domingo, 27 de mayo de 2012

Personalidad


Frecuentemente, cuando se habla sobre la personalidad de alguien, se hace referencia a lo que diferencia a esa persona de los demás, incluso lo que la hace única. A ese aspecto de la personalidad se conoce como diferencias individuales. Para algunas teorías, esta es la cuestión central de la persona. Éstas prestan una atención considerable a tipos y rasgos de las personas, entre otras características, con los cuales categorizar o comparar. Por ejemplo, algunas personas son neuróticas, otras no; algunas son más introvertidas, otras más extrovertidas, y así sucesivamente.

Los teóricos de la personalidad están interesados en lo común de las personas. Por ejemplo, ¿qué tienen en común un obsesivo y una persona sana? O, ¿cuál es la estructura común en personas que se expresan de forma introvertida y en aquellas otras que se expresan de manera extrovertida? Si uno coloca a las personas en una casual dimensión (como sano/ obsesivo o introversión-extroversión) se está diciendo que las dimensiones encasillan a los  sujetos. Ya sean neuróticos o no, todas las personas tienen la capacidad para dirigirse hacia la salud o hacia la enfermedad, y ya sean introvertidos o extrovertidos, todos oscilan entre una vía y la otra.

Otra forma de explicar lo anterior que los profesionales están interesados en la estructura del individuo y sobre todo sobre la estructura psicológica; es decir, cómo se ensambla una persona, cómo funciona y cómo se disgrega. Los profesionales van un paso más allá, sosteniendo que están buscando la esencia de lo que hace a una persona. O dicen que están preocupados por lo que se entiende como ser humano individual. Así, el campo de la psicología de la personalidad se extiende desde la búsqueda empírica simple de las diferencias entre personas hasta una búsqueda más filosófica sobre el sentido de la vida.

¿Que es la personalidad?
No existe una definición universalmente aceptada de personalidad. Derivado del Latín persona, máscara utilizada por los actores en las obras teatrales de la civilización grecorromana, el término extendió su significación, en tiempos de Cicerón, para designar retórica y metafóricamente el rol de todo ser humano en la vida social. En medios no científicos, personalidad engloba las características de singularidad, individualidad, emociones, sentimientos y sensibilidad que otorgan identidad e imagen especiales a los integrantes de los diversos grupos sociales.

Desde Sigmund Freud, se ha tendido a definir la personalidad en función de un complejo proceso de desarrollo y maduración, sujeto al influjo de múltiples factores. El aporte freudiano fue un gigantesco paso adelante, pues contribuyó a superar conceptos religiosos y moralistas, teoría que sigue vigente en el presente. Según Freud, el fundamento de la conducta humana se ha de buscar en varios instintos inconscientes, llamados también impulsos, y distinguió dos de ellos, los instintos conscientes y los instintos inconscientes, llamados también, instintos de la vida e instintos de la muerte. La definición de personalidad resulta, en el mejor de los casos, extremadamente amplia y tal vez imprecisa.

Profesionales de la psicología continúan tratando de comprender las diferentes personalidades. Hace un siglo los científicos comenzaron a realizar observaciones científicas sistemáticas y a sacar conclusiones de ellas. Algunos teóricos ponen énfasis en las experiencias de la primera infancia, otros en la herencia, y otros atribuyen el papel fundamental al medio ambiente. Hay quienes analizan únicamente como se comportan las personas congruentes en distintas situaciones y momentos y les restan importancia al concepto de una personalidad única y consiente. Pero se debe tener claro que la personalidad es algo único de cada individuo, y es lo que los caracteriza como entes independientes y diferentes.

La personalidad no es más que el patrón de pensamientos, sentimientos y conducta que presenta una persona y persiste a lo largo de toda su vida, a través de diferentes situaciones. Esta definición advierte dos cosas importantes:

Primero: Que la personalidad se refiere a aquellos aspectos que distinguen a un individuo de cualquier otro, y en este sentido la personalidad es característica de una persona.

El segundo aspecto es: Que la personalidad persiste a través del tiempo y de las situaciones.

