir he fracasado en esto, decir: soy una persona tímida a decir en situaciones, aunque no en todas, me comporto con timidez. De este modo, se estaría siendo más realista. De hecho, cuanto menos se use la palabra soy, mejor.
Resumiendo, sustituir aquello que sea extremista, absolutista, de todo o nada o exagerado. El objetivo es usar un pensamiento flexible, sin rigidez, que no se vaya a un extremo. Al cambiar de este modo la forma de pensar de hablar con vos mismo cambiara también el modo de sentir.
Lo que no siempre tenemos en cuenta es la importancia de elegir palabras determinadas y el efecto que su uso puede tener en nosotros. Las palabras que se utilizan al pensar pueden tener un efecto poderoso en las emociones, en el estado de ánimo, de modo que es importante elegirlas con cuidado.
A continuación alguna de las sustituciones de palabras o frases, de manera que se pueda cambiar unas palabras o frases por otras. Si se ponen en práctica, ayudan a sentirse mejor, y poder comprobar el poder que tiene el pensamiento y la importancia de usar un modo de pensar constructivo y realista.
Sustituir todas las palabras absolutistas, como siempre, nunca, jamás, por palabras que sean más flexibles, como a veces, a menudo, de vez en cuando, con frecuencia, casi siempre. Decir, por ejemplo, nunca, es un pensamiento extremista y la mayoría de las veces no es realista. Un ejemplo; “nunca me mira cuando me habla”, seguramente no es cierto, y es más acertado decir “me mira muy poco cuando me habla”. Aplicar la palabra "nunca" o "siempre" a sucesos que realmente ocurran siempre (o nunca), como "el sol nunca sale de noche". Para el resto, esta prohibido usar esas palabras.
Cambiar los debo por deseo, los tengo que por me gustaría o quiero. Por ejemplo, en vez de decir, tengo que ir a trabajar, quiero ir a trabajar. De este modo, en vez de ser una obligación, es algo que haces voluntariamente. Incluso las cosas desagradables que se hacen por obligación, como ir a pagar los impuestos son desagradables, las filas el calor, es un compromiso que trae sus beneficios y que lo realizamos por conveniencia.
Suplantar los debería o tendría que por me gustaría. Por ejemplo, en vez de decir, deberían subirme el sueldo, por me gustaría me que subieran el sueldo. De este modo, no se transforma deseos en exigencias y se acepta la realidad tal como es.
Sacar las palabras extremistas y exageradas por palabras más moderadas, como es terrible por es malo, es una catástrofe por es desagradable. De este modo no se exagera la magnitud de los acontecimientos. Si considera que algo es terrible, pensar que no se puede soportar y se tendera a huir de la situación y no afrontarla, si se piensa que es malo pero no terrible y que, por tanto, se puede soportar, se es capaz de afrontar la situación y buscar la solución.
Cambiar el todo o nada por un continuo. Es decir, en vez de pensar que solo puede ser 1 ó 10, pensar que puede ser 1, 2, 3, 4, etc. Por ejemplo, en vez de decir, el trabajo que he hecho es un desastre, decir hice un trabajo para un 4. En vez de pensar, como no he triunfado, he fracasado por completo, pensar no he triunfado, pero tampoco ha sido un fracaso total. Es recurrente este pensamiento entre los alumnos cuando se sale mal en un parcial, no es ni éxito ni fracaso, sino que merece un 5 o un 4, un 6, etc.
En vez de decir soy un fracaso, decir he fracasado en esto, decir: soy una persona tímida a decir en situaciones, aunque no en todas, me comporto con timidez. De este modo, se estaría siendo más realista. De hecho, cuanto menos se use la palabra soy, mejor.
Resumiendo, sustituir aquello que sea extremista, absolutista, de todo o nada o exagerado. El objetivo es usar un pensamiento flexible, sin rigidez, que no se vaya a un extremo. Al cambiar de este modo la forma de pensar de hablar con vos mismo cambiara también el modo de sentir.
4 comentarios:
es verdad,no terminante mas flexibles,se corre el riesgo de la obsesion?
es verdad!!!
me gustaria poner eso en práctica
me encanta! tu blog :D
Gallega buen dia, deberiamos ser flexibles con nosotros para poder ser mas tolerantes y solidarios. Besos!!
May es bueno proponerselo,lo que ocurre que vivimos a mil todo el dia toda la vida, y no nos detenemos a pensar en todo esto que nos cambiaria los habitos.Saludos cordiales
TODO BIEN ?TOMSON AMIGA QUERIDA!!
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