sábado, 29 de mayo de 2010

El buen dormir


Una de las funciones más importantes que nuestro organismo agradece profundamente es la relajación de nuestra mente y cuerpo cuando dormimos. El dormir no es perder el tiempo como algunos piensan. El dormir es algo muy saludable y esencial para mantener balanceados su estado mental y su organismo.

Si no se obtiene las horas de sueño que nuestro organismo necesita nos sentiremos de mal humor durante el día y tendremos dificultad para concentrarnos. Probablemente estaremos cansados con sueño, mientras trabajamos o estudiamos, estaremos irritables con nuestra familia y amigos.

La depresión es una consecuencia de dormir pocas horas y la ansiedad también se incrementará si no dormimos lo suficiente. El dormir ayuda al metabolismo a adquirir un mejor balance pues nos relaja y nos aleja por unas cuantas horas de la actividad mental y física por la que todos atravesamos durante el día.

Médicamente hablando se ha comprobado que mientras dormimos, hay hormonas que se encargan de promover el crecimiento de los huesos, el fortalecimiento de los tejidos y de producir los glóbulos rojos de la sangre. También el dormir fortalece nuestro sistema inmunológico y regula nuestros latidos y sistema cardiovascular en general.

Se ha comprobado que durante el sueño las personas resuelven problemas que no pudieron solucionar durante el día. Se despiertan descansados al día siguiente con una solución en sus mentes que no tenían al acostarse. Las personas que padecen de insomnio y no logran conciliar el sueño durante la noche, experimentan varios problemas en su trabajo, en la escuela al igual que en sus relaciones interpersonales.

La apnea
Entre los problemas o desórdenes más serios relacionados con el buen dormir está un desorden conocido como “apnea” en el cual la persona temporalmente deja de respirar mientras duerme. Otro desorden es el insomnio crónico en el cual la persona tiene dificultades para conciliar el sueño y después de irse a la cama no logra dormirse por mas esfuerzos que haga.

El sueño es salud y es tan importante para el cuerpo humano como lo es el agua, el ejercicio y las vitaminas y minerales que tomamos diariamente por medio de una dieta saludable. No escatimar horas de sueño, si nos sentimos cansados, dormir una hora durante el día, te admirará el efecto y la energía que se siente al despertar.

El buen dormir, un remedio eficaz para la salud.

jueves, 27 de mayo de 2010

Tipos de fobias


Las fobias de situación.

La agorafobia.

La claustrofobia.

Las fobias de objetos.

Las fobias de impulsos.

Fobias más comunes.

Manifestaciones de las fobias.

Psicológicas.

Físicas.

Defensivas.

La fobia social.

Elementos más importantes de la fobia social.

Fobia sexual.

Todas las personas experimentan o han experimentado, en mayor o menor grado, el miedo a los lugares cerrado, a las alturas o a otras diversas situaciones u objetos. Cuando ello sucede de manera intensa y altera la vida normal de quien padece tal estado, se dice que sufre de fobia.

La fobia es un conjunto de reacciones que tienen las personas cuando se encuentran frente a una cosa o situación que le infunde miedo. A veces esos miedos son racionalmente inexplicables e incontrolables. La ansiedad que se sufre suele ser desproporcionada con las situaciones reales. Cuando se enfrenta a ella, la persona que padece la fobia experimenta un pánico o una repugnancia insuperables, y su comportamiento sufre modificaciones profundas.

En la infancia son típicas las fobias ante los animales domésticos, especialmente los grandes. Este tipo de fobias son superadas y forman parte de la evolución del niño. Pero en el enfermo fóbico, este período de la infancia se alarga excesivamente.

La fobia es un miedo intenso, persistente e irracional hacia un objeto, situación o actividad específica, debido al cual el individuo lleva una vida limitada. También puede definirse como un conjunto de reacciones que tienen las personas cuando se encuentran frente a una cosa o situación que le infunde miedo.
La conducta fóbica está en estrecha relación con el padecimiento de la angustia.

El miedo es una experiencia desagradable que incluye sentimientos de temor, malestar, preocupación, angustia y ansiedad, acompañados de una inestabilidad física muy intensa. Puede surgir como una reacción a un peligro real, o como respuesta a un peligro imaginario.
En su expresión normal, el miedo constituye un elemento fundamental en el aprendizaje de la conducta, y constituye un excelente mecanismo defensivo del individuo. Carecer por completo de miedo puede producir comportamientos imprudentes que posiblemente acabarán con la vida de quien no tiene temor de nada y de quiénes lo rodean.

Los miedos o temores normales constituyen señales de alarma que, tienden a evitar situaciones presumiblemente peligrosas. El miedo a una explosión o a una intoxicación, hace que el individuo cierre la llave del gas; el miedo a un accidente en la vía pública provoca una conducción cauta y prudente, etc.

El miedo neurótico u obsesivo envuelve sentimientos intensos y exagerados de desesperación y miedo, lo mismo ante un gran peligro que ante un peligro pequeño o inexistente. Este miedo, sin ayuda psicológica especializada, no puede enfrentarse ni tratarse racionalmente, por que son resultado de conflictos inconscientes.
Entre los miedos obsesivos se destaca la fobia.

El miedo y fobia se diferencian fundamentalmente en su intensidad y en sus repercusiones. El miedo común suele aparecer ante circunstancias que objetivamente representan algún peligro real. Su repercusión en el estado de ánimo de quien lo sufre generalmente guarda proporción con el peligro que se corre. Por el contrario, la persona que tiene fobia, siente una sensación de miedo mucho más intensa, que no guarda relación con el objeto que lo produce.

Objetos fóbicos.
En la fobia si existe un objeto claro y definido, esto no quiere decir que el motivo del temor sea el objeto. En realidad, el objeto fóbico es un símbolo asociado a conflictos inconscientes. Se puede decir que, como en la angustia, el sujeto tiene miedo a sus pulsiones, las cuales sustituye por un objeto, irrisorio en la mayoría de los casos.

Desde este punto de vista la fobia es mas bien un mecanismo de defensa ante la angustia que provocan los conflictos internos. Se puede decir que es un intento de auto engaño, el sujeto no puede soportar ciertos deseos, afectos y conflictos. Trata de negar su realidad y desplaza su angustia hacia un objeto, el cual sí puede ser evitado.

