domingo, 29 de noviembre de 2009

La Depre


“Deprimidamente" anda la gente sin saber muy bien por qué. La depresión es una palabra dominante en nuestra cultura, contraseña que abre puertas en una sociedad que tiene miedo a llamar las cosas por su nombre. La depre está en boga y en boca de todos. Parece que quiere expresar un cierto malestar y a la vez disimularlo: estar deprimido es socialmente correcto pero estar triste o sentirse mal, no.

Esa depresión que está por todas partes no existe curiosamente como enfermedad psíquica para el Psicoanálisis. Existen ciertas personas que sufren síntomas depresivos con los cuales intentan, sin saberlo, decir algo de ellas mismas que desconocen. Ante esto podemos optar por una de estas dos actitudes: escuchar o diagnosticar. Escuchar el conflicto que encierran esos síntomas o banalizarlo con ese diagnóstico de depresión que, tan a menudo, funciona como una etiqueta universal que nos lleva a preguntarnos si no es eso, precisamente, el origen de tantos deprimidos.

Lo que se llama depresión toma varias formas. Existen estados de tristeza y de dolor por la caída de ciertos ideales, de nuestra propia imagen ideal o por la pérdida de nuestros puntos de referencia; también estados de tedio y apatía por la imposibilidad de rebelión en un mundo conformista. Distintas son esas experiencias de pérdida que atraviesa todo ser humano a lo largo de su vida, la muerte de un ser querido, un fracaso amoroso, el duelo por deber abandonar un país... A las que a menudo no les damos tiempo para que se vaya elaborando un duelo y es entonces cuando pueden traducirse por estados depresivos o por conductas autodestructivas, por ejemplo, ciertos pequeños accidentes extraños y repetidos.

La depresión se manifiesta por la inhibición o por síntomas somáticos que irrumpen de manera paradójica e inexplicable justo antes de alcanzar un objetivo importante y muy anhelado.

No hay que confundir estos síntomas depresivos con la melancolía, ese estado rigurosamente diferenciado por Freud, que se caracteriza por una sensación de vaciamiento, de invasión de la nada, de sinsentido radical, de atracción por la nostalgia, con autoreproches sádicos y fustigamientos culposos que puede llegar hasta la postración e incluso a la idealización de la muerte.

La depresión también puede servir de coartada o como cajón de sastre donde entra todo y no dice nada, un remiendo que tapa la boca por dónde podría hablar el malestar. La depresión es entonces una respuesta que pone fin al preguntar. ¿Por qué preferimos arrastrar durante años nuestra depresión, en lugar de hacer frente al conflicto que la está causando?

Si usted está deprimido: Los trastornos depresivos hacen que uno se sienta inútil, desvalido, desesperanzado. Estos pensamientos y sentimientos pueden hacer que se dé por vencido. Es importante conocer que estas ideas negativas son parte de la depresión y generalmente no reflejan con exactitud su estado de ánimo. Los pensamientos negativos desaparecen conforme el tratamiento empieza a hacer efecto. Pero mientras tanto:

No se fije metas difíciles.
No espere demasiado de sí mismo, si lo hace sólo aumentará su sensación de fracaso.
Procure estar con otras personas, generalmente es mejor que estar solo.
Participe en actividades que le hagan sentirse mejor: ejercicio ligero, ir al cine, espectáculos...
No tome decisiones importantes en su vida, tales como cambiar de empleo, casarse...
No espere salir de su depresión de inmediato, rara vez sucede, ayúdese a sí mismo cuanto le sea posible y no se culpe por no encontrarse totalmente bien.

Si usted quiere ayudar a una persona deprimida, ayúdela a obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuado. Por supuesto es igualmente importante su apoyo emocional.

Ello requiere comprensión, paciencia, consideración y ánimo. Converse con la persona deprimida y escúchela cuidadosamente. Si escucha comentarios relacionados con suicidio no los ignore coménteselos siempre al Psicólogo.

Invite a la persona deprimida a caminar a ir de excursión, al cine... insista suavemente y si su invitación es rechazada insista pero sin exigirle mucho de inmediato, eso podría aumentar la sensación de fracaso.

No acuse a la persona deprimida de aparentar enfermedades o de debilidad, ni espere que salga inmediatamente de la depresión. Sometiéndose a tratamiento, la persona deprimida, mejorará. Téngalo siempre presente y asegúrele continuamente que con tiempo y ayuda, se sentirá mejor.

En eso estoy por estos días mi esposo esta depresivo, esa es la razón por la cual no estoy muy activa con mi querido blog… Donde me encuentro con todos ustedes mis amigos virtuales.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Trastorno Psicologico por Dispareunia


Por dispareunia o coito doloroso se entiende la aparición de dolor durante el coito, bien al principio, bien a lo largo del desarrollo del coito o al final del mismo.El dolor causado por la dispareunia, puede implicar sensaciones de ardor, quemadura, contracción o dolor cortante; y su localización puede estar en la parte externa de la vagina, en la parte interna o en la región pélvica y el abdomen.La frecuencia de la aparición del coito doloroso es muy variada; en algunos casos puede presentarse en todos los intentos de coito; en otros casos sólo en contadas ocasiones, o sólo en determinadas posturas.

Es más, la mayoría de las mujeres que sufren de dispareunia han experimentado dolor en alguna ocasión durante sus actividades sexuales, pero la dispareunia hace referencia a una condición crónica, es decir, el dolor aparece con relativa frecuencia y durante amplios períodos de tiempo.

Causas Orgánicas:
Causas orgánicas, por ejemplo deformaciones o trastornos del introito vaginal, de la vagina, del útero, de las trompas de Falopio o de los ovarios. Enfermedades de la pelvis, o incluso enfermedades más generales, como diabetes o estados carenciales de estrógenos. Así mismo, cualquier estado físico que origine escasa lubricación vaginal puede producir molestias durante el coito. Otras causas pueden ser el uso de determinadas cremas anticonceptivas, espermicidas o de productos detergentes usados en la higiene íntima que irriten la vagina, y el uso de determinados preservativos. Por último, introducciones demasiado profundas o empujes violentos que compriman los órganos internos útero u ovarios, este problema se evita cuando la mujer se coloca en posición superior durante el coito.

Causas psicológicas:
Tan importante como los aspectos orgánicos pueden ser los aspectos psicológicos para la aparición de la dispareunia. Entre estos, los efectos de una educación sexual inadecuada o una mala información, la ansiedad, la falta de excitación sexual, temores o miedos intensos asociados al coito debido a experiencias traumáticas anteriores, desfloración violenta, abusos o agresiones sexuales, violación, e incluso un tiempo insuficiente dedicado a la excitación que impida la adecuada lubricación vaginal.

El que culturalmente se establezca que la primera relación sexual debe ser dolorosa para la mujer facilita unas expectativas que llevan a interpretar como dolorosa gran parte de las estimulaciones que aparecen en esa situación. Así mismo, la ansiedad generada alrededor de las relaciones sexuales puede facilitar la aparición de una tensión considerable en la mujer que dificulte la penetración, haciéndola dolorosa, e incluso que disminuya la lubricación. Quizá el problema más importante que provoca la dispareunia, sea la falta de excitación, la mujer no responde en absoluto, porque el ritmo de la relación sea demasiado rápido para que llegue a una respuesta eficaz. Es muy difícil que una persona esté ansiosa y pendiente si lo hará bien o mal durante sus relaciones sexuales llegue a excitarse y a lubricar de forma adecuada.

En el hombre:
Por lo general se considera la dispareunia como un trastorno típico de la mujer, también puede producirse en el hombre, si bien su incidencia es muy escasa. No obstante, al menos en la mitad de los casos parecen fundamentales los factores psicológicos como educación inadecuada, miedo a la relación o a la penetración, aprendizaje de experiencias anteriores traumáticas, etc.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Nostalgia


La nostalgia se consideraba una enfermedad clínica. En el siglo XX, se asumió como un trastorno psiquiátrico, con síntomas como el insomnio, la ansiedad y la depresión. Recientemente, los psicólogos han comenzado a concentrarse en los aspectos positivos y potencialmente terapéuticos de la nostalgia.

Estudios recientes en los que se examina la nostalgia han demostrado que ésta se presenta en personas de todas las culturas y de todos los grupos de edades. A pesar de darse en individuos tan distintos, ciertos rasgos son comunes en la mayoría de las experiencias de este tipo. Por ejemplo, los pensamientos nostálgicos que experimentamos acostumbran a ser sobre una persona muy cercana afectivamente, un suceso relevante o un lugar que es importante para nosotros. Además, solemos ser la estrella del show en nuestras escenas nostálgicas, aunque por lo general, estemos rodeados de familiares y amigos.