Ese carácter individual o identidad tiene componentes:
Centrales: Rasgos característicos fundamentales, es lo que define a la persona. Son duraderos.

La personalidad esta determinada por herencia y ambiente.

Periférico: son limitados, cambian, serian (preferencias y aversión)

El individuo no nace con una personalidad nace con cierta dotación que condicionara en desarrollo posterior.
Elementos generales de la personalidad:
Constitución: Conjunto de aspectos exteriores e interiores de base genético-hereditario (origen de la reacción funcional).

Temperamento:
Tono o disposición afectiva, es la naturaleza emocional del individuo. Se nace con el. Forma de reaccionar frente a las emociones y cambios de humor.

Carácter:
Forma concreta y estable que adquiere en un individuo los rasgos afectivos-dinámicos heredados. Surge de la convergencia de factores congénitos y madurativos de la adquisición por educación y experiencias.

Actitudes:
Predisposición a reaccionar frente a determinadas categorías de objetos o de personas, cuenta con tres elementos:

Cognitivo: Se refiere a las creencias consistentes del individuo.
Afectivo: los sentimientos de placer o displacer.
Conductual: acciones o conductas en si.
Aptitud: Capacidad para realizar cierta actividad.
Rasgos: Características constantes del comportamiento del individuo en una gran variedad de situaciones. Son disposiciones latentes, presumibles estables que determina la conducta manifiesta y observable del individuo.
Aspectos que contribuyen en la formación de la personalidad


El desarrollo, maduración y declinación de la personalidad a lo largo del ciclo vital del individuo normal. Han devenido en una formidable masa de información en torno a la influencia de factores biológicos, psicológicos y socioculturales en los llamados años formativos. Tres autores importantes proponen:

Freud, se fundó en el estudió de las bases del desarrollo psicosexual durante la infancia y la niñez. Los términos oral, anal y fálico han alcanzado popularidad tanto en los círculos científicos como entre al gran público.

Piaget, prestó particularmente atención al desarrollo cognitivo del niño y, como tal, su contribución puede no considerarse vinculados al estudio global de la personalidad.

Erikson, enfatizó la importancia de las influencias sociales en el desarrollo individual, extendiendo la teoría psicoanalítica y describiendo conflictos específicos a cada uno de los ocho estados del desarrollo del individuo, concebidos como polaridades y tareas.

Los cambios de personalidad: La personalidad no es una entidad estática sino que está sometida o transformaciones. Los profesionales coinciden en esto, pero discrepan acerca de la cuantía y de los elementos en que se opera el cambio. A veces se describen transformaciones dramáticas de la conducta, atribuidas a sucesos importantes, pero por lo general, los cambios son graduales y requieren un período más o menos largo de incubación. Las transformaciones de la personalidad se realizan dentro de ciertos límites, como los determinados por los factores biológicos, el aprendizaje y otras circunstancias socioculturales. Por ello a pesar, de los cambios, la persona se experimenta a sí misma como idéntica a lo largo del tiempo. El cambio de la personalidad es un hecho derivado de las transformaciones fisiológicas y de la experiencia.

Los niños: se caracterizan por el desarrollo orgánico importante y por una maduración psíquica considerable.

La pubertad: implica transformaciones fisiológicas, hormonales y afectivas profundas.

La vejez: tiene la experiencia del declive físico, de la enfermedad y de la muerte.

 ¿Que es el Temperamento?
Esta constituido por aquellos aspectos motivacionales y emotivos del individuo, en gran parte determinados por factores biológicos o constitucionales.

¿Qué es el Carácter?
Los términos carácter y personalidad a veces se utilizan indistintamente, aunque también suelen distinguirse. El término carácter tiene origen en el griego y significa marca grabada, señal que se esculpe o dibuja en algún objeto. En su aceptación psicológica pasó a denominar el estilo de vida o el sello personal que se pone de manifiesto en el comportamiento del individuo.

