jueves, 31 de marzo de 2011

Poema para un autista


Para hacer del Autismo un solo sinónimo "La rosa azul".Con todo mi corazón para mi hijo y todos los seres que sufren este síndrome.

Cultivé una rosa extraña... "La Rosa Azul".

Rosa fragante de colores azul verdoso y azul claro, es la rosa más descifrada, polemizada y contrariada. Su aparente falta de resplandor y ausencia, son signos de gran atención por parte de aquellos que desconocen su existencia... Aquellos que la ven desean conocer su origen, pero su origen es incierto, y existe una diferencia sustancial entre la esencia de la rosa común y la fragante Rosa Azul.

Rosas comunes y corrientes hay muchas, de colores y fragancias usuales, no dejan de ser bellas pero nada se compara con la impactante belleza de la "Rosa Azul", que durante el curso de la vida la han catalogado como especial. Su fragancia puede ser descrita como una mezcla de temor, coraje, vergüenza y dulzura, sus comportamientos explosivos pudieran compararse como los del apacible mar y como los del infinito cielo, que cuando están agitados son incontrolables, sus cientos de espinas pudieran parecer obstáculo para alcanzarla, pero solo son muestras de un ser que lo único que desea es protegerse, y estas han sido utilizadas como epítetos ofensivos.

Dicen que llora sin saber por que llora y nosotros lloramos creyendo saber por que llora... Mira y mira y nosotros pensamos que tiene miradas perdidas, ríe y ríe sin saber por que ríe y nosotros reímos al ver su inmensa alegría, gira y mueve susRamas rígidas y nosotros ignoramos su gala baldía.

¡Hijo, eres la Rosa Azul!

Eres la rosa del silencio

Rosa que se desnuda por su dificultad para expresarse tus angustias, confusiones e inquietudes… dejan tus pétalos dispersos

Rosa que nada sabe, que nada niega, que nada desprecia, que nada odia,

Rosa que cuando nieva se disuelve en tristeza y clama para que la primavera la envuelva

Rosa que fuese fácil regarla con solo un corazón que se entregue a ella.

Tan delicada eres que tan solo una suave brisa puede causarte temor.

Tan dulce eres que las abejas desean extraer tu polen,

Te cultivé esperando, que como todas las rosas tuvieras un bello resplandor, hermosos capullos, que fueras de pocas espinas.

Con la ilusión de que te reprodujeras y de tus frutos hacer un ramo de hermosas rosas y capullos.

Llegaste a mi distante y cercano con tu inocencia para vivir entre la luz y la oscuridad,Tú no tienes la culpa de mi temor, de mi falta de valentía, de mi ilusión desvanecida.

Se me encomendó una tarea que es la de cuidar a la rosa más linda del jardín y me empobrecí porque no entendía tu mundo me sentí sofocado, abrumado, desdichado, desafortunado, no comprendía lo bello que es cuidar una rosa,

Te deshoje para ver tu alma y no la veía.

¡Ahora que he aprendido a conocerte! …

¡Que me has enseñado a ser un verdadero horticultor!

Untare tu aceite para aliviar mi corazón que late agonizante por las penas.

Con mis lágrimas vertidas haré un jardín de perlas para ti,

Con el polvo de mi dolor abonare tus raíces,

Con el sudor de mi esfuerzo te regare todos los días,

Con mis manos tapare tus oídos para que el silbido de la suave brisa no te perturbe

Con mi cuerpo te cubriré para que la nieve no disuelva tu alegría,

Y con todo mi amor pegare cada pétalo que se caiga como consecuencia de mi debilidad.

¡Tal vez en este camino tendremos retrocesos!

¡Pero lucharemos!,

Seremos como la mariposa que pierde el polen de las alas, pero hallaremos más polen en la flora.

¡Porque eres