La nostalgia está arraigada en la esencia del ser humano y testimonio de ello es que permanentemente se ve expresada en las creaciones artísticas. Vaya, entonces, un ejemplo:

Nostalgias
de escuchar su risa loca
y sentir junto a mi boca
como un fuego, su respiración.
Angustia de sentirme abandonado
y pensar que otro a su lado
pronto pronto le hablará de amor.
¡Hermano!
Yo no quiero rebajarme
ni pedirle, ni llorarle,
ni decirle que no puedo más vivir.
Desde mi triste soledad
veré caer las rosas muertas de mi juventud.
La música le pertenece a Juan Carlos Cobián
La letra A Enrique Cadícamo

La nostalgia se liga entonces, explícitamente en estos versos con la angustia, el abandono, la soledad y la pérdida de la juventud. El psicoanálisis nos invitaría a transitar por el laberinto de las pérdidas de objetos y los recortes narcisísticos. Pero antes de decir algo al respecto recordemos que la nostalgia, la tristeza y la depresión son consideradas por la psicología como sentimientos. En realidad resulta arduo el poder definir qué son los sentimientos y aún más el poder diferenciarlos.

Existe una real dificultad que algunos han tratado de definirlos por la negativa. Es decir, que los sentimientos serían lo que no es percepción, ni pensamiento, ni instinto. En todos los Manuales de psicología se habla que las emociones son súbitas, reactivas y transitorias, a diferencia de los sentimientos que poseen la característica de ser más permanentes.

La investigación plantea que la nostalgia puede promover la salud psicológica. La inducción de la nostalgia en un grupo de voluntarios para un determinado trabajo, trajo como consecuencia general la aparición de sentimientos positivos en dicho grupo, incluyendo una mayor autoestima y un aumento en la sensación de sentirse amados y protegidos por otras personas. Un estudio reciente ha demostrado que la nostalgia contrarresta efectos nocivos de la soledad al aumentar nuestra percepción de apoyo social. Y en ese mismo estudio se descubrió que la soledad puede disparar la nostalgia.

Otra función importante de la nostalgia puede ser la de reforzar los vínculos entre nuestro pasado y nuestro presente. Es decir, la nostalgia puede proporcionarnos una visión positiva del pasado y esto podría ayudarnos a desarrollar un mayor sentido de continuidad y darle más significado a nuestras vidas. Los investigadores conjeturan que la nostalgia puede además tener una mayor importancia para los ancianos, pues ellos son más vulnerables al aislamiento social y, por tanto, la nostalgia puede ayudarles a superar sentimientos de soledad.

La nostalgia sacude viejas pasiones.

martes, 24 de noviembre de 2009

Ante la adversidad


Existen hombres y mujeres que parecen haber nacido para manejar las dificultades.

Al caer, aprendemos a caminar. Hay personas que en presencia de un terremoto, fuego, accidente o una perdida de un ser querido, se sobreponen, reaccionan tempranamente y comienzan a actuar para enfrentar la situación y resolver el problema.

Plantearnos el dilema de sí esta conducta es innata o aprendida seria un tema para desarrollar en otro momento. Lo cierto es que todos podemos comportarnos adecuadamente frente a las dificultades y los diferentes eventualidades que se presentan en la vida, si nos preparamos para ello.Lo primero que tenemos que saber es que estos hechos ocurren y que algunos nos tocaran. Las estadísticas nos enseñan que todo ser humano tiene probabilidades de sufrir un accidente o hallarse en medio de un movimiento telúrico, maremoto, deslave, inundación, huracán o algún fenómeno de esta naturaleza. Suceden igualmente incendios, choques, asaltos y otros tipos de desgracias.Debemos aceptar el hecho de que al menos alguna de estas circunstancias podríamos presenciarla en nuestra vida.

Una vez que estamos conscientes de esto, el segundo paso es saber ¿Qué hacer para controlar la desbordada emoción durante el momento de una situación comprometida?Lo normal es que perdamos el control emocional porque el miedo o el dolor nos paralizan, no nos dejan pensar ni actuar racionalmente. En medio de una crisis, en nuestro cerebro ocurren millones de descargas eléctricas que reclutan a todas nuestras neuronas. Tenemos entonces que apelar al pensamiento y la razón. Para eso contamos hasta diez o cuanto sea necesario y comenzamos a respirar lentamente, inhalando por la nariz y exhalando el aire por la boca. Así logramos que dos áreas de nuestro cerebro paren y dejen de emitir impulsos nerviosos incontrolados. Poco a poco las neuronas "serenas" van a ir reclutando a las "nerviosas" y nos tranquilizaremos y sosegaremos, lo cual nos llevara a aclararnos.

En tercer lugar, ya despejados, hagamos un diagnostico de la situación. Una evaluación de los daños, perjuicios, agravios, pérdidas o incidencias de lo acontecido.
Por último, fijemos objetivos y planifiquemos para recuperarnos, mejorar y progresar.
Obviamente que no es fácil la situación, reponernos y poder pensar, hacer un diagnostico, evaluar, fijar objetivos, planificar para la recuperación, dichas suenan fácil, ante una situación de shock nada resultara rápido y efectivo. Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta.

Luego ejecutemos los planes para alcanzar las metas previstas. Recordemos, que las cosas se hacen... Cuando se hacen.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Psicoterapias con mascotas


El impacto psicológico que las mascotas pueden tener sobre sus dueños, es algo investigado en profundidad. Hace muy poco que se considera como disciplina científica, si de hecho se comenzó a difundir apenas a mediados de los noventas. Hay tantas variables por medir, observar e investigar en esta área de la relación humana, mascota como complicado es el ser humano en toda su dimensión.

Las mascotas favorecen el mejoramiento de la salud y prolongan la vida, ya que contribuyen a un cambio en el estado de ánimo del paciente. La existencia de una mascota dentro del hogar, hace que sus propietarios se ejerciten, olviden sus problemas aunque sea por unos momentos, y eviten caer en la depresión al sentirse útiles y queridos incondicionalmente por alguien.

Ayudan a problemas del corazón, trayendo beneficios a los enfermos del corazón, el tener que cuidar de éstas, favorece la disminución de la presión sanguínea, aminora la ansiedad, por lo que no sería extraño que las mascotas sean recomendadas para contrarrestar ciertos trastornos emocionales derivados del stress. Asimismo, los guardianes proporcionan sentimientos de seguridad a sus dueños.

Otro aspecto es el de las visitas que se hacen con animales a pacientes, ayuda a que las personas se sientan menos solas y menos deprimidas, proporciona un cambio positivo en sus rutinas, comienzan a ser más activas y sensibles, antes, durante y después de las visitas. Además les llevan entretenimiento o una distracción de su dolor o enfermedad. Es muy frecuente que las personas hablen con sus mascotas y compartan con ellos sus pensamientos y sentimientos. Estas visitas con animales, también contribuyen a que aumente la socialización entre las personas que se encuentran internas en el sitio, mostrándose más alegres y con mejor estado de ánimo.

Las mascotas no emiten juicios de valor; no son capaces de interpretar dobles sentidos, ni actitudes cínicas ni hipócritas. Ellas representan la inocencia de la Naturaleza y la maravilla de la creación en seres latientes con necesidades, tipos de conducta, formas de comunicación no verbal, que le pueden ayudar al ser humano a tomar de nuevo contacto consigo mismo, con sus valores, su empatía, su compasión, su escucha atenta y el conocimiento de sí mismo y de los demás, a través de una orientación profesional sobre cómo optimizar sus relaciones con ellas, y, en caso de crisis, se obtienen resultados espectaculares en psicoterapia.

Podrían beneficiarse de la Terapia asistida por animales, individuos autistas, enfermos del corazón, personas con parálisis cerebral, pacientes con enfermedades terminales, enfermedades mentales, trastornos de comportamiento, población anciana, penal, víctimas de violaciones, y otros.

La psicoterapia con mascotas forma parte fundamental de una aproximación hacia la salud integral del Ser Humano, aprovechando una coyuntura específica del mismo, como es su relación con otros seres con los cuales comparte hogar y con los cuales tiene o tendrá una relación estrecha, comunicativa, cotidiana, simbiótica e íntima que le podrá proporcionar un contacto con el darse cuenta, el conocimiento de sí mismo y los demás para poder establecer mejores relaciones, más armonía y paz en su vida cotidiana íntima y familiar, siempre y cuando haya consciencia, observación, curiosidad, capacidad de asombro y estudio de la conducta humana y animal, con el conocimiento de que ambos proceden de un tronco común directamente relacionados con la naturaleza tanto compartida como específica de cada especie.

Aunque la terapia más conocida es la desarrollada con perros, existe la Delfinoterapia que es la desarrollada con delfines, y la Hipoterapia, con caballos, cuya aplicación es para casos concretos y requiere de una especialización, pero con resultados excepcionales para los casos en los cuales son aplicadas.