El término carácter en psicología ha adquirido un significado especial añadido a la aceptación primitiva de marca o sello, como el modo específico de comportamiento del individuo determinado por sus cualidades morales. En este sentido supone una valoración, esto es, una disposición a clasificar positiva o negativamente determinadas situaciones o entidades. El valor reside en la capacidad del sujeto sobre las propiedades placenteras o displacenteras de un objeto determinado. Se incluye un criterio valorativo que conlleva un juicio de valor sobre la personalidad. Toda valoración implica un criterio sociocultural. Pero lo que para una cultura puede ser valioso puede no serlo para otra.

viernes, 18 de mayo de 2012

La psicología en los cuidados paliativos


Es el apoyo, contención, soporte de pacientes y familiar con enfermedades avanzadas, activo y Progresivo.
El trabajo de la psicología paliativa es fundamental la calidad de vida del paciente y su familia, sin intentar alargar la supervivencia y cubriéndolas necesidades físicas, psicológicas, espirituales y sociales del paciente y su entorno.

Objetivos de la Psicología paliativa
Disminuir el sufrimiento.
Trabajar con los recursos de la persona (emociones, cognitivos conductuales).
Apoyar la toma de decisiones.
Mantener viva la esperanza.
Acompañar.
Elaboración de duelo ante la pérdida.
Fomentar la gradual aceptación.
Favorecer la despedida y la expresión abierta de emociones.
Apoyar en el manejo y resultados de reacciones emocionales.

Técnicas psicológicas
Habilidades de afrontamiento
Proceso de adaptación
Técnicas de relajación e inducción al trance
Comunicación asertiva
Inoculación al estrés
Terapia ocupacional
Redes sociales de apoyo
Terapia familiar
Proceso de duelo y funeral

La función del psicólogo será complementar y optimizar la consecución para el enfermo y la familia favoreciendo la adaptación psicológica al proceso de la enfermedad y la muerte.

La función especifica del psicólogo en el equipo de cuidados paliativos:
Detectar y priorizar sus necesidades, físicas, sociales, psicológicas, espirituales; sus miedos, a lo desconocido, al proceso de la enfermedad, al dolor físico, al deterioro, a la soledad, al abandono, al rechazo, a ser una carga, sus preocupaciones, por las despedidas, separaciones, sus pérdidas, de salud, de imagen corporal, de autonomía, de autoestima, de control sobre su vida, de rol, de amigos, de futuro, de proyectos, de ganas de vivir, que son percibidas por el paciente como una amenaza, para que pueda suprimirlas o reducirlas.

Evaluar y potenciar los recursos del paciente y de la familia, y en el caso de que no existieran, implementarlos con estrategias específicas necesarias con el fin de un adecuado manejo de sus emociones, pensamientos y conductas, para reducir o suprimir la sensación de impotencia y aumentar la percepción de control sobre su realidad.

Poner en práctica una serie de habilidades básicas de comunicación, entre las que destacan:
Empatía
Escucha activa.
Preguntar (no presuponer).
Permitir la expresión de emociones.
Evitar frases que no consuelan.
Evitar falsas expectativas pero dar paso a la esperanza.

Estas habilidades constituyen el soporte de la estrategia de trabajo que se desarrolla de la siguiente forma:
Dando información.
Aprovechando al máximo los recursos del paciente y familia.
Usando técnicas cognitivo conductuales:

Entrenamiento en reestructuración cognitiva.
Detención de pensamientos.
Autoinstrucciones.
Resolución de problemas.
Entrenamiento en relajación y visualización.
Planificación de actividades gratificantes.
Habilidades Sociales: Comunicación asertiva.
Control estimular.
Refuerzo de conductas adaptativas y extinción de conductas desadaptativas.

El psicólogo, como el resto de los profesionales que integran el equipo de Cuidados Paliativos, deberá tener presente que la atención al binomio enfermo - familia se llevará a cabo a través de la intervención conjunta y complementaria de todos ellos y en coordinación con los servicios oncológicos y de atención medica a cargo.

viernes, 11 de mayo de 2012

Pirámide de Maslow


O prioridades de las necesidades humanas.

A juicio de Maslow, para alcanzar la autorrealización personal hay que satisfacer cuatro etapas previas.

