Los trastornos de alimentación: anorexia, bulimia y obesidad
Tanto la obesidad, como la anorexia y la bulimia son trastornos de la alimentación de origen psicológico y no médicos.
Los pacientes comparten ciertas características:
Todos ellos comen independientemente de su hambre o saciedad. Además, en algún momento, los patrones de alimentación pueden incluir desde una ingestión constante hasta una dieta estricta, pasando por períodos de abstinencia total o el uso de laxantes o medicamentos destinados a quitar el apetito. Esto puede producir cambios en pocas semanas de la imagen corporal en algunos pacientes.
En cuanto a la relación con los demás, todos suponen que son ignorados o demasiado controlados por las personas significativas para ellos, ya sean padres, novios o esposos.
Como reacción, presentan una conducta de evitación. Incluso también con el terapeuta, al que en un comienzo evaden, mostrándose ambiguos, negativos y competitivos.
Sus propias conductas les hacen reafirmar la idea de que son incomprendidos.
Todos los pacientes con trastornos de alimentación tienen una autoimágen desagradable o insatisfactoria.
Como regla general, se ven a sí mismos muy gordos. Tienen tanto miedo de engordar que creen que la única manera de evitarlo es adelgazar más y más, sin límite.
Los tres tipos de pacientes reconocen que tienen una debilidad fundamental hacia la comida. Dicen: "Me da miedo empezar a comer, porque no sé si seré capaz de frenarme". Por ello, desarrollan a veces conductas extrañas: los anoréxicos suelen ocultar alimentos, o comer en secreto.
Estos problemas están asociados a un sentido de ineficacia personal que inunda todos los aspectos de la vida: como estudiantes, como hijos, como pareja y ciertamente como seres incapaces de seguir una dieta para bajar de peso.
Otro esquema cognitivo que guía sus creencias es que ellos "tienen una necesidad de confirmación". Su identidad personal siempre está definida a través del juicio de los otros.
La terapia
El foco inicial del tratamiento es establecer una relación de confianza con el paciente, lo que no resulta sencillo, puesto que temen ser decepcionados, aún por el terapeuta.
Se intenta aumentar conciencia con respecto a la vulnerabilidad al juicio externo, a la vez que el paciente relacione que la preocupación por la comida es parte de un mecanismo distracción, con el cual maneja su sentido de ineficacia personal. De esta manera, el paciente progresivamente aumentará su capacidad de definirse por si mismo, independiente del juicio externo, que es el objetivo mas importante de la psicoterapia. De este modo, la conducta alimentaría (dietas, vómitos, ingesta excesiva, uso de laxantes y anorexígenos (Fármacos utilizados en el tratamiento de la Obesidad) es un problema secundario y no el foco del tratamiento.
Vigorexia: mentes enfermas en cuerpos sanos
Horas y más horas con las pesas. El culto al cuerpo puede llegar a convertirse en una obsesión que oculta un trastorno psicológico. La vigorexia, una patología descrita hace apenas tres años, afecta a aquellos adictos a la musculación que nunca se consideran lo suficientemente fornidos, se pesan varias veces al día y hacen del gimnasio su segunda casa.
Para algunos expertos, la vigorexia constituye el reverso de la anorexia nerviosa. Mientras que la anorexia suele aparecer entre chicas jóvenes que por más que adelgazan nunca llegan a verse lo suficientemente delgadas, la vigorexia afecta a hombres que se desviven por alcanzar un cuerpo cada vez más musculoso.
La vigorexia deriva de una confusión entre medios y fines. El problema surge cuando no se utiliza el ejercicio físico como un medio para llevar una vida más saludable. La consecuencia de un cuerpo musculoso se convierte en un fin en sí mismo y esta obsesión puede acarrear la adopción de hábitos no saludables.
La presión de los medios de comunicación ha desempeñado un papel esencial en la extensión de esta patología. Desde el cine y la publicidad se difunde el modelo de hombre fuerte y atlético como prototipo de salud y éxito, lo cual puede causar una obsesión por el culto al cuerpo y una frustración en adolescentes cuya contextura física no se adapte a estas modas.
Las principales razones por los que se cae en la vigorexia son de tipo estético. Algunas personas cuya constitución no se corresponda al modelo de cuerpo que exige la sociedad moderna, pueden tener problemas de integración en un medio donde se valora en gran medida el aspecto físico.
Aunque se han desarrollado programas para tratar estos problemas en grupo, el tratamiento sigue siendo diseñado individualmente para cada paciente, de acuerdo con sus propias características.
2 comentarios:
holaaaaaaaaaa amiga querida, todo bien?
Hola Galle!! Todo bien, estoy un poco ocupada desde la semana pasada esta de visita, mi nieta, entre el trabajo el estudio, no me da el tiempo. Pero esta todo mas que bien, solo que preciso vacaciones ya.JA,JA.
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