Así, que nuestras mascotas merecen una vida lo más agradable posible, pues ellas contribuyen a que nuestra vida sea mucho mejor. Un trato afectuoso, una alimentación balanceada y los cuidos necesarios, deben ser la manifestación de nuestro agradecimiento.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Psicología y las cirugías estéticas


A la hora de tomar la decisión de ponerse en manos de un cirujano para modificar alguna parte del cuerpo por una cuestión estética, hay que ser precavidas y tener en claro cuáles son los motivos que nos están llevando a hacer una cirugía.

Son muchas las razones que pueden llevar a una mujer al consultorio de un especialista en cirugía estética: la nariz de esta forma, los pechos de esta otra, las arrugas, la papada, los párpados caídos… todas marcas que el tiempo fue dejando en la cara y en el cuerpo.
Antes de elegir someterse a una operación con fines estéticos, es bueno tener en cuenta algunas cuestiones:

Debes saber que seguramente, tendrás algún momento de bajón emocional en los momentos posteriores a la operación que te hayas sometido.
Al igual que los tejidos deben adaptarse a la nueva figura, también tu cerebro, o mejor dicho, la concepción que tienes tú misma de vos misma, debe adaptarse poco a poco al nuevo cambio físico.

El bajón emocional que se produce luego de una transformación corporal puede minimizarse con la adecuada preparación psicológica ante una cirugía estética. La psicología en las Clínicas de cirugía estética se aplica en todos los casos y adecuadamente a cada uno. No importa que te encuentres ansioso por dicha transformación, ni que lo desees como a nada en el mundo, el golpe emocional se produce igual, dependiendo de cada caso en particular, y debe ser atendido y tratado.

Es muy normal que ante un cambio tan grande como el de una cirugía plástica uno espere ansioso el momento de comenzar a disfrutar de esa nueva imagen tan esperada. Por lo general te desilusionas cuando te miras al espejo, las secuelas del postoperatorio, los moretones y la inflamación, aunque lógicas y esperadas te desesperan.

El médico te dirá que es transitorio, pero pasada esta etapa igual no te encuentras conforme. Esto se debe a que a tu cerebro le cuesta cambiar de imagen corporal, debes ser paciente con vos mismo y dejar pasar el tiempo. En el 90% de los casos la transformación es exitosa y al gusto del paciente, pero se debe permitir a nuestra psiquis adaptarse a ello.

El tiempo lo cura todo. No debes agobiarte ni permitir que la desilusión o la depresión entren en tu casa, lentamente tu cerebro se hará cargo de la nueva imagen corporal, que poco a poco se instalará en tu psique hasta que te reconozcas plenamente. Los profesionales especializados de las Clínicas de cirugía estética comprenden cada caso y están allí para apoyarte. Sólo date tiempo y permite que la transformación interna, que desconocías, fluya a su ritmo natural hasta adaptarse.

El postoperatorio debe poder llevarse en completa calma. Es por ello que debes elegir una época tranquila para tu operación, cuando dispongas de un tiempo de vacaciones para pasar los momentos de inflamación lo más tranquilo posible.
Lejos del estres y las preocupaciones y comprendiendo bien el proceso de transformación interna al que te enfrentas podrás superar con éxito esta etapa, que te brindará el mayor bienestar emocional, que es, indefinitiva, el objetivo primordial de toda transformación corporal.

La gran autoestima y felicidad que se genera a partir de tener el cuerpo que se desea o con el que uno puede identificarse mejor, es apoyada por la psicología en las Clínicas de cirugía estética.

Hoy en día podemos ver como la televisión, diarios, revistas y la publicidad exponen cuerpos con medidas biológicamente imposibles, mujeres con pechos excesivamente grandes o cinturas verdaderamente pequeñas, sin embargo estos modelos se han convertido en los patrones de belleza para la sociedad de hoy en día. Producto de esto, las consultas para realizarse cirugías plásticas han tenido un aumento importante en las últimas décadas, ya que a mayor demanda de cirugías menores son los precios para obtener una.

Recuerde, una cirugía plástica es una cirugía verdadera. Requiere también de un período de recuperación, durante el cual sus actividades normales estarán restringidas.

La cirugía estética tiene resultados más psicológicos que estéticos. Por eso es importantísimo trabajar la psicología de la paciente, realizar varias entrevistas, conocerla bien, saber el por qué y lo que ello significa.

Para terminar las personas somos únicas e irrepetibles, todos tenemos belleza, pero también una parte fea, solo debemos aceptarla, para no caer en una viciosa carrera, por lograr la eterna juventud, modificar alguna parte de nuestro cuerpo que no nos gusta. La fanatización nos puede costar la vida, o podemos quedar en peor estado del que entramos al quirófano.

¿Te harías una cirugía estética?

jueves, 19 de noviembre de 2009

La personalidad adictiva


La personalidad adictiva es la personalidad del ser humano actual. ¿Como sería un mundo sin compulsiones, sin adicciones, sin dependencias? Hoy la sociedad vive agresivamente.

En mayor o menor medida todos tenemos rasgos compulsivos que si no se detectan y se resuelven pueden convertirse en una adicción.
Una familia tarda alrededor de 7 años para aceptar que un miembro sufre de alguna adicción y aproximadamente 3 años más para buscar apoyo profesional.
Existe una población expuesta sana, una población expuesta de alto riesgo, usuarios con daño moderado en su salud y adictos.

Hay factores de riesgo individual, de riesgo familiar y de riesgo social, muchos de estos se presentan constantemente pero no son detectados o si son, no se les da la importancia hasta que ya se está en una etapa comprometida.

Prevención, es la acción y el efecto de ver y hacer con anticipación, es decir, implica un proceso que pone en marcha los medios y condiciones apropiadas para impedir la aparición o surgimiento de un problema. La intención es mencionar algunas de las dinámicas desconocidas que actúan tras las adicciones, desde el enfoque sistémico transgeneracional y que pueden servir para prevenir.

El fenómeno de las adicciones es una de las manifestaciones sociales más preocupantes en todos los países.

Causas y factores de riesgo.
Las adicciones tienen un origen multifactorial e involucran una interacción compleja entre precursores genéticos, fisiológicos y ambientales.

Es además importante en el tratamiento de estos desórdenes, ya que cada persona es diferente y muestra distintos matices del problema de modo que es necesario individualizar cada caso y realizar un estudio amplio de la historia personal y familiar antes de hacer un diagnóstico.

Adictos a drogas legales; es decir aceptadas socialmente: cigarrillos, alcohol, ansiolíticos.
Ilegales; no aceptadas socialmente, sustancias psicotrópicas,
Juegos de azar, comida, componentes tales como harinas, azúcares, café, etc.
Adictos al trabajo.
Al sexo, relaciones interpersonales destructivas, especialmente de pareja, vigoréxicos; adictos al ejercicio, ontoréxicos; adictos a la buena alimentación y podríamos seguir.

Permisividad, problemas de comunicación, maltrato, violencia, abusos, pobres estilos disciplinarios, rechazo parental, hogares disfuncionales, conductas antisociales, depresiones, ansiedad generalizada y otros muchos aspectos son factores de riesgo que hay que considerar como elementos idóneos para el desarrollo de adicciones.

Los factores de personalidad juegan un rol en el desarrollo de la adicción, teniendo en cuenta que algunas características de la personalidad, tales como la baja tolerancia a la frustración y la dificultad para lidiar con los sentimientos propios, son factores que facilitan la aparición del desorden adictivo; ningún estudio ha podido ser conclusivo en la existencia de una personalidad adictiva. Y la experiencia clínica demuestra que existen adictos con diversos tipos de personalidad.

Acerca de los factores familiares, se acepta que la familia adictiva posee por regla general la marca de la adicción en su dinámica, generándose patrones disfuncionales de interacción que van formando al niño de manera que lo predisponen al desarrollo de las adicciones y dificulta la intervención constructiva de la familia una vez instalado el desorden, eliminando la posibilidad de que la familia sea un factor preventivo o contentivo para la aparición de estos desordenes en sus miembros.

Hay situaciones que se pueden prevenir, no esperar a que ya este la enfermedad. Desarrollar una cultura de prevención es necesario en nuestra sociedad.
Sensibilizar, concientizar, organizar y participar promueven cambios, el problema no es de unos, es de toda la sociedad en su conjunto.
Reduciendo los factores de riesgo y aumentando los factores de protección podemos ayudar a vivir en una sociedad sin adicciones.

“Un individuo sano es el que muestra armonía física y mental, adaptación al medio físico, social y espiritual, a sus variaciones y que contribuye al bienestar de su comunidad de acuerdo con sus cualidades y habilidades”

miércoles, 18 de noviembre de 2009

El odio


Entre todas las emociones el odio es la peor de ellas, ya que es nociva, limitante y además somete a la persona a un pensamiento negativo con el único fin de dañar a la persona o cosa odiada. Para vivir de una manera positiva, conviene evitarlo o superarlo, pues sus efectos suelen ser devastadores.