La teoría de Maslow destaca, entre otros aspectos, la Teoría Psicológica sobre la Motivación Humana.

Maslow estableció una jerarquía de las necesidades fundamentales que el ser humano busca satisfacer. Y las representó en una pirámide de cinco niveles conocida como la Pirámide de Maslow.

 En la base o nivel:

I)                  situó las fisiológicas: Son las primeras necesidades que cualquier individuo desea colmar con el fin de garantizar su supervivencia: Respirar, beber, comer, dormir, calentarse.
II)                Necesidades de seguridad: Según Maslow, ocuparían el segundo nivel en la escala de la pirámide: Las personas se desviven por obtener abrigo, casa, piso, seguridad física contra las agresiones, violencia, seguridad moral, familiar, afectiva.
III)            Necesidades de afiliación y afecto: Toda persona desea la aceptación del grupo al que pertenece: Trabajo, familia, asociaciones.
IV)              Necesidad de estima: Nos estamos refiriendo a la valoración proveniente de las personas que le rodean.
V)                 Autorrealización: Una vez superados los niveles anteriores, llegamos a la autorrealización. La persona ha satisfecho la parte puramente material y ahora empleará su energía en colmar su parte espiritual: Lograr la felicidad e incluso contribuir a mejorar el mundo.

La idea central de esta Pirámide de necesidades de Maslow, es que sólo cuando están satisfechas las necesidades más básicas le prestamos atención a las más realizantes; las superiores. Aplicación de la Pirámide Puede ser de utilidad en numerosos ámbitos de la vida:

En las Relaciones Personales: Sirve de ayuda para solventar los problemas relacionales teniendo en cuenta el nivel de satisfacción de las necesidades en que se encuentre cada uno de los implicados.

En el Ámbito Laboral: La productividad de un trabajador puede verse afectada dependiendo del nivel de necesidad que haya o no satisfecho. Por ejemplo el resultado profesional puede ser mejor o peor dependiendo de su grado de integración en el ambiente laboral.

En el Desempeño de su Cargo: Teniendo en cuenta el nivel de satisfacción de necesidad, los directivos pueden ser conscientes de si un empleado está preparado para desempeñar puestos de nivel superior o no.

Teoría criticable: Son muchas las personas que ponen en tela de juicio esta teoría, entre otras razones por los siguientes motivos:
El modelo de Maslow únicamente tiene en cuenta a la población instruida, y para otro tipo de sociedades como por ejemplo las tercermundistas carecería de validez. También son muchos los que entienden que el individuo en ocasiones intenta satisfacer necesidades espirituales aún sin haber alcanzado las básicas: Trabajo, comida etc.

Otros estudiosos añaden a los cinco niveles establecidos por Maslow el de la necesidad de eternidad o inmortalidad. De ahí, la apuesta en nuestros días por el rejuvenecimiento o ganancia de tiempo.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Terapia del perdón


Durante un proceso terapéutico en algunas oportunidades es necesario trabajar sobre el perdón. Cuando alguien a sufrido historias de violencia, abandono, abuso o cualquier forma de maltrato, físico o psicológico, podrá encontrar en el perdón muchos beneficios.

Cuando pensamos; el cuerpo reacciona; si tenemos miedo, dolor o bronca, generamos sustancias químicas del estrés, se acelera el corazón, aumenta la  presión sanguínea, se produce tensión muscular, etc.

Perdonar mejora el bienestar físico como el psicológico, dejar de lado sentimientos negativos es beneficioso y nos permite vivir una vida plena para nosotros y para quienes nos rodean.

Hay que diferenciar el perdonar de justificar, aprobar la trasgresión, negando su gravedad, porque para que haya perdón debe haber un reconocimiento del daño que se nos ha hecho. Perdonar no es aceptar la crueldad o el maltrato.

Perdonar no significa olvidar, se recuerda pero se perdona, es recomenzar, es una nueva memoria liberadora de emociones negativas, de resentimientos, de violencia. El daño ocurrió en un tiempo pasado, pero afecta nuestro presente dejándonos oprimidos en sentimientos negativos. El pasado no puede cambiar, pero al perdonar le damos un nuevo sentido y recuperamos la plenitud de nuestro presente.