La ansiedad fóbica.
La ansiedad fóbica se distingue de otras formas de ansiedad por que ocurre solo en presencia de un objeto o situación especifica, caracterizándose por síntomas fisiológicos como el latido cardiaco acelerado, molestias gástricas, nauseas, diarreas, micción muy fuerte sensación de ahogo, enrojecimiento del rostro, transpiración abundante, temblores y desmayos. Algunos fóbicos son capaces de afrontar sus miedos, pero por lo general evitan el objeto que les causa el temor, lo que a menudo impide la libertad del sujeto.

Psicológicamente se han clasificado las fobias en tres grupos:

Las fobias de situación:
Que son reacciones que se suscitan cuando las personas se encuentran en un lugar determinado.

Agorafobia.
Miedo intenso a los espacios abiertos. En la actualidad este término incluye además la presencia de alguno de los siguientes síntomas:
Miedo a salir solo/a del hogar o a alejarse del mismo.

Miedo a situaciones o lugares en donde escapar pueda resultar dificultoso o vergonzante. Por ejemplo un estadio de fútbol o un cine repleto donde la salida se encuentre obstruida o exista dificultad para huir en forma inmediata.

Miedo a lugares o situaciones que, en el caso de padecer una Crisis de Pánico, no pueda disponerse de ayuda inmediata.

Miedo a viajar en tren, aviones, automóviles o colectivos. En este caso el temor suele ser proporcional a la distancia que se encuentra del hogar o del lugar donde la persona se sienta segura. Cuanto más lejos del hogar más miedo o angustia.

Miedo a cruzar la calle.

Miedo a encontrarse en medio de multitudes o embotellamientos de tránsito en donde la vuelta a un lugar seguro, sea dificultosa de realizar en forma inmediata.
Las situaciones que provocan agorafobia tienden a evitarse, por ejemplo: viajar o estar solo/a fuera de casa o en el caso de realizarse provocan un gran malestar angustia, ansiedad o miedo y se hace indispensable la presencia de un ser conocido que brinde seguridad para soportarlas.

Este trastorno, en grado severo, es sumamente incapacitante y dificulta el normal desempeño de las tareas habituales ya sean laborales, familiares o sociales. Por ejemplo: incapacidad para asistir al trabajo o realizarlo con gran esfuerzo acompañado/a por una persona que dé seguridad. En las mujeres es frecuente que no puedan ir a realizar las compras diarias sin la compañía de alguien. En las formas muy severas de Agorafobia suele haber una incapacidad absoluta de salir del hogar e incluso de permanecer en el mismo sin el acompañamiento de seres queridos que le brinden seguridad.

Aunque la gravedad de la ansiedad y la intensidad de la evitación pueden ser fluctuantes, éste es el más incapacitante de los trastornos fóbicos y algunas personas pueden llegar a quedar completamente confinadas en su casa. En ausencia de un tratamiento efectivo la agorafobia suele cronificarse. Este trastorno provoca una disminución marcada en la calidad de vida de quien lo padece, afectando sus posibilidades laborales, sociales y académicas. También afecta las relaciones familiares por el alto grado de dependencia que implica la necesidad de ser acompañados. La restricción que la agorafobia produce en la vida cotidiana, provoca un marcado descenso en la autoestima y puede favorecer la aparición de una depresión.

La Claustrofobia es un miedo intenso a los lugares cerrados.
La persona tiende a evitar la situación fóbica, aunque reconoce que el miedo es excesivo o irracional. Se realiza el diagnóstico de fobia específica sólo si la fobia interfiere significativamente en la vida cotidiana del individuo. Dado que la claustrofobia es un miedo a los espacios cerrados, las situaciones que se evitan son ascensores, túneles, subte, habitaciones pequeñas, técnicas de diagnóstico médico como el TAC, etc. La persona no teme la situación en sí misma, sino las posibles consecuencias negativas de estar en ese sitio. Los miedos más frecuentes son quedarse encerrado o la asfixia. La mayoría de los espacios claustrofóbicos conllevan un riesgo de quedarse encerrado, por ejemplo: en un ascensor, por lo que las personas con claustrofobia suelen sentirse muy vulnerables cuando se restringen sus movimientos. El miedo a la asfixia suele aparecer porque las personas creen que no hay suficiente aire en un espacio cerrado.

Las fobias de objetos:
Que es el temor a estar en contacto tanto con objetos inanimados como con animales esta ultima se llama zoofobia.


Las fobias de impulsos:
Que se producen cuando se teme realizar un acto peligroso, como arrojarse por una ventana, fobia de defenestración. El miedo desaparece cuando se alejan de esos espacios.

También podemos encontrar otras variantes de las fobias, en este caso podemos subdividirse en fobias comunes y fobias ocasionales. En el primero de los casos podemos citar el miedo a la sociedad, a la muerte, a los peligros en general o sea un miedo exagerado a cosas que todo el mundo teme. Y las fobias ocasionales en donde la angustia surgen en situaciones especiales como lo es el miedo a la locomoción.

La fobia social es una timidez exacerbada y se caracteriza por un temor continuo e incontrolable a enfrentar determinadas situaciones sociales. No se debe confundir a la timidez con la fobia social, porque las personas experimentan un cierto temor a afrontar situaciones sociales, peor no por ello se incapacitan, peor en el caso de la fobia las situaciones sociales provocan ansiedad, angustia y/o pánico. Por lo que comienza a evitar todo tipo de compromisos sociales, inhibiendo la funcionalidad de las personas que la padecen.

Lo más importantes de la fobia social:
Preocupación por llegar a ser el centro de atención cada vez que nos encontramos con alguien.

Temor a propósito de que alguien nos mire y observe lo que estamos haciendo.

Temor a que nos presenten.

Temor a propósito de comer o beber en público.

Dificultad para manejarse en comercios y relaciones administrativas.

Terror a dirigirse a un público o grupo de amigos.

Miedo a realizar llamadas telefónicas y realizar gestiones.

Dificultad para confrontarse en el trabajo o hacer reclamaciones incluso si se tiene la razón y el derecho de hacerlo.

Las fiestas y reuniones son una pesadilla y el comportamiento de la persona que tiene fobia social consiste en ponerse cerca de la puerta o encargarse de discretas tareas que le permitan huir de la situación.

Tendencia a rehuir espacios cerrados donde hay gente.

Sensación de que todos nos miran y nos desvaloricen.

Temor a que nuestras intervenciones parezcan ridículas, pobres o inadecuadas.

Miedo a quedarnos en blanco.