El odio es una rabia, un enojo más o menos fuerte, que se tiene desde hace tiempo, en contra de una persona o cosa. Normalmente el odio se genera cuando la persona se ha sentido ofendida, humillada, dañada o ridiculizada. La principal característica del odio es que esa rabia por el daño sufrido no se expresó, y quedó emocionalmente guardada. Pero la rabia sigue estando ahí, aunque no se la exprese.

Cuando la persona siente odio, los síntomas más comunes que aparecen son la apatía, la aversión casi enfermiza, la ira, el malestar constante y la planificación continua hacia el mal.

No es fácil detectar el odio, pero si se afina la percepción hay algunos signos que señalan su presencia. Por ejemplo una disposición negativa hacia quien generó el mal síntoma, que puede llevar incluso a boicotear iniciativas de esa persona. O negarse a participar y marginarse de ciertas acciones que propuso esa persona contra la cual hay odio. O evitar hablar con ella. Durante una conversación, ciertos signos de impaciencia, o los puños crispados, o hablar de forma seca y dura. Incluso a la persona rencorosa le puede costar mirar a los ojos a quien le generó el malestar.

No se debe ignorar que el odio es un sentimiento destructivo, por lo que sino se controla no solo tiene un efecto negativo hacia el objeto odiado sino que puede peligrar nuestra salud mental e incluso física.

¿Que nos lleva a sentir odio?
Si lo pensamos fríamente el odio es un simple mecanismo de defensa, de autoprotección de la dignidad, de nuestra ética moral que ha sido atacada, de algo por lo que no estamos dispuestos a pasar.
El odio es un veneno mortífero que impide el encuentro, la comunicación, la armonía y la convivencia.

En época de crisis, como hoy en todo el mundo, cabe señalar que en el ámbito laboral odiar puede causar estragos ya que el odio afecta notoriamente a la productividad: impide la expresión de la creatividad ya que esclaviza a la persona que siente odio a pensamientos obsesivos de agresividad y violencia.

Lo más común es que una persona que siente odio, se haya sentido previamente ignorada, rechazada, maltratada o abandonada.

Lo que está claro es que odiar es muy fácil ya que para hacerlo, basta con pensar que somos los buenos, los adecuados, las víctimas en definitiva sintiéndonos seguros de tener la razón; omitiendo todo lo que contradiga nuestras cogniciones.

Más difícil es dejar de odiar ya que requiere una mente abierta y una actitud adecuada. Podemos evitar convertirnos en blanco de los arranques de odio, tratando a los demás con aprecio, consideración y respeto.
Si somos nosotros los que sentimos odio, podemos alejarnos de la persona o cosa que nos causa aversión y así reducir su influencia sobre nuestra emociones.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Las Manías


La manía se define como un comportamiento extravagante, fuera de lo común o preocupación excesiva por un tema o cosa.

Al contrario de lo que se piensa, una manía no es un comportamiento repetitivo o frecuente, ya que en Psicología lo que se entiende como manía coloquialmente, se denomina compulsión.

Con la edad, dicen, las personas nos volvemos más maniáticas y algo gruñonas. Las manías pueden aparecer cuando queremos hacer las cosas de una manera rutinaria o cuando los estados de ansiedad son muy elevados. Es muy normal que ante un examen, por ejemplo, en el que tenemos muchas dudas de si se va a aprobar o no, se recurra a elementos externos para conseguir la seguridad no existente. Podemos llevar estampitas, la camisa de los exámenes y otras supersticiones. De esta forma adquirimos manías para ganar confianza en nosotros mismos y control sobre lo que nos rodea.

Las "manías" pueden provocar un deterioro en la convivencia de una persona e interferir en la realización de sus actividades diarias.

A mayor sensación de incertidumbre, es más probable que aparezcan las manías. Generalmente, y especialmente en psicología, todo está bien hasta que se convierte en un exceso; así, tener ciertas manías es completamente normal. El problema surge cuando empiezan a coartar el tiempo y la estabilidad de la persona. Las manías son la consecuencia de los pensamientos obsesivos que previamente circulan por la mente.

Las manías suelen tener algunos temas predilectos. La limpieza, se lleva todos los laureles, lavarse las manos acaba convirtiéndose en algo extremadamente necesario para evitar la suciedad y posibles contagios. La comprobación, la duda y la repetición de lo ya hecho para asegurarse de que algo está bien, son otros de los posibles temas.

Por su parte la compulsión es la obligación por parte de la persona de realizar un tipo de conducta como observar decenas de veces si hemos cerrado el coche, o si hemos apagado todas las luces.

En psicología, la compulsión podría ser parte de un ritual que se acompaña de un pensamiento obsesivo que nos lleva a realizar la tarea, siendo característico del trastorno obsesivo compulsivo.
Cuando desde el punto vista psicológico se habla de manía, hace referencia a aquellos episodios que se caracterizan por excesiva actividad física y sentimientos de euforia que son muy desproporcionados en relación a cualquier acontecimiento positivo que le haya ocurrido a la persona.

Manías Frecuentes:
Casi podría decirse que existen tantas como tipos de personas.

Manías relacionadas con el orden, como la necesidad de que todas las cosas de la casa estén en su sitio, la preocupación por hacer recuentos una y otra vez, la necesidad de numerar y clasificar y la rigidez extrema con la puntualidad propia y ajena.

Manías en torno a la limpieza o la preocupación excesiva por la salud como el miedo irracional a enfermar o acudir a médicos por síntomas leves. Algunas personas tienen la necesidad de lavarse continuamente las manos o la boca incluso llegando al temor a tocar cosas que hayan tocado otros entre otras.

Las manías relacionadas con la seguridad como la tendencia a comprobar una y otra vez que puertas, ventanas o luces están debidamente cerradas o apagadas.

En la actualidad se considera que este problema no existe de manera aislada, sino que se alterna con lapsos de depresión y forma parte del trastorno bipolar.
Por lo que es importante tener en cuenta esta diferencia en los conceptos para buscar el mejor tratamiento.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Perdón



El ser humano comete errores durante toda su existencia, porque es imperfecto.
Las personas se pueden equivocar pero pueden pedir perdón.

Perdonamos a quien nos ha hecho algún daño y nos produjo sufrimiento, y nos sentimos aliviados, cuando nos perdona alguien por haberle hecho daño.La ira, el resentimiento, la aflicción, la amargura, el rencor y el desengaño provocan estrés e impactan la salud del ser humano. El sentimiento de culpa también.Cuando las personas recuerdan un episodio de desdicha o agravio aumenta la presión arterial, el pulso y el tono muscular. Mientras que al perdonar o sentirse perdonado, además de recuperarse los estándares normales de salud, las personas se sienten calmadas y tranquilas.

Todos hemos sido agredidos alguna vez de alguna forma, a veces conscientemente y otras, las menos, inconscientemente.
Las primeras heridas del alma las recibimos desde nuestro nacimiento. Nacer requiere esfuerzos y sufrimiento; y el camino de la niñez está poblado de contrariedades y dolor, pero también, en la mayoría de los casos afortunadamente, de alegría y momentos felices.

Sin embargo, acostumbramos a guardar muy ocultos dentro de nosotros mismos, los agravios. Son las manchas del alma que también contaminan el cuerpo.
El odio es la emoción que más nos destruye por dentro y por fuera. El orgullo es un pariente cercano y la soberbia es el peor de los males.

Perdonar desde el fondo del corazón, para que no haya nunca más ni resentimientos, ni odios ni venganza, es sublime; porque no sólo permite seguir viviendo normalmente con otros sino que también hace posible reanudar los vínculos perdidos, recuperar el equilibrio y recobrar la paz y la tranquilidad.

El odio y el resentimiento interrumpen el libre flujo de la vida, contamina las horas con el sabor amargo de los recuerdos que no nos permiten disfrutar, nos quita la libertad y nos enferma; porque las enfermedades son expresiones de odio y resentimiento enquistadas en el cuerpo y la depresión es un ejemplo.

Distintos autores han encontrado que después del perdón, personas que habían padecido de dolores de espalda, nauseas, insomnio, pérdida de apetito, dolores de cabeza, entre otros síntomas, dejaron de percibirlos.Perdonar es sanarse, una cura tanto psicológica como físicamente, es hacer las paces con uno mismo.

Para que el perdón sea verdadero y por tanto produzca los beneficios psicológicos y espirituales, Tiene que darse algunas cuestiones;

Inmediatez:
Antes de que se asiente el resentimiento.
Totalidad: Hay que perdonar sin reservas, todo, hasta lo aparentemente imperdonable.
Reiterado: Hasta setenta veces siete dice el Evangelio.
Realista: perdonar, no es ingenuidad. Hay que saber mirar la ofensa y otras veces el pecado como lo que son.
Humilde: Condición imprescindible para perdonar. El orgulloso no perdona realmente y si lo hace, difícilmente su perdón sea auténtico y profundo.
Generoso: Hay que estar dispuestos a lograr una “salida airosa” a quien ofendió.