En psicología es importante ayudar a esa persona a elaborar los sentimientos de dolor, enojo que tiene, y que comprenda que el perdón no es para librar al ofensor, sino para liberarse a si mismo. Ante el dolor y el recuerdo rencoroso la persona vive atrapada en un círculo de malestar, que le impide seguir avanzando en otros aspectos de su vida. Se deteriora la salud, el trabajo, los vínculos.

Beneficios que trae el perdón
1) Quien perdona crece espiritualmente, crece en su relación con el otro, sabe amar.
2) Cuando se perdona el Si Mismo se fortalece, y el sentido del si mismo toma nuevos caminos.
3) Es quitarnos las máscaras de nuestras proyecciones (ver al otro como culpable o responsable).
4) El perdonar CURA, sana, libera, da un equilibrio orgánico y espiritual.
5) El perdonar evita enfermedades como el cáncer, la depresión, migraña, insomnio, ansiedad, angustia, dolores emocionales y la vergüenza.
6) Hace que seamos personas equilibradas en busca de otras necesidades básicas (desplazadas) invitadas por la exigencia e introyectos (“Introyectos”: verdades de otros que  la hacemos nuestras y tomamos como ciertas).
7) Nos ayuda asumir una actitud confrontativa en búsqueda de nuestra necesidad de conservación e integridad del Yo donde el Si mismo se encuentra oprimido.
8) Nos ayuda a redescubrirnos.
9) Vive el presente y se libera de las ataduras del pasado doloroso.
10) El otro percibe el amor que se le brinda y esto revierte sobre uno, en una     predisposición favorable de su persona hacia la nuestra, es decir, en un  acercamiento amistoso.

La terapia del perdón es uno de los recursos curativos menos explotados y comprendidos, se trata de renunciar por siempre y para siempre a todo lo que nos lastima, en nuestras relaciones con nosotros mismos y con los demás, nuestras relaciones interpersonales.
Desde el punto de vista psicológico.

¡Qué alivio! ¡Qué consuelo! es el poder transformador del perdón!.


viernes, 4 de mayo de 2012

Parkinson


La enfermedad de Parkinson pertenece a un grupo llamadas desórdenes del sistema motor. Los cuatros síntomas principales son el temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara; la rigidez de las extremidades y el tronco; la bradicinesia o lentitud de movimiento; y la inestabilidad de postura o la coordinación o balance afectados. A medida que estos síntomas se hacen más pronunciados, los pacientes pueden tener dificultad en caminar, hablar y realizar otras tareas simples.

La enfermedad de Parkinson ocurre cuando ciertas células nerviosas, o neuronas, en un área del cerebro conocida como sustancia nigra, mueren o sufren deterioro. Normalmente, estas neuronas producen un producto químico cerebral importante conocido como dopamina. La dopamina es un mensajero químico responsable de transmitir las señales entre la sustancia nigra y la siguiente estación relevadora del cerebro. La pérdida de dopamina hace que las células nerviosas actúen sin control, dejando a los pacientes incapaces de dirigir o controlar sus movimientos de forma normal. Los estudios han demostrado que los pacientes de Parkinson tienen una pérdida considerable de las células productoras de dopamina en la sustancia nigra. La causa de esta muerte o deterioro celular se desconoce, pero resultados significativos obtenidos por los científicos de investigación continúan produciendo pistas nuevas y sumamente interesantes de la enfermedad.

Los primeros síntomas de la enfermedad de Parkinson son sutiles y ocurren paulatinamente. Los pacientes pueden sentirse cansados o advertir un malestar general. Algunos pueden sentirse algo tembloroso y pueden tener dificultad en levantarse de una silla. Pueden notar que hablan con voz excesivamente baja y que su caligrafía aparece apretada e irregular. Pueden perder conciencia de una palabra o pensamiento o pueden sentirse irritables y deprimidos sin razón aparente. Este periodo muy inicial de la enfermedad puede durar por largo tiempo antes de que aparezcan síntomas más clásicos y obvios.