Fobia Sexual:
Una fobia sexual es el temor persistente e irracional asociado al deseo compulsivo de evitar sensaciones o experiencias sexuales, con la característica que el individuo reconoce este miedo como irracional o excesivo. Estos pacientes fóbicos pueden llegar a evitar por completo el sexo, o su evitación y ansiedad la restringen a determinadas facetas de la sexualidad: a los genitales, a las secreciones y olores genitales, a penetrar o ser penetrada, al orgasmo, a que sean vistos desnudos, al beso profundo, a la masturbación, al embarazo, al sexo oral genital.

Aunque muchas más investigaciones deben conducirse antes de que los científicos puedan demostrar las causas específicas de la enfermedad, los profesionales de salud mental están tratando trastornos en millones de personas con mucho éxito.

La terapia cognitiva; es una buena alternativa entre otras, donde los pacientes aprenden a cambiar la manera de pensar que reenforza reacciones fóbicas. Aunque ayudan otros trastornos de ansiedad, los medicamentos no han comprobado ser tan efectivos en la recuperación de largo plazo de fobias simples o sociales. Los medicamentos antidepresivos han demostrado ayudar la prevención de ataques de pánico que son parte de la agorafobia. Libres de tener que aguantar la ansiedad anticipatoria de ataques de pánico, los pacientes pueden concentrarse en superar sus reacciones fóbicas cuando están solos en lugares públicos.

martes, 25 de mayo de 2010

Acto Fallido


Los actos fallidos son actos cuya realización destaca una falla evidente en algún mecanismo psíquico.

Han sido agrupados, en siete tipos: orales, escritos, de falsa lectura y de falsa audición, olvido temporal, pérdidas y actos sintomáticos. Son solamente trastornos temporales de una función que en otro momento puede ser perfecta o correctamente desarrollada; su falta de corrección es a veces conocida tan pronto como la atención se focaliza sobre ello.

Los factores desencadenantes de los actos fallidos pueden ser fisiológicos o psicofisiológicos: en el primer caso puede tratarse de trastornos circulatorios o una indisposición y entre los psicofisiológicos se cuentan la excitación y la distracción.Los actos fallidos son contagiosos y pueden ser provocados por sugestión.

Presentan un sentido propio y, por lo tanto, tienen derecho a ser considerados como un acto psíquico completo, con su fin propio y como una manifestación de contenido y significación peculiares. Existen actos fallidos cuyo sentido es fácil de descubrir y otros no; en los primeros, la intención latente sustituye por completo a la manifiesta, mientras que en los otros tiene que conformarse con deformarla o modificarla, dando origen a creaciones mixtas que pueden resultan más o menos plenas de contenido.

Estos lapsus, según Freud, tienen un sentido propio, o sea que deben ser considerados actos psíquicos con un objetivo determinado y un significado singular.

En los lapsus existe la revelación de un pensamiento oculto con un significado y una intención específica, observándose que la intención latente sustituye a la conducta manifiesta.
En las deformaciones de los nombres puede esconderse una intención injuriosa que lo asocia a algo vulgar o inferior, o a una representación de mal gusto, así como también la tendencia a cambiar intencionalmente las palabras inocentes en obscenas a la manera de un chiste, ya sea a propósito o dicho por equivocación.

Para Freud, los actos fallidos no son casualidades sino conductas psíquicas importantes con pleno sentido, debido a la conexión de dos intenciones opuestas.

A juicio de este autor, estos errores orales son intencionales en todos los casos sin excepción, por lo menos desde el punto de vista teórico, ya que es imposible demostrarlo por otros medios; y esta afirmación se puede extender a todos los demás actos fallidos que conocemos de todo orden.
Por supuesto, Freud no niega los efectos de factores perturbadores como el cansancio, la excitación, las distracciones y los trastornos de la atención, pero agrega nuevas deducciones antes ignoradas sobre estos fenómenos.

Freud estableció tres grupos de hechos:

Equivocación oral y subgrupos: escritos, de lectura y de falsa audición.

Del olvido en relación con: nombres propios, palabras, propósitos o impresiones.

Actos de término erróneo: no encontrar un objeto necesitado o perder otro.

En el olvido de propósitos, una persona lo olvida porque mantiene una situación incómoda con una persona vinculada a su intención.

En las equivocaciones orales, el proceso es similar a la mnemotécnica porque una palabra recuerda a la otra.

Para la pérdida de objetos, habría un deseo inconciente de perderlos que logra manifestarse o una intención de realizar un sacrificio sustitutivo.

Si fuéramos capaces de interpretar nuestros actos fallidos, nos ahorraríamos desilusiones y sorpresas desagradables.

sábado, 22 de mayo de 2010

Honrar La Vida


Canción:

Música y Letra: Eladia Blázquez

¡No! Permanecer y transcurrir
No es perdurar,
No es existir Ni honrar la vida!
Hay tantas maneras de no ser,
Tanta conciencia sin saber
Adormecida...

Merecer la vida no es callar y consentir,
Tantas injusticias repetidas...
¡Es una virtud, es dignidad!
Y es la actitud de identidad ¡más definida!
Eso de durar y transcurrir
No nos da derecho a presumir.
Porque no es lo mismo que vivir...

¡Honrar la vida!
¡No! Permanecer y transcurrir
No siempre quiere sugerir
¡Honrar la vida!
Hay tanta pequeña vanidad,
En nuestra tonta humanidad
Enceguecida.
Merecer la vida es erguirse vertical,
Más allá del mal, de las caídas...
Es igual que darle a la verdad,
y a nuestra propia libertad
¡La bienvenida!...

Eso de durar y transcurrir
No nos da derecho a presumir.
Porque no es lo mismo que vivir...
¡Honrar la vida!

¡¡¡Feliz Día de la patria!!!

jueves, 20 de mayo de 2010

Eustrés


Por lo general, tendemos a pensar en el estrés como algo desagradable y dañino que nos hace sentir mal. No obstante, existen diversos tipos de estrés. Uno de ellos recibe el nombre de euestrés. Se trata de un estrés positivo que nos hace sentirnos vivos y ver la vida como algo excitante. Por ejemplo, cuando juegas a tu deporte favorito, cuando ves una película de terror que te gusta, cuando te quedas hasta tarde trabajando en un proyecto que deseas realizar y terminar, estás experimentando este tipo de estrés.

El eustrés sucede cuando tenemos retos a los que nos enfrentamos con entusiasmo, cuando luchamos por alcanzar una meta, cuando tenemos una razón para levantarnos por la mañana. Sin todo eso, la vida empieza a parecer vacía y sin sentido.