"El perdón permite liberarse de todo lo soportado para seguir adelante. Usted se acuerda del frío del invierno, pero ya no tiembla porque ha llegado la primavera".

viernes, 13 de noviembre de 2009

Lo que quisiste ser


Letra de la canción de Silvio Rodríguez

¿Qué necesita un ser humano
para no apartarse de sí?
¿A qué distancia está mi mano
de la gente que conocí?
¿Qué le ha faltado a la verdad
para quererla disfrazar?
¿Por qué un bufón llena el lugar
donde hubo un sitio para amar?
¿Por qué fingimos confusión
hasta acabar con la razón?
En fin, no sé como decir
que todo ha vuelto a ser normal
sólo si sé que no eres ya
lo que quisiste ser.

Cuando mis ojos se hacen aire
con tristeza pienso en el mar
porque mi tiempo es la distancia
recorrida para olvidar.
Y veo un dibujo del amor
saltando a un cielo sin color,
buscando un mundo por rastrear
y una ansiedad, y otra ansiedad.
Río del mar hecho a creyón
por quien aprende a dibujar.
En fin, no sé como decir
que se ha arruinado la canción
sólo si sé que no eres ya
lo que quisiste ser.

Veo tus brazos, que han llevado
mil adornos sobre su piel
y han olvidado hasta que fueron
una historia de amanecer.
Y tú, en función de relucir
dejas la magia humana y vas
a interpretar otro papel,
fingiendo para diferir.
No sé si es desesperació
o humilde ya resignación.
En fin, no sé como llamar
a esta versión de un pavorreal,
sólo si sé que no eres ya
lo que quisiste ser.

El psiquiatra Carl Jung; Dijo que el proceso que es nuestra vida tiene un sentido a ser encontrado, y lo llamó poéticamente Psicología del Amanecer y del Atardecer, mostrándonos que cada parte de nuestra historia representa una etapa y que cada etapa está signada por un aspecto a desarrollar en forma equilibrada y haciendo una síntesis en nuestro sí mismo, en aquello que originalmente quisimos ser pero luego cambiamos. Nos ayuda a encontrar la diferencia entre lo que somos y lo que creemos que somos.

Aparentemente sabemos cuáles son las cosas que queremos concientemente, pero hay otras fuerzas que conforman a nuestra humanidad que desconocemos, son inconcientes, arquetípicas y como todo lo inconciente tiende a emerger, sin que nos demos cuenta las actuamos o utilizamos a otros para que las actúen por nosotros, los transformamos en actores y les damos los papeles para realizar lo que la novela de nuestra vida requiere para llegar a buen fin.

Ser protagonistas de nuestra propia historia requiere de síntesis, de vueltas atrás y nuevos avances, de equilibrio y de, fundamentalmente, aprender quiénes somos y quiénes son los otros en un vínculo sano, integrándolos a nuestra vida sin transformarlos caprichosamente en lo que queremos, respetando su individualidad y respetando nuestro proceso de ser individuos.

jueves, 12 de noviembre de 2009

La culpa


"La confesión pública le hace bien al alma"

La culpa es un sentimiento que nace en nosotros como consecuencia de algo que hicimos o dijimos.

Cada uno de nosotros dirige su vida con lo que podemos llamar un código moral, de ética, o de conducta, que no es más que un conjunto de de reglas que marcan nuestro comportamiento.

Con él tratamos de conducir nuestra vida por el sendero que nos han enseñado, nuestros padres, abuelos, guía espirituales y que han ido madurando y creciendo con nosotros.
Cuando hacemos o decimos algo que va en contra de estos principios, entonces sentimos culpa o remordimientos.

La culpa que sentimos es el resultado del propio juicio, entre lo que hemos hecho y lo que creemos que deberíamos haber hecho.
Los sentimientos propios de culpa llevan a la idea de castigo y la culpa ajena, a la venganza.

El psicoanálisis ha revelado que cargamos con la culpa para no sentirnos impotentes. Porque la omnipotencia consiste en creer que podemos evitar todos los hechos.

Teorías sobre la culpabilidad hay muchas. Resumiendo, Freud decía que esa sensación de malestar y pena era una manera bastante humana de regular el comportamiento social, de marcar parámetros entre lo bueno y lo malo y añadía que de alguna manera nos ayudaba a ponernos límites entre lo que podemos o no hacer. Sin embargo, en la cotidianidad, la realidad es que es imposible tener ese tipo de análisis y después de haber actuado de una manera que siempre hemos imaginado como incorrecta, nos invadirá una culpa agobiante, sin duda.

Los ejemplos están por todos lados. Es común que en cualquier medio en el que nos desenvolvamos escuchemos decir "no sé por qué dije eso" o "quizá se me fue la mano, no sé cómo pedir perdón" y esta no es sino una manera bastante personal de castigarnos. Pensar todo el día en lo que ya sucedió y no se puede remediar únicamente logrará crearnos conflictos internos, personales e incluso podría ser la causa de algún tipo de depresión.

Sea conciente de sus creencias y valores, actuar fuera de ellos le creará conflictos futuros.

Reconozca sus capacidades y limitaciones, de esa manera podrá reconocer cuando ha actuado mal y también se perdonará a usted mismo.

Hágase responsable de sus actos. Si las decisiones que ha tomado afectan a los demás, actúe de tal manera que su sensación posterior sea de responsabilidad, no de culpa.

Aprenda a valorarse. Sepa que usted es capaz de decir que no cuando crea que sea necesario y que tenga la libertad de terminar con relaciones o situaciones que bajo su criterio no lo están haciendo crecer como persona.
Recuerde que no hay recetas exactas para dejar de lado el remordimiento por no haber hecho esto o aquello.
Sin embargo, la autorreflexión y la comunicación con un especialista en caso de ser necesario ayudarán a matar al juez implacable que muchos llevan dentro.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva


Es una breve reseña del libro: Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen Covey.

El autor plantea que podemos alcanzar el éxito si convertimos los 7 hábitos en parte de nuestra vida.

Para lograrlo debemos empezar a cambiar nuestros preconceptos, un ejemplo es que pensamos que no podemos cambiar.

Los tres primeros hábitos son una victoria personal, los siguientes tres son una victoria publica y el último es la capacidad de seguir renovándonos con el tiempo.

El primer hábito: Es ser proactivo.
Las personas proactivas son aquellas que buscan soluciones, no problemas. Hay que comprender que las soluciones de unos no tienen que ser soluciones para todos.

El segundo hábito: Es empezar con una meta en la mente.
No está de más tener claro un plan a futuro, saber a dónde vamos para saber si vamos por un buen camino.

El tercer hábito: Es establecer primero lo primero.
Hay que comprender que las prioridades son necesarias y que no podemos solucionar todos los problemas.

El cuarto hábito: Es ganar o ganar.
Con él se genera la conciencia de que cuando yo hago cosas para que la gente gane, gano yo también.

El quinto hábito: Procurar primero comprender y después ser comprendido.
En ocasiones se requiere de nosotros como gente que sepa escuchar a los demás, porque los otros lo necesitan.( Me pasa habitualmente).

El sexto hábito: Es sinergizar.
Trabajar en grupo y crear una energía especial en la que todos los miembros del grupo se sientan importantes y ganadores.

El séptimo hábito: es afilar la sierra.
Renovarnos constantemente para no quedarnos sin energía por no habernos detenido a tomar un descanso y ver cómo anda todo a nuestro alrededor.

martes, 10 de noviembre de 2009

La Monotonía


El miedo que todos tenemos en la pareja es cuando pasamos a ser tres: El yo y la monotonía.

Incluso antes de formar la pareja, en esos primeros momentos donde nuestro cuerpo está completamente alterado solamente con pensar en esa persona tan especial, nos encontramos en un mar de estímulos que nos mueven cuerpo y mente, nos sentimos especialmente vivos.

Por supuesto que estas emociones no pueden durar toda la vida, porque en realidad es como una situación de estrés, donde tenemos activados demasiados sistemas de nuestro cuerpo y esto no puede perdurar en el tiempo ya que perjudicaría nuestra salud física y mental.

Así que sabiendo esto debemos aprender una serie de estrategias para que cuando pase tanta actividad no sea sustituida por la monotonía.Nuestra vida diaria suele ser ordenada, compuesta por horarios y obligaciones, pero no podemos dejar que nuestra relación de pareja entre en el mismo camino.

Si llevamos un tiempo conviviendo juntos se puede llegar a una vida lineal, sin sorpresas, sin asombros y entonces la rutina entrará de lleno. Tendremos la sensación de que todo está dicho ya, que conocemos a nuestra pareja casi más que a nosotros mismos.