A medida que progresa la enfermedad, el temblor, que afecta a la mayoría de los pacientes de Parkinson puede comenzar a interferir con las actividades cotidianas. Los pacientes muchas veces no pueden sostener bien los utensilios o el temblor les dificulta leer el diario, revista, libro, etc. El temblor de Parkinson puede empeorar cuando el paciente está relajado. Unos cuantos segundos después de que las manos descansan en una mesa, por ejemplo, el temblor es más pronunciado. Para la mayoría de los pacientes, el temblor es usualmente el síntoma que les lleva a buscar ayuda médica.

La enfermedad de Parkinson no afecta a todas las personas de la misma forma. En algunas personas la enfermedad progresa con rapidez, en otras no. Aunque algunas personas sufren incapacitación severa, otras experimentan sólo perturbaciones motoras menores. El temblor es el síntoma principal en algunos pacientes, mientras que en otros el temblor es una queja menor y otros síntomas son más problemáticos.

El temblor asociado con la enfermedad de Parkinson tiene un aspecto característico. Típicamente, el temblor adopta la forma de un movimiento hacia atrás y hacia adelante, rítmico, del pulgar y el índice a tres oscilaciones por segundo. Se denomina a veces rodar de la píldora. El temblor comienza usualmente en la mano aunque a veces se ve afectado primero un pie o la mandíbula. El temblor es más evidente cuando la mano está en descanso o cuando una persona está sometida a tensión. En tres de cada cuatro pacientes, el temblor puede afectar sólo a una parte o lado del cuerpo, en especial durante las etapas iniciales de la enfermedad. Posteriormente, puede hacerse más general. El temblor rara vez es incapacitante y usualmente desaparece durante el sueño y mejora con movimiento intencional.

La rigidez, o una resistencia al movimiento, afecta a la mayoría de los pacientes de Parkinson. Un principio principal del movimiento corporal es el de que todos los músculos tienen un músculo opuesto. El movimiento es posible no sólo porque un músculo se torna más activo, sino porque el músculo opuesto se relaja. En la enfermedad de Parkinson, la rigidez proviene cuando, en respuesta a las señales transmitidas por el cerebro, se perturba el equilibrio delicado de los músculos opuestos. Los músculos permanecen constantemente tensos o contraídos por lo que la persona siente dolor o se siente inflexible o débil. La rigidez se hace evidente cuando otra persona trata de mover el brazo del paciente, el cual se moverá lentamente con movimientos cortos y abruptos, conocidos como rigidez de engranaje.

Bradicinesia, o la lentitud y pérdida de movimiento espontáneo y automático, es particularmente frustrante porque es difícil de pronosticar. Durante un momento el paciente puede moverse con facilidad. Al momento siguiente puede necesitar ayuda. Este quizás sea el síntoma más incapacitante y perturbador de la enfermedad porque el paciente no puede realizar con rapidez movimientos habituales. Actividades que antes se realizaban con rapidez y facilidad, tales como lavarse o vestirse, pueden tomar varias horas.

La inestabilidad de la postura o el equilibrio y la coordinación afectados, hace que los pacientes adquieran una inclinación hacia adelante o hacia atrás y se caigan con facilidad. Cuando se tropieza con ellos por el frente o cuando comienzan a caminar, los pacientes inclinados hacia atrás tienen la tendencia a tomar pasos hacia atrás, cosa que se conoce como retropulsión. La inestabilidad de la postura puede hacer que los pacientes tengan una postura inclinada, en la cual la cabeza está inclinada hacia abajo y los hombros se observan caídos. A medida que progresa la enfermedad, puede verse afectada la forma de andar. Los pacientes pueden detenerse en mitad de su camino y congelarse en posición, posiblemente incluso cayendo de frente. O los pacientes pueden andar con una serie de pasos rápidos y pequeños como si estuviesen apresurándose hacia adelante para mantener el equilibrio. Esta forma de caminar se conoce como festinación.