Para sentirnos vivos necesitamos ese eustrés; sin él, podemos sentirnos tristes, deprimidos e incluso pensar que la vida no tiene ningún sentido. Es un tipo de estrés que nos mantiene felices y sanos.

Lo que determina que un acontecimiento suponga estrés positivo o negativo no sólo depende del acontecimiento en sí mismo, sino también de la percepción que una persona tenga de él. Si tu jefe te encomienda una tarea nueva, puedes verlo como un reto, o puedes verlo como una amenaza. Si lo ves como una amenaza, pensarás que es muy difícil, que no tienes la capacidad para hacerlo, que no sabrás, que quedarás mal ante tu jefe... Es decir, estarás experimentando un estrés negativo. En cambio, si lo ves como un reto, pensarás que vas a salir de la rutina habitual, que puede ser una oportunidad para quedar bien ante tu jefe, que tendrás que informarte porque no tienes claro cómo hacerlo, pero que enseguida encontrarás el modo porque confías en tu capacidad para solucionar problemas... Por tanto, estarás experimentando un estrés positivo o eustrés, mucho más saludable que el estrés negativo. Y sólo de vos depende ver las cosas de un modo u otro.

El eustrés es un estrés con connotaciones positivas para la salud y se considera una forma básica de motivación. El distrés es el estrés con connotaciones negativas para la salud y puede conducir a disfunciones, diferentes trastornos, enfermedades y muerte. Teniendo en cuenta sus efectos en los ejes emocional, biológico, psicológico y conductual, podemos distinguir adecuadamente entre estos dos tipos de estrés.

El eustrés presenta:
Desde el punto de vista de las consecuencias emocionales: alegría, felicidad y activación óptima.

Desde el punto de vista de las consecuencias biológicas: favorece el fortalecimiento del sistema inmunitario, permitiendo un mayor autocontrol de la activación cardiovascular.

Desde el punto de vista de sus consecuencias psicológicas: incrementa la autoconfianza y la autoestima. Permite una mayor percepción del control. Otorga expectativas más realistas sobre el logro de metas. Permite sostener relaciones interpersonales más firmes y fluidas, con una mayor percepción del apoyo social disponible. Aumenta la capacidad de desconexión, evitando la sobrecarga.

Desde el punto de vista conductual: favorece un mayor incremento en la motivación hacia hábitos saludables, mejorando la calidad de vida. En el caso de presencia de enfermedad, existe una mayor adherencia y seguimiento de los tratamientos médicos. Se facilita el diálogo y la capacidad de negociación.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Lo que no te mata te fortalece


En la Biología hay un termino denominado: Horméis: del griego, horméis movimiento rápido, activar, poner en movimiento, desencadenar un respuesta. Horméis se refiere a la respuesta positiva del organismo al ser expuesto a dosis moderadas de toxinas y otros elementos estresantes.

En la psicología, resiliencia, que se define como la capacidad psicológica humana para confrontar eventos dolorosos y adversos que representan un riesgo físico y/o emocional, de aprender, crecer y madurar como resultado de estos. Esta cualidad psicológica fue descubierta al observar a niños, quienes a pesar de haber crecido en ambientes familiares disfuncionales, llenos de carencias materiales y emocionales, haber sido expuestos a un alto nivel de estrés, legaron a ser adultos, funcionales y productivos.

Gracias a esta la capacidad, es que el dolor, obstáculos, caídas y las adversidades tales como, personas que se les han diagnosticado enfermedades crónicas terminales que sin embargo han encontrado un nuevo sentido a la vida y ahora pueden experimentar encontrar la felicidad aun en medio de circunstancias difíciles. También de personas que han vivido una sufrida niñez, traumática, o que han sufrido dolor profundo por la perdida de un ser querido, o se les ha diagnosticado una enfermedad terminal, no solo sobreviven esas experiencias, sino que también aprenden a encontrar el sentido, la ventaja el valor, la enseñanza de esas experiencias y eventos en su vida.

¿Se nace con esta capacidad Psicológica?
La psicología evolutiva ciencia que estudia el desarrollo y evolución de las cualidades psicológicas humanas manifiesta que la capacidad para confrontar adversidades, de crecer y madurar como resultado de ellas es un regalo de la vida, de la naturaleza humana, y ha sido transmitida genéticamente por generaciones. Es decir, todos nacemos con la predisposición para desarrollar en la personalidad resistente al embate de las adversidades.

Recientemente la psicología cognitiva y de las neurociencias, han demostrado, que la resiliencia en el individuo se fortalece en la medida de que este es expuesto de manara sistemática a pequeñas dosis de adversidad, reto, y de dolor. Han descubierto que la resiliencia es como un músculo que crece y se desarrolla al confrontar exitosamente situaciones adversas en nuestra vida.

Pero la pregunta es ¿como podemos ejercitar y hacer crecer este músculo?
Existen momentos en nuestras vidas en los que nos sentimos agobiados por cosas que nos ocurren. Durante esos tiempos, se requiere de algo excepcional que nos ayude a salir adelante. Se requiere de aprender habilidades mentales que nos permitan transformar los eventos negativos en oportunidades para crecer y madurar. Es en esos momentos en los que podemos ejercitar nuestra resiliencia o capacidad para vencer adversidades.

Cuando la vida te presente situaciones adversas, es bueno practicar lo siguiente:
Buscar los posibles beneficios de la experiencia.

Pensar en las cosas las cosas buenas de la vida, la posibilidad de disfrutar. Pensar en las cosas que aun se tiene, en lugar de enfocarse en lo que sea perdido.

Tratar de encontrar las posibles ventajas o cosas positivas de la situación. Buscar los posibles beneficios que este evento puede tener en tus valores y prioridades, tu salud, la relación con los amigos y seres queridos.Descubrir el sentido espiritual de la experiencia.Reflexionar acerca de la experiencia, como podría enseñarte acerca de vos mismo, de la vida, de las cosas que son más importantes etc.

Buscar el sentido espiritual, la experiencia. Preguntarse, que es lo que esta experiencia me esta tratando de enseñar, mis valores, mis prioridades, hábitos etc.
Pensar en los posibles beneficios, que podría ayudarte a descubrir o redescubrir acerca de tus valores y prioridades tu misión y propósito de vida, sueños etc.
Reflexionar acerca de como esta experiencia podría estar preparando a la persona psicológica y espiritualmente para vivir una vida mas plena, madura y satisfactoria.
La vida no es más que un proceso de constante aprendizaje.En cada vivencia personal ya sea positiva o negativa tenemos la posibilidad descubrir y de aprender algo nuevo.

Para lograr la plenitud y disfrutar cada momento podemos ejercitar lo siguiente:
La situación es difícil pero no es el fin del mundo.

He sobrevivido situaciones similares en el pasado y pude salir airosa.

Algo bueno saldrá de esta experiencia.

La vida sigue y mientras hay vida hay esperanza.

Vive la vida con gratitud.

Las personas que constantemente expresan gratitud tienen un sentido de abundancia en sus vidas, son capaces de apreciar las cosas pequeñas de la vida y son en general más felices. Pero también han encontrado que vivir una vida con gratitud y agradecimiento hace a las personas más fuertes y resistentes ante las situaciones dolorosas y adeveras de la vida.

Una forma de practicar agradecimiento en la vida diaria es:
Todos los días pensar tres cosas de las que estas muy agradecida/o. El enfocarte en los eventos positivos de tu vida, por pequeños que esto sean enriquecerán tu vida y te hacen más fuerte y feliz y mas agradecido ante la vida y ayudara combatir la tendencia natural de menospreciar o minimizar las cosas buenas que pasan en nuestras vidas.

Buscar oportunidades diarias para aprender, crecer y madurar.

El confrontar retos y desafíos nos da la oportunidad para desarrollar nuevas habilidades y destrezas. La vida puede ser nuestro mejor campo de entrenamiento para fortalecer nuestra capacidad para confrontar y sobreponernos a eventos potencialmente dolorosos en el futuro. El buscar oportunidades para aprender, afinar, perfeccionar nuevas y más sofisticadas habilidades intelectuales, personales, emocionales y psicológicas nos hará más fuerte para resistir, sobreponerse a aprender de las situaciones dolorosas que sin duda seguirás confrontado, en menor o mayor grado, durante toda tu vida.

Estas actividades ayudaran fortalecer el músculo de resiliencia. Recordar que al exponerse de manera diaria y disciplinada a dosis controladas de adversidad Horméis puede fortalecerte para confrontar y sobreponerse, de manera efectiva, a las pequeñas y grandes adversidades y retos de la vida.

Lo que no te mata te prepara y te hace más fuerte emocionalmente para resistir y sobreponerte a los dolores inevitables de la vida.

sábado, 15 de mayo de 2010

Tener o Ser


Del: Libro Tener o Ser de: Erich Fromm

Estas son algunas de las líneas que el texto guarda:

“La satisfacción ilimitada de los deseos no produce bienestar, no es el camino
de la felicidad ni aun del placer máximo”.

“El sueño de ser los amos independientes de nuestras vidas terminó cuando empezamos a comprender que todos éramos engranajes de una máquina burocrática, y que nuestros pensamientos, sentimientos y gustos los manipulaban el gobierno, los industriales y los medios de comunicación para las masas que ellos controlan”.

“La avaricia y la paz se excluyen mutuamente”.

“El desarrollo de este sistema económico ya no quedó determinado por la pregunta: ¿Qué es bueno para el hombre?, sino por la pregunta: ¿Qué es bueno para el desarrollo del sistema?”.

“Veamos otro ejemplo: carece de sentido decir:
Tengo un gran amor
El amor no es algo que se pueda tener, sino un proceso, una actividad interior a la que se está sujeto. Puedo amar, estar enamorado, pero al amar, no tengo…nada. De hecho, cuanto menos tenga, más puedo amar”.

“Como la sociedad en que vivimos se dedica a adquirir propiedades y a obtener ganancias, rara vez vemos una prueba del modo de existencia de ser, y la mayoría considera el modo de tener como el modo más natural de existir, y hasta como el único modo aceptable de vida”.

“Quizá el placer más grande no consiste en poseer cosas materiales, sino seres vivos.
En una sociedad patriarcal hasta el hombre más miserable de las clases más pobres puede ser propietario de su esposa, de sus hijos, de sus animales, y cree ser su dueño absoluto”.

“Quizás el ejemplo más sorprendente del actual fenómeno de comprar y consumir sea el automóvil particular. Nuestra época merece llamarse “la edad del automóvil”, porque toda nuestra economía se basa en la fabricación de automóviles, y nuestra vida en gran parte se ve determinada por las altas y bajas del mercado de autos”.

“Para Spinoza, la salud mental es, en último término, una manifestación de vivir bien; la enfermedad mental es un síntoma de no vivir según los requisitos de la naturaleza humana, y aunque el avaro no piense en ninguna otra cosa que el lucro o en el dinero, y el ambicioso en la gloria, etc., no se cree que deliran, porque suelen ser molestos y se los considera dignos de odio. Pero en realidad la avaricia, la ambición, la lujuria, etc., son especies de delirio, aunque no se las cuente entre las enfermedades”.

“Si yo soy lo que tengo, y si lo que tengo se pierde, entonces ¿quién soy?
Nadie, sino un testimonio frustrado, contradictorio, patético de una falsa manera de vivir.
Como puedo perder lo que tengo, necesariamente en forma constante me preocupa esto.
Tengo miedo a los ladrones, de los cambio económicos, de las revoluciones, de la enfermedad, de la muerte, y tengo miedo a la libertad, al desarrollo, al cambio, a lo desconocido.
Por ello estoy continuamente preocupado, y sufro una hipocondría crónica, en relación no sólo con la pérdida de la salud, sino con cualquier otra pérdida de lo que tengo; me vuelvo desconfiado, duro, suspicaz, solitario, impulsado por la necesidad de tener más para estar mejor protegido”.

“Mientras que tener se basa en algo que se consume con el uso, ser aumenta con la práctica (la zarza ardiendo que no se consume es el símbolo bíblico de esta paradoja). Los poderes de la razón, del amor, de la creación artística e intelectual, todos los poderes esenciales aumentan mediante el proceso de expresarlos. Lo que se gasta no se pierde, sino, al contrario, lo que se guarda se pierde.
La única amenaza a mi seguridad de ser está en mi mismo: en mi falta de fe en la vida y en mis poderes productivos, en mis tendencias regresivas; en mi pereza interior y en la disposición a que otros se apoderen de mi vida; pero estos peligros no son inherentes al ser, como el peligro de perder las cosas es inherente al tener”.

El autor termina el libro presentando características del hombre nuevo y una moderna sociedad.

jueves, 13 de mayo de 2010

Vientos de Cambios


No podemos quedarnos quietos si sabemos que un cambio nos permitiría ser más coherentes, más eficaces y más felices.

Como respuesta a circunstancias externas, o por reflexiones vinculadas a nuestra evolución personal, en ocasiones nos planteamos la necesidad de tomar decisiones que suponen cambios drásticos en nuestra manera de pensar o actuar. Somos animales de costumbres y tendemos a responder del mismo modo ante estímulos similares, pero a la vez tenemos capacidad para reaccionar de modo distinto al habitual, ya sea porque el entorno nos exige en ese momento respuestas distintas, más adecuadas a la situación o más conformes a nuestra manera de ver las cosas porque queremos mejorar como personas y vivir mas plenamente.

Los cambios surgen cuando sobrevienen circunstancias distintas de las habituales, porque son las que con mayor probabilidad pueden conducirnos a la necesidad de plantearnos una modificación de nuestro patrón de conducta. Una conversación sincera y dolorosa con un amigo de toda la vida, la ruptura de una larga relación de pareja, el nacimiento de un hijo, un proceso introspectivo que nos confirma la necesidad de cambiar, el traslado a otro país o ciudad, la muerte inesperada de un ser querido, la visita al psicólogo, los hijos que se van de casa, la primera experiencia laboral, una enfermedad, la jubilación, son muchos los factores que favorecen que pongamos en cuestión algunas de nuestras convicciones o costumbres.

Para crecer como personas, para madurar, para mantener un equilibrio emocional que nos permita responder a las exigencias del entorno, debemos cambiar permanentemente. No podemos quedarnos parados ni decir "soy así, qué le vamos a hacer", si sabemos o intuimos que un cambio nos permitiría ser más coherentes, más eficaces y más felices.

Nuestra historia personal demuestra que como entes pensantes y sensibles que somos, cambiamos y evolucionamos cada día. Y esa es una de las emociones que nos depara la vida: comprobar cómo nos vamos adaptando, cómo vamos interactuando con el entorno. Cada nueva situación exige una respuesta específica que extraemos de nuestro interior tras remover, intuitiva o premeditadamente, nuestra experiencia y nuestra manera de pensar tras recibir la influencia de quienes nos quieren y nos rodean.

Se trata de tomar el timón de nuestro barco, de pilotear hacia donde queremos y podemos, y no hacia donde nos lleva la corriente o un viejo mapa que no incluye la información necesaria para una navegación óptima.

Las personas que han conseguido realizar grandes y satisfactorios cambios en su vida, lo han hecho a costa de romper hábitos y creencias, suyas o ajenas, que les impedían evolucionar en la dirección deseada. Es frecuente que la idea motora del cambio sea una obsesión o una convicción profunda que permanecía dormida esperando el momento para emerger. Pero no siempre es así. La creatividad de la psique humana es insondable, y una persona pensando y reflexionando puede llegar muy lejos si se lo propone.

Nuestra vida y nuestra personalidad las vamos construyendo cada día, y un asunto tan esencial no podemos dejarlo en manos del azar ni de la voluntad de otras personas.

Reflexionemos sobre lo que no "nos gusta" de cómo somos.

Escribamos una lista de cosas a mejorar, comenzando por las importantes.

Permanezcamos atentos a lo que nos pasa. Cada situación requiere una respuesta específica; cada deseo y cada sueño, también.

Analicemos las situaciones nuevas y estudiemos las ventajas e inconvenientes de las decisiones que podemos adoptar ante ellas.

Una vez meditada suficientemente la decisión, si decidimos cambiar, hagámoslo.

Escuchemos a quienes se oponen, pero decidamos en libertad.

El miedo al cambio siempre acecha; prestemos atención a los pensamientos constructivos y positivos, no a los negativos.

Si estamos convencidos de la necesidad del cambio y no nos vemos capaces de hacerlo solos, solicitemos ayuda a profesionales en psicología.

Seamos conscientes de que un cambio de rutinas o de manera de pensar supone un esfuerzo y entraña algún riesgo emocional.

martes, 11 de mayo de 2010

Reflexión


"Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta, y en el momento exacto.Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre... Auto-estima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es... Autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver que todo lo que acontece, contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama... Madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a percibir como es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona, solo para realizar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o la persona no está preparada... inclusive yo mismo. Hoy sé que el nombre de eso es... Respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable... Personas, situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. De inicio, mi razón llamó esa actitud egoísmo. Hoy sé que se llama... Amor Propio.

Cuando me amé de verdad, dejé de temer tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los Mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es... Simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, me equivoque mucho menos veces. Hoy descubrí la... Humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme con el Futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama... Plenitud.

Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mí corazón, ella tiene una gran y valiosa aliada. Todo eso es.... ¡SABER VIVIR!

No debemos tener miedo de confrontarnos... Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas."

El autor es anónimo me gusto y quise compartirlo con todos ustedes...

lunes, 10 de mayo de 2010

SIDA


El SIDA, enfermedad del Siglo XX, ha venido siendo abordado desde diferentes profesiones, lo cual obedece al tipo de efectos psicológicos, sociales y orgánicos que la enfermedad produce en quien la padece.

SIDA significa Síndrome de Inmuno-Deficiencia Adquirida. El SIDA se refiere a un grupo de enfermedades causadas por el VIH, Virus de la Inmunodeficiencia Humana, que ataca el sistema inmunitario. Cuando el sistema inmunitario funciona correctamente, combate infecciones y enfermedades. Cuando el VIH entra en el cuerpo, invade y destruye las células del sistema inmunitario que se encargan de combatir virus y bacterias, los causantes de infecciones y enfermedades. Esto a su vez hace que el sistema inmunitario se debilite y pierda la capacidad de mantener la salud del cuerpo.

Síndrome
- grupo de enfermedades.

Inmundo - relacionado con el sistema inmunitario. Este sistema trabaja en el cuerpo humano a fin de combatir infecciones y enfermedades.

Deficiencia - carencia o insuficiencia de todas las partes esenciales de algo.

Adquirida - que se ha hecho propia mediante un acto personal.

Una persona puede estar infectada con VIH sin saberlo. Por lo general, las personas infectadas con el virus se ven saludables y no muestran síntomas de enfermedad alguna. Este período de incubación, dado que no hay manifestaciones de enfermedades, puede durar de 8 a 11 años en algunas personas. El SIDA es la última etapa de la infección con VIH.

Para hacer frente a las distintas situaciones angustiantes que se le plantean al paciente con HIV, en especial con respecto a su complejo tratamiento, la contención psicológica es fundamental.Cuando se la incluye dentro del tratamiento integral de la infección, aporta una mejor calidad de vida. El tratamiento de los pacientes infectados con el HIV no se limita a las terapias antirretrovirales destinadas a combatir el virus que causa el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida o Sida.

Un abordaje terapéutico integral requiere indefectiblemente de la labor de psicólogos y psiquiatras especializados que contengan al paciente que enfrenta un tratamiento tan complejo como el que supone esta infección.

Para los pacientes con HIV, el apoyo psicológico tiene una gran importancia dado que esta infección (muy a pesar de los especialistas, pacientes y familiares o seres queridos) está muy fuertemente ligada a la muerte.

Si bien es tratable, aún no es curable y por eso esta asociación es casi instantánea. Los expertos consultados coinciden unánimemente en que la persona que recibe un diagnóstico de HIV positivo necesita una contención psicológica para hacer frente a muchas situaciones que le plantea el tratamiento de la infección. El diagnóstico, la aparición de los primeros síntomas, los controles periódicos y muchas otras situaciones generan una gran movilización interior que se traduce casi siempre en angustia.

Tampoco hay que olvidar que sobre la infección por HIV pesa una fuerte carga social. La infección que causa el virus del Sida está marcada socialmente. El miedo irracional a contagiarse genera la discriminación, la marginación y el aislamiento social de las personas infectadas.
Una mejor calidad de vidaPero el apoyo psicológico de estas personas no sólo tiene por objetivo hacer frente a la suma de ansiedades, temores y angustias que genera su condición de HIV positivos. Mejorar la adherencia a los tratamientos es una de las metas fundamentales de los abordajes integrales.

Cabe recordar que el apoyo psicológico no sólo es necesario para el paciente sino también para su familia.

viernes, 7 de mayo de 2010

El Amor


Cuentos cortos; De Jorge Bucay

Se trata de dos hermosos jóvenes que se pusieron de novios cuando ella tenía trece y él dieciocho. Vivían en un pueblito de leñadores situado al lado de una montaña. Él era alto, esbelto y musculoso, dado que había aprendido a ser leñador desde la infancia. Ella era rubia, de pelo muy largo, tanto que le llegaba hasta la cintura; tenía los ojos celestes, hermosos y maravillosos…
La historia cuenta que habían noviado con la complicidad de todo el pueblo. Hasta que un día, cuando ella tuvo dieciocho y él veintitrés, el pueblo entero se puso de acuerdo para ayudar a que ambos se casaran.

Les regalaron una cabaña, con una parcela de árboles para que él pudiera trabajar como leñador. Después de casarse se fueron a vivir allí para la alegría de todos, de ellos, de su familia y del pueblo, que tanto había ayudado en esa relación.

Y vivieron allí durante todos los días de un invierno, un verano, una primavera y un otoño, disfrutando mucho de estar juntos. Cuando el día del primer aniversario se acercaba, ella sintió que debía hacer algo para demostrarle a él su profundo amor. Pensó hacerle un regalo que significara esto. Un hacha nueva relacionaría todo con el trabajo; un pulóver tejido tampoco la convencía, pues ya le había tejido pulóveres en otras oportunidades; una comida no era suficiente agasajo…

Decidió bajar al pueblo para ver qué podía encontrar allí y empezó a caminar por las calles. Sin embargo, por mucho que caminara no encontraba nada que fuera tan importante y que ella pudiera comprar con las monedas que, semanas antes, había ido guardando de los vueltos de las compras pensando que se acercaba la fecha del aniversario.

Al pasar por una joyería, la única del pueblo, vio una hermosa cadena de oro expuesta en la vidriera. Entonces recordó que había un solo objeto material que él adoraba verdaderamente, que él consideraba valioso. Se trataba de un reloj de oro que su abuelo le había regalado antes de morir.

Desde chico, él guardaba ese reloj en un estuche de gamuza, que dejaba siempre al lado de su cama. Todas las noches abría la mesita de luz, sacaba del sobre de gamuza aquel reloj, lo lustraba, le daba un poquito de cuerda, se quedaba escuchándolo hasta que la cuerda se terminaba, lo volvía a lustrar, lo acariciaba un rato y lo guardaba nuevamente en el estuche.

Ella pensó: "Que maravilloso regalo sería esta cadena de oro para aquel reloj." Entró a preguntar cuánto valía y, ante la respuesta, una angustia la tomó por sorpresa. Era mucho más dinero del que ella había imaginado, mucho más de lo que ella había podido juntar. Hubiera tenido que esperar tres aniversarios más para poder comprárselo. Pero ella no podía esperar tanto.

Salió del pueblo un poco triste, pensando qué hacer para conseguir el dinero necesario para esto. Entonces pensó en trabajar, pero no sabía cómo; y pensó y pensó, hasta que, al pasar por la única peluquería del pueblo, se encontró con un cartel que decía: "Se compra pelo natural". Y como ella tenía ese pelo rubio, que no se había cortado desde que tenía diez años, no tardó en entrar a preguntar.

El dinero que le ofrecían alcanzaba para comprar la cadena de oro y todavía sobraba para una caja donde guardar la cadena y el reloj. No dudó. Le dijo a la peluquera:

- Si dentro de tres días regreso para venderle mi pelo, ¿usted me lo compraría?

- Seguro – fue la respuesta.

- Entonces en tres días estaré aquí.

Regresó a la joyería, dejó reservada la cadena y volvió a su casa. No dijo nada.

El día del aniversario, ellos dos se abrazaron un poquito más fuerte que de costumbre. Luego, él se fue a trabajar y ella bajó al pueblo.

Se hizo cortar el pelo bien corto y, luego de tomar el dinero, se dirigió a la joyería. Compró allí la cadena de oro y la caja de madera. Cuando llegó a su casa, cocinó y esperó que se hiciera la tarde, momento en que él solía regresar.

A diferencia de otras veces, que iluminaba la casa cuando él llegaba, esta vez ella bajó las luces, puso sólo dos velas y se colocó un pañuelo en la cabeza. Porque él también amaba su pelo y ella no quería que él se diera cuenta de que se lo había cortado. Ya habría tiempo después para explicárselo.

Él llegó. Se abrazaron muy fuerte y se dijeron lo mucho que se querían. Entonces, ella sacó de debajo de la mesa la caja de madera que contenía la cadena de oro para el reloj. Y él fue hasta el ropero y extrajo de allí una caja muy grande que le había traído mientras ella no estaba. La caja contenía dos enormes peinetones que él había comprado… vendiendo el reloj de oro del abuelo.

Si ustedes creen que el amor es sacrificio, por favor, no se olviden de esta historia. El amor no está en nosotros para sacrificarse por el otro, sino para disfrutar de su existencia.

jueves, 6 de mayo de 2010

Iatrogenia en terapia


Muchos tratamientos psicológicos pueden ser iatrogénicos, es decir, pueden hacer daño en lugar de ayudar. Pensar que una terapia cuando no es efectiva es inefectiva es simplista, una terapia también puede ser dañina.
Factores que en la comunicación con el paciente son potencialmente iatrogénicos:

1) Palabras y gestos traumatizantes para el paciente, debilitar su seguridad, provocar sentimientos de humillación o ridículo, estimular su hipocondría, atentar contra su autoestima o crear o aumentar desconfianza.

2) Frases en las que se niega la existencia de enfermedad que encierra una injusticia valorativa del paciente, el cual puede sentirse acusado de simulador.

3) Formas de comunicación en las que el médico oculta su búsqueda de satisfacción personal siguiendo impulsos de la libido o agresivos, que constituyen un verdadero atentado contra el sentido de servicio que tiene la terapéutica.

4) Hacer confidencias acerca de problemas o situaciones, propios o de otras personas, mediante los cuales se intenta equivocadamente facilitar la comprensión al paciente de los suyos, pero que suelen afectar negativamente al incidir en los sentimientos de inferioridad. Constituyen, un defecto de técnica.

5) Exceso en la exposición de razonamientos lógicos, o se aplican a lo irracional, que carece de lógica, o son inaccesibles para el paciente desde su situación o debido a sus aptitudes.

6) Palabras y expresiones con matices mágicos que surgen del propio narcisismo.

7) Formulación de toda clase de consejos que vayan más allá de los límites de lo puramente terapéutico. Si no son seguidos por el paciente pueden movilizar sentimientos de culpa; si se siguen y no son útiles, pueden disminuir la autoridad del terapeuta; y si seguidos resuelven algo, puede aumentar la dependencia.

8) Cualquier expresión que pueda significar autoritarismo, tanto por lo que puede aumentar la dependencia hasta convertirla en subordinación, como por lo que puede afectar a la necesaria autoridad y disminuirla.

9) Cualquier manifestación de inseguridad que fácilmente puede incrementar la angustia del paciente.

10) Si bien la sugestión, como la persuasión son formas de psicoterapia menor, una utilización por parte del terapeuta que sobrepase sus propias limitaciones para manejar la situación creada, puede ser nociva para el enfermo.

11) Diagnósticos precipitados no suficientemente confirmados pueden quedar fijados en el paciente y puede resultar muy difícil rectificarlos posteriormente. Igualmente pueden ser nocivos diagnósticos y pronósticos que por su formulación resulten destructivos.

12) Los tecnicismos, que si bien son precisos en el lenguaje científico, tienen excesivos matices en el llamado coloquial y suelen desorientar.

lunes, 3 de mayo de 2010

Odio y Resentimiento


Una de las experiencias inexpresadas mas corriente es el resentimiento, es la situación inconclusa por excelencia.
Los resentidos no pueden avanzar y liberarse, expresar su enojo, cambiar el mundo para obtener satisfacción, ni pueden aflojar y olvidar el asunto que les molesta.
El resentimiento es el equivalente psicológico de la mordedura perseverante, ni pueden soltar, ni morder y masticar, ni cualquier acción que permita que tal persona o episodio retroceda hacia el fondo, ni puede, tampoco, acometer esto activamente. Detrás de todo resentimiento hay exigencias, la exigencia es la única forma de comunicación. Fritz Perls (Medico neuropsiquiatra- psicoanalista)

El resentimiento es un odio triste que invade el organismo afectivo de una persona más allá de su causa. El resentimiento nace de un agravio o una ofensa y acaba creando una mala imagen de uno mismo.

El lenguaje, que analiza los sentimientos con una precisión superior a la psicología, distingue entre odio, rencor y resentimiento. Todos implican una aversión hacia alguien o hacia algo y un deseo de destruirlo o aniquilarlo. Mientras que el amor, se ocupa en afirmar su objeto, odiar es sentir irritación por su propia existencia. El rencor y el resentimiento sólo se dirigen contra personas e incluyen la memoria de un agravio o injuria. Son sentimientos memoriosos, reiterativos, que mantienen vivo el recuerdo de un hecho pasado, sin dejarlo caer en el olvido. Quienes lo experimentan están anclados en un pasado que no pueden olvidar y que, de alguna manera, determina su vida.

Cuando los impulsos negativos de venganza y odio, no los podemos vencer mediante un perdón auténtico, y simultáneamente no les podemos dar rienda suelta, por debilidad personal o por posición social, el veneno del resentimiento aparece insensiblemente hasta producir sus más amargos frutos.

El resentimiento es una autointoxicación psíquica permanente, que surge al reprimir sistemáticamente la descarga de ciertas emociones y afectos Los que son en si normales, y pertenecen al fondo de la naturaleza humana, tiene que ver con juicios de valor y los correspondientes engaños valorativos.

Como ayudar a superar esto, solo es decisión del afectado el tiene que desear salir de esa desagradable situación:
La primera es el olvido, pero como todo el mundo sabe, podemos recordar a voluntad, pero no olvidar a voluntad.
La segunda, es el perdón. Quien perdona, no olvida, pero toma la iniciativa.
Hay perdones psicológicos y hay perdones religiosos, dependiendo de si se fundan en motivos psicológicos o religiosos.Hay sentimientos que por su capacidad de hacer sufrir y por su tendencia a no desaparecer hacen imprescindible un trabajo afectivo para conseguir hacerlos compatibles con la vida.

Mariela quería contestarte por esta mi casa, no soy profesional soy estudiante de psicología, me falta un camino por recorrer, lo hago a mi ritmo, o mejor al tiempo que me deja mis ocupaciones, que es el trabajo, mi familia, el estudio.
No soy mentirosa, no agredí a nadie, solo comente en un blog, al cual vos no consideras, no te conozco y no me conoces, y no entiendo como podes juzgar con tanta liviandad a una persona.
Te deseo lo mejor, espero que en medio del caos encuentres paz.