Será muy difícil que nos entusiasmemos por algo. El aburrimiento tiene la cualidad de apagar las ilusiones y, o ponemos algo de nuestra parte o será complicado salir adelante.Si las dos partes de la pareja están infectadas por la falta de motivación, entonces el aburrimiento, la apatía y la desilusión convivirán con nosotros.Los cimientos de nuestra relación se tambalean, solo tenemos dos opciones, o nos apuntalamos, o dejamos que se desmorone nuestra relación.

Lo más importante es estar los dos de acuerdo en luchar contra esta situación. Una vez llegado al consenso empieza el trabajo.Cambio de nuestras actitudes interiores, las causantes principales de la monotonía. Nos ayudará positivamente recordar que queremos cambiar nuestra situación y es por ello por lo que luchamos.

Segundo obstáculo, sorprender a tu pareja. Nos pondremos como meta sorprendernos de forma aleatoria, cada día un miembro de la pareja deberá encontrar algo para sorprender agradablemente al otro miembro. Pueden ser cosas como una cena, una charla, una nota debajo de la almohada o en el bolsillo del traje, las pequeñas cosas ayudan, para asegurar la sorpresa de la pareja.

Tercer obstáculo, volver a hacer cosas juntos. Normalmente cuando surge la apatía y la monotonía solemos buscar sustitutos fuera de casa, no necesariamente tiene que ser una tercera persona que rompa la relación, si no actividades de cualquier tipo.

Buscaremos la forma de aportar puntos nuevos a nuestra relación y será realizando cosas juntos, esto no implica que estemos las 24 horas del día juntos, si no que se trata de compartir tiempo libre que tengamos. Podemos ir al cine, dar una vuelta, viajar, mirar una película tirados en un sillón, todo lo que se nos ocurra para de este modo salir de la monotonía.

Otro punto que no debemos olvidar, es saber decir te amo tanta veces como se nos ocurra, expresar nuestros, sentimientos positivos, se reforzará la confianza y los afectos. Siempre tendremos en mente que somos dos y que ambos daremos importancia a las necesidades que presentemos tanto como pareja o como individuos.

Con todas estas pautas y con un poquito de imaginación y constancia por nuestra parte podremos cambiar ese rumbo apático de nuestra relación y volver a pasar buenos momentos juntos.

NO PODEMOS PEDIR AL OTRO QUE SEA LO QUE NO SOMOS, NI TENGA LO QUE NO TENEMOS.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Andropausia y depresión


La depresión en los hombres no es igual que en las mujeres, sobre todo después de los 50.
Se produce en los hombres de entre 40 y 50 años. Algo en su interior les corroe su vitalidad, capacidad sexual y, en general, su estado anímico.

Los hombres también sufren las consecuencias de la disminución de los niveles hormonales, y tienen su propia “menopausia”: la andropausia.Este problema está asociado a la depresión, que a su vez se relaciona con la impotencia y otros inconvenientes sexuales que pueden encontrarse en esta etapa de la vida.

Aproximadamente un 40 por ciento de los hombres de entre 40 y 60 años, experimenta un cierto grado de dificultad en lograr y sostener erecciones, problemas de depresión, oscilaciones en su estado de ánimo, etc.

Estos síntomas no se reconocen comúnmente por varias razones:
Los síntomas de la depresión masculina son diferentes de los síntomas clásicos que uno entiende por depresión.

Los hombres niegan tener problemas porque se supone que son fuertes.

Los hombres niegan sus problemas sexuales y no entienden en qué se relacionan con la depresión.

Los síntomas de la depresión masculina no son tan conocidos y muchas personas que están en relación con un hombre que sufre esto, como los familiares, los médicos y los psicólogos, no pueden reconocerlos.

La tasa de suicidios de hombres que se encuentran en la mitad de su vida es tres veces más alta; y para los hombres que pasan los 65 años, siete veces más alta.Entre 60 y 80 por ciento de los adultos con depresión nunca obtuvieron ayuda profesional.

Las diferencias entre la depresión masculina y la femenina
Los hombres son más proclives a proyectar hacia el exterior todos sus problemas, mientras que las mujeres se los guardan en su interior.

Las mujeres se culpan a ellas mismas, en cambio los hombres culpan a otros por sus propios problemas.

La mujer se siente triste, apática. En cambio ellos están enojados, irritables.

Otra gran diferencia es que la mujer trata de evitar problemas, en cambio los hombres los provocan.

Las mujeres tratan de ser agradables mientras que los hombres son más hostiles.

Cuando se sienten heridos ellos son los que atacan, las mujeres no.

Los hombres demandan respeto de las otras personas.

Ellas sienten que nacieron para hacer las cosas mal, en cambio ellos piensan que el mundo está en contra de ellos.

Ellos necesitan tener el control de todo.

Otra diferencia es que la mujer se siente culpable por lo que hacen, mientras que los hombres se sienten más bien vergonzosos.

Las mujeres expresan mejor sus debilidades y dudas, mientras a ellos les cuesta mucho poder verbalizar todas sus preocupaciones.

Ellas tienen un miedo fuerte a triunfar, mientras ellos tienen terror a fallar.

Para automedicarse Las mujeres utilizan al amor, los amigos y la comida; mientras ellos utilizan los deportes, la televisión y el sexo.

Lo más importante es poder reconocer el problema, porque la mayoría de los hombres no lo ven, puesto que su defensa psicológica más fuerte es la negación.
Es importante que los hombres busquen ayuda y poder brindársela, ya que solo la piden cuando se encuentran bajo mucha presión.

Lo bueno sería ayudar a un hombre que padece estos síntomas haciéndole entender que lo mejor en estos casos es hacer ejercicios, dieta, que entren en contacto con su espiritualidad, psicoterapia, tomar medicamentos si fueran necesarios, que reconstruyan sus vidas y lazos sociales que hayan perdido o nunca tuvieron, amarse a sí mismos y poder aceptarse como son.

En lo que tiene que ver con los medicamentos, existen muchos antidepresivos que son muy eficaces, aunque ninguna medicación es perfecta. Por eso es muy importante elegir a un buen profesional que supervise una terapia adecuada.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Las pequeñas cosas de la vida


Cuando disfrutamos de algo estamos sintiendo satisfacción y placer, nos hace sentir plenos ante la vida y a la vez también nos aleja por un momento de los problemas. Lo que le sucede a la mayoría de las personas es que por distintos motivos, como son la falta de tiempo y el exceso de problemas pierden la capacidad de disfrutar y especialmente disfrutar de las pequeñas cosas de la vida que al final son las que mayor satisfacción nos dan.

Algunas de ellas Son:
Enamorarse.
Reírse tan fuerte hasta que te duelan las mandíbulas.
Una ducha caliente.
Una mirada especial.
Recibir correo.
Encender la radio justo en el momento que están poniendo tu canción preferida.
Quedarse en la cama escuchando como llueve.
Un largo baño de espuma para relajarnos.
Una linda charla.
La playa.
Reírse de uno mismo.
Las llamadas a medianoche que duran horas.
Correr debajo de las tormentas de verano.
Reírse sin motivo alguno.
Tener a alguien que te dice que eres linda/o.
Los amigos.
Escuchar de manera casual a alguien decir algo lindo de tu persona.
Despertarte en medio de la noche y darte cuenta de que aún te quedan algunas horas para dormir.
Tener un lindo sueño.
Una taza de chocolate caliente, con un churro relleno.
Ganar un desafío.
Hacer una tarta de manzana.
Ver las sonrisas y oír las risas de tus amigos.
Mirar el amanecer.
Levantarse de la cama por la mañana y agradecer por eso.
Creo que los amigos son ángeles silenciosos que nos ayudan a volver a ponernos en pie cuando nuestras alas ya no recuerdan como se hace para volar.
Leer un buen libro.
Mirar peliculas en la cama con tu otra mitad.

El objetivo es recuperar lo que hemos olvidado, disfrutar la vida. Siempre hay que tener presente que el placer y la salud van de la mano, comenzando a valorar y a aprender las pequeñas pero a la vez inmensas cosas que nos rodean como lo son nuestros amigos, la familia, los compañeros e incluso nuestras mascotas, dejando lo material de lado.

Para poder disfrutar principalmente nos tenemos que sentir bien con nosotros mismos, estar conformes con nuestra manera de actuar y nuestra manera de afrontar las diferentes situaciones que se nos presentan, como así ser capaces de manejar nuestros problemas. También tenemos que estar bien con los demás ya que de esta manera nos vamos a relacionar mejor con los que nos rodean, saber confiar y valorar a las personas que estén con nosotros para toda la vida. Así también saber afrontar los problemas, no escapar de ellos, hacerle frente para poder fijarnos metas y cumplirlas.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Yogaterapia


Esta terapia tiene como objetivo cinco fundamentos esenciales en la vida interna del individuo: la paz, la felicidad, el equilibrio, la salud y el autoconocimiento.