Varios otros síntomas acompañan a la enfermedad de Parkinson; algunos son menores, otros más preocupantes. Muchos pueden tratarse con medicamento apropiado o con terapia física. Nadie puede pronosticar qué síntomas afectarán a un paciente individual y la intensidad de los síntomas también varía de una persona a otra. Ninguno de estos síntomas es mortal, aunque los problemas en tragar pueden atragantar al paciente.

Depresión: este es un problema común y puede aparecer en una fase temprana de la enfermedad, incluso antes de que se adviertan otros síntomas. La depresión puede no ser severa, pero puede intensificarla el consumo de los medicamentos utilizados para tratar otros síntomas de la enfermedad de Parkinson. Afortunadamente, la depresión puede tratarse con éxito con medicamentos antidepresivos.

Cambios emocionales: algunas personas con la enfermedad de Parkinson se tornan temerosas e inseguras. Quizás temen no poder hacer frente a situaciones nuevas. Pueden no desear viajar, ir a reuniones o socializar con los amigos. Algunos pierden su motivación y se tornan dependientes de los miembros de la familia. Otros pueden tornarse irritables y demasiado pesimistas. Puede observarse pérdida de la memoria y un pensamiento lento aunque la capacidad de razonar siga intacta. El hecho de si las personas sufren en realidad pérdida intelectual (conocido también como demencia), como consecuencia de la enfermedad de Parkinson, continúa siendo un área controversial que aún necesita estudio.

Dificultad en tragar y masticar: los músculos utilizados para tragar pueden trabajar con menos eficacia en las etapas posteriores de la enfermedad. En estos casos, los alimentos y la saliva pueden acumularse en la boca en la parte posterior de la garganta lo que puede resultar en atragantamiento o babeo. Los medicamentos pueden aliviar a menudo estos problemas.

Además de coraje y apoyo familiar, el enfermo de Parkinson necesita un respaldo psicológico fuerte, sobre todo durantes los primeros momentos de aceptación.

En la actualidad, no hay cura para la enfermedad de Parkinson. Pero distintos medicamentos proporcionan alivio espectacular de los síntomas.


Fuente: http://www.geosalud.com/neurologia/parkinson.html

martes, 1 de mayo de 2012

Depresión, desesperanza


En los pacientes de trastorno bipolar
Los pacientes de trastorno bipolar suelen caer en la desmoralización y la desesperanza.
El trastorno bipolar no solo causa estragos en sus emociones si no que generan desesperanza, muy vinculada con el suicidio, esto se debe a varias razones:
I)                   Las oscilaciones del estado de ánimo y las conductas negativas que las acompañan, causan problemas en las vidas de las personas afectadas. E paciente debe rehacer su vida tras los arrebatos de impulsividad de los episodios depresivos.

II)                La naturaleza cíclica del trastorno hace muy difícil que los pacientes confíen en sus estados eutímicos (dentro de la gama “Normal” implica ausencia de ánimo deprimido).

III)              Se enfrentan al estigma y a la vergüenza que implica su trastorno. Esto aumenta el sufrimiento y hace muy poco probable que soliciten ayuda terapéutica.

IV)              Las oscilaciones del estado de ánimo, en los profundos bajones tan comunes en el trastorno bipolar, son muy difícil de soportar. En general el trastorno bipolar supones estados de ánimos dolorosos e inestables, pensamientos extremos, actividad excesiva o insuficiente y una sensación general de agotamiento que no remite por si sola. A consecuencia de todo esto la depresión bipolar puede ser grave y muy peligrosa.

Para el tratamiento del trastorno bipolar el psicoterapeuta debe demostrar que es consciente del dolor y el sufrimiento de los pacientes, y al mismo tiempo ofrecerles un modelo de esperanza y de firme determinación para ayudarlos a construir una vida mejor, más estable y gratificadora. El terapeuta debe ayudar al paciente a tomar decisiones firmes y sensatas sobre su tratamiento, a seguir un plan eficaz, a aprender técnicas psicológicas para la comunicación o la resolución de problemas, a mejorar las relaciones en su vida cotidiana y mirar el futuro con esperanza.