La yogaterapia es una terapia alternativa que utiliza las mismas técnicas del yoga con fines específicamente terapéuticos.

YOGATERAPIA FÍSICA:
Se concentra en la eliminación de tensiones musculares, mediante una serie de ejercicios de gimnasia y posturales, a los que se agrega la corrección de los hábitos de respiración, y el aprendizaje del relajamiento. Todo ello con la intención de mejorar el funcionamiento orgánico en general. Se relaciona con la medicina, el naturismo, la salud orgánica, la anatomía, la fisiología, los masajes, las artes marciales, la expresión corporal, el ejercicio y el acondicionamiento físico.

YOGATERAPIA ENERGÉTICA:
Se enfoca en el cuerpo vital, en la eliminación de energías negativas, y en la asimilación de energías positivas. Se busca incrementar la energía en forma armónica y equilibrada. Tiene relación con la acupuntura, la digitopuntura, la reflexología.

YOGATERAPIA MENTAL:
El énfasis estriba en el control mental, para utilizar correctamente las ideas o pensamientos, y de esta forma alcanzar nuestras metas en la vida. Aquí encontramos ejercicios de concentración y el desenvolvimiento intelectual y cognoscitivo, la búsqueda del conocimiento mediante el estudio adecuado y el desarrollo de la comprensión.

Los principales beneficios de la yogaterapia son los siguientes:
Mejoramiento de la salud: éxito en enfermedades como la esclerosis, Parkinson, estrés etc.
Canalización de la energía.
Armonía integral.
Conocimiento de la realidad.
Despertar nuestra conciencia.

Su relación con la psicología es inherente ya que ambas doctrinas muestran un amplio interés por el conocimiento del ser humano.

jueves, 5 de noviembre de 2009

El alquimista de Paulo Coelho


Paulo Coelho, en el Alquimista, nos cuenta la historia de un muchacho, Santiago, que sigue el camino de sus sueños, para buscar su tesoro personal. Y durante este camino pasa por infinidad de situaciones: se hace pastor de ovejas en Andalucía y aprende de las ovejas, se encuentra con el rey Melquisedec que le dice que tiene que vender sus ovejas y partir hacia Egipto, vende las ovejas, cruza el estrecho, trabaja un año en una tienda de un vendedor de cristales, parte en una caravana por el desierto, llega a un oasis donde encuentra el Amor, conoce un Alquimista que le acompaña de nuevo por el desierto, habla con el viento y con el sol, y llega finalmente a las Pirámides de Egipto. En todo su caminar va aprendiendo a escuchar las señales que Dios puso en el mundo para guiarnos hacia nuestro destino y hacia nuestra felicidad, y va aprendiendo a escuchar la voz del desierto, del viento, del sol y la voz de su propio corazón.

El alquimista es un libro mágico y maravilloso, que hay que leer y releer. A continuación pongo algunas frases de ese magnífico libro.

"Cuando quieres alguna cosa, todo el Universo conspira para que la consigas"

"...antes de entender y sentir la presencia de Dios, el pensamiento de que todo se acabaría un día me desesperaba".

“Es justamente la posibilidad de realizar un sueño lo que hace que la vida sea interesante.”

"...los sueños son el lenguaje de Dios"

"Las cosas simples son las más extraordinarias, y sólo los sabios consiguen verlas"

“Cuando todos los días parecen iguales es porque las personas han dejado de percibir las cosas buenas que aparecen en sus vidas siempre que el sol cruza el cielo.”

"No puedes confiar en un hombre si no conoces su casa"

“El secreto de la felicidad está en mirar todas las maravillas del mundo, pero sin olvidarse nunca de las dos gotas de aceite en la cuchara.”

"Existe un lenguaje que va más allá de las palabras"

"...lo que más seduce a los hombres es la belleza”

"A veces es imposible detener el río de la vida"

"Nunca desistas de tus sueños"

"Todo lo que está sobre la faz de la Tierra se transforma siempre, porque la Tierra está viva, y tiene una alma"

"Si puedes permanecer siempre en el presente serás un hombre feliz".

“Siempre existe en el mundo una persona que espera a otra, ya sea en medio del desierto o en medio de una gran ciudad. Y cuando estas personas se cruzan y sus ojos se encuentran, todo el pasado y todo el futuro pierde su importancia por completo, y sólo existe aquel momento y aquella certeza increíble de que todas las cosas bajo el sol fueron escritas por la misma Mano. La Mano que despierta el Amor, y que hizo un alma gemela para cada persona que trabaja, descansa y busca tesoros bajo el sol. Porque sin esto no habría ningún sentido para los sueños de la raza humana”

“Las dunas cambian con el viento, pero el desierto sigue siendo el mismo.”

"...si prestas atención al presente, podrás mejorarlo. Y si mejoras el presente, lo que sucederá después también será mejor"

“El mal no es lo que entra en la boca del hombre... el mal es lo que sale de ella.”

"Es natural que se tenga miedo de cambiar por un sueño todo aquello que ya se consiguió"

“El miedo a sufrir es peor que el propio sufrimiento“

"Cada hombre sobre la faz de la tierra tiene un tesoro que lo está esperando... Pero, desgraciadamente, pocos siguen el camino que les ha sido trazado, y que es el camino de la Leyenda Personal y de la felicidad"

“Una búsqueda comienza siempre con la Suerte del Principiante. Y termina siempre con la Prueba del Conquistador.”

“La hora más oscura es la que viene antes del nacimiento del sol.”

“Nadie deja de sufrir las consecuencias de cada cosa que sucede bajo el sol.”

"Los ojos muestran la fuerza del alma"

Sólo una cosa hace que un sueño sea imposible: el miedo a fracasar.”

"El Amor es la fuerza que transforma y mejora el Alma del Mundo... cuando amamos siempre deseamos ser mejores de lo que somos"

Como anécdota comentar que El Alquimista fué escrito en tan sólo quince días. El autor reconoce que todas sus obras son escritas en un plazo de entre 2 y 4 semanas, aunque la concepción del libro puede llevar años.

martes, 3 de noviembre de 2009

Trastornos obsesivos, compulsivos en la niñez


Cuando hablamos de obsesión nos referimos a cualquier pensamiento o imagen mental que permanece en la conciencia de la persona, de forma repetitiva e indeseada.

La compulsión es la actuación estereotipada de la obsesión que tiene la persona Por ejemplo; si la obsesión está en los gérmenes, la compulsión podría ser lavarse con mucha frecuencia las manos.

En las obsesiones siempre está presente la necesidad de realizar algún ritual; este ritual va siempre acompañado de ansiedad. Si este ritual es interrumpido, desencadena en el niño una crisis de irritabilidad y agresividad. Suelen desaparecer espontáneamente; en algunos persisten, porque son tolerados o incluso favorecidos por el medio familiar, quedando como rasgos de una personalidad obsesiva.

Es poco frecuente observar este trastorno en niños, antes de los 10-12 años.
Es frecuente observar en la familia antecedentes de trastornos obsesivo-compulsivos o un carácter extremadamente obsesivo.

Las obsesiones y compulsiones en niños no se diferencian de las de los adultos; sí son distintas en la forma de presentación.

Las obsesiones más frecuentes suelen ser:
Sobre daños o peligros potenciales.
Acerca de la suciedad, los gérmenes.

Las compulsiones más frecuentes:
Lavado de manos.
Manipulación de objetos.
Rituales al acostarse.

Con frecuencia, los niños que sufren este tipo de trastornos
Tienen un CI superior al de la media
Presentan obsesiones y compulsiones juntas
Tienen sentimientos de culpa
Sus síntomas perturban su entorno.

Hay toda una variación que va desde algunos rasgos obsesivos propios de una personalidad obsesiva, poco tolerante, rígida, superordenada, en algunos sujetos hasta llegar a la neurosis obsesiva cuyo trastorno incapacita al sujeto de forma importante. Esta incapacitación es la que marca la gravedad del trastorno.

Algunos pacientes con este tipo de trastornos obtienen buenos resultados con medicación específica. La evolución varía mucho de un individuo a otro. El éxito del tratamiento estará, una vez más, en un análisis individualizado y profundo del trastorno que presenta, por parte de un especialista infantil.

lunes, 2 de noviembre de 2009

La Tanatologia


La muerte ha estado presente en nuestras vidas desde hace millones de años. Es un tema límite y tabú que nos sorprende y aparece intempestivamente. Nos enfrentamos a ella con negación y resistencia; desde lo contra transferencial surgen mis propios miedos, y una especie de defensión maníaca al pensar en ella.

Hablar de Tanatologia es necesariamente referirse a la muerte y remontarnos a su etimología griega: Tánatos, era la personificación de la muerte no violenta, su venir era suave, como el de su hermano gemelo Hipnos, referirme al origen o historia del término, hacer una aproximación de la Tanatologia a la clínica de hoy, desde la pulsión de vida.

En lo contra-transferencial, percibía que en mi familia había dos temas innombrables: uno era el aborto y el otro la muerte. Esto no se permitía, ni siquiera por acto fallido; hay una sensación de que también la psicología hace sus acting out frente al tema, tal vez porque independiente del momento histórico en que vivamos la muerte siempre será el fin de nuestro ser y nuestra identidad desde el imaginario social.

En la sociedad de hoy, se ha avanzado significativamente en lo relacionado con los pacientes terminales. Por un lado el aporte de la ciencia médica y por otro la terapia del dolor. Sin embargo, pareciera que ambas no dan abasto en los cuidados paliativos del enfermo en su fase final. La Tanatologia como rama de la medicina se preocupa de los procesos relacionados con la muerte, por medio de un equipo interdisciplinario, asiste al paciente y a su familia antes, durante y después de la muerte del paciente, en esta última etapa, apoya a los familiares en la elaboración del duelo.

La Tanatologia ha hecho que resurja el interés y respeto por la muerte, su praxis se centra en la calidad de vida del enfermo, desde que se declara la enfermedad incurable hasta el último minuto de vida, trabajando con el paciente y sus conflictos, su transición a la muerte, sus sufrimientos y sus deseos. Esta disciplina está orientada a establecer entre el paciente terminal, su familia y el personal medico un vínculo de confianza y esperanza con la finalidad de que el enfermo tenga una muerte adecuada y digna. Una de las tareas nobles de la Tanatologia es la de darle un significado a la muerte desde la subjetividad del paciente, desde el ideal del ego de éste, mostrándole que la muerte puede ser un agente de cambio en lo que quede de vida.

Según la Tanatologia los pacientes que padecen una enfermedad terminal, pasan por cinco estadios antes de morir:
1) Rechazo y aislamiento
2) Cólera
3) Negación
4) Depresión
5) Aceptación.

Es aquí donde más sentido cobra la labor del psicoanalista y su praxis, ofreciendo al paciente un acompañamiento compasivo, comprendiendo que este sujeto necesita desprenderse de sus culpas, sus conflictos y de su sociedad que no lo preparó para vivir desde lo espiritual sino desde lo corpóreo.

El analista puede mostrar a su paciente que es capaz de resignificar su sufrimiento y rearmar su biografía a partir de ese quiebre físico, emocional y psíquico que implica saberse como sujeto terminal, que no quiere renunciar al cuerpo ni la búsqueda frenética de lo que ya tiene y que siente la falta de lo que no podrá realizar. Ojala pudiéramos comprender al enfermo terminal, reconociendo a ese otro que existe escindido entre la dualidad de morir y vivir, sucumbir y trascender, sufrir y sublimar, poseer y desapegarse. Cómo no sentirse afectado en la práctica clínica frente a un paciente moribundo.

Freud se movilizó frente al tema cuando en el siglo XIX habla de muerte, como algo que no puede ser representado en lo inconsciente, algo que probablemente nunca se elaborará completamente. Más aún, al autoanalizarse descubre cómo la muerte constituye una nebulosa en su psiquis. Entonces es necesario trabajar con el individuo en su posición de sujeto terminal, entendiendo la ecuación patológica sociedad-hombre-vida, donde la muerte queda fuera del mundo cotidiano, real, y el sujeto le teme a la muerte igual como le teme a la vida. Es necesario vivir y morir un poco cada día, recuperar en lo que quede de vida el deseo de encontrar las posibilidades en ellos mismos, todo lo que buscan los pacientes en el mundo externo lo encontrarán en su Yo vívido desde el amor, en un alter que muere para la sociedad y no para si mismo.

El paciente necesita vivir su proceso de muerte, no explicárselo. La palabra carece de sentido dando paso a la experiencia subjetiva, entonces, se asume con dignidad la tarea última y más importante: morir.
Probablemente hay dos cosas que un paciente terminal no necesita recuperar: su narcisismo y sus mecanismos de defensa. Ya no va a andar por la vida agradando a otros y menos retando a la propia muerte diciéndole que no le va a ganar. El cuerpo del paciente se prepara para el momento final al igual que el psiquismo; es casi un escenario de ensayo y error.

Encontrarse con pacientes irreverentes, coléricos e intransigentes y esto tiene sentido, la muerte les está poniendo límites que el yo y sus defensas no pueden tolerar, por eso hay que entender sus descargas y hablar hasta el cansancio de la muerte con el paciente y sus familiares.

La Tanatologia en la psicoterapia probablemente ayude al sujeto terminal, a desprenderse de la explicación del por qué nos toca la muerte, para dar lugar al para qué nos toca la muerte.
Es quizás en ese momento cuando acepta su vida verdadera, sin máscaras., sin defensas ni resistencias: ya no hay dualidades por lo tanto desaparece el conflicto, vida y muerte son lo mismo al igual que amor y odio.

Es necesario, humano y profesional, saber qué es para el analista la muerte, cómo siente, piensa y actúa frente a ella desde lo real, desde esa falta de la que habló Lacan, sin recurrir a la palabra o al lenguaje, invocando al Yo que también sufre, que se afecta, que es sensible, compasivo y amoroso frente a un otro que le antecede en este viaje desconocido.
Hablar de la muerte con los pacientes no terminales también, sobretodo con ellos; se debe mostrarles que sus deseos no pueden quedarse en interpretaciones oníricas, que pueden vivir su alquimia en la vida, en el amor; esta es la única vida que conocemos en lo consciente, por eso hemos de buscar en el análisis de lo inconsciente aquello más deseado para poder cumplirlo en el aquí y el ahora.

A los pacientes: no esperen estar en la posición de muerte, para comenzar a vivir.

Inseguridad


¿Qué es la inseguridad?
La inseguridad, se puede definir como la dificultad para decidir entre diferentes opciones para conseguir un objetivo determinado. Así como, la duda constante ante si lo que hemos hecho o dicho, nosotros mismos u otras personas, es acertado o no.

¿Cuando la inseguridad es un problema?
La mayor parte de las personas vivimos momentos en nuestras vidas en los que nos podemos sentir en menor o mayor medida inseguros. Es difícil que una persona en todos los ambientes situaciones a lo largo de su vida pueda sentirse totalmente inseguro/a.
Aunque la inseguridad aparece en alguna ocasión en la mayoría de las personas, en las personas en las que la inseguridad aparece de forma recurrente, puede interferir en como la persona se desenvuelve en su entorno y en las valoraciones que hace de si misma.

Características de las personas inseguras
Hay algunos comportamientos frecuentes en las personas inseguras: dudas constantes, no entregar trabajos o informes por creer que no son suficientemente buenos, dudar de la pareja por creer que no lo quiere lo suficiente, o como se espera, necesitar interminables pruebas del otro, que le demuestren su amor, dudar de su entorno, de sus amistades, ¿me quieren realmente?

Confiar más en la opinión de los demás que en la de uno mismo.
La persona insegura, suele depositar más confianza o valor en la opinión de los demás que en si misma, por lo que cuando una persona lo valore se sentirá muy bien pero cuando sienta que es objeto de critica o de rechazo por parte de otra persona, aunque no la conozca, se sentirá muy mal. Se trata en definitiva de la tendencia a poner en manos de otros la valoración de lo que somos, de nuestra autoestima.

Pensar que hay un criterio único para valorar las conductas, ideas. Es necesario tener en cuenta, que cada persona es diferente al resto de las personas, por ser diferente tiene diferentes opiniones y diferentes gustos. Nuestra forma de actuar, nuestro aspecto, nuestra forma de pensar. Por todo esto es imposible que agrade a todo el mundo por igual.

Consecuencias negativas de la inseguridad
Aquella persona que tiende a buscar la aprobación de los demás para sentirse valorada, tiene una alta probabilidad de vivir en una especie de montaña rusa. Cuando se encuentre con persones más afines a ella se sentirá feliz, plena, pero no podrá evitar cruzarse en la calle, escuela, trabajo, familia, barrio, personas que por pensar muy diferente a ella seguramente no van a aprobar algunas de las cosas que piensa, dice o hace y por lo tanto si depende también de ello para sentirse aprobada, seguramente se va a sentir mal.

Tratamiento Psicológico
El tratamiento se basa, por un lado en el trabajo de la autoestima, y por otro el trabajo de aquellos pensamientos poco ajustados a la realidad que pueden llevar a la persona a explicarse la realidad de forma poco objetiva y distorsionada. Se puede complementar en caso de ser necesario, ayudando a la persona a mejorar su habilidad para solucionar los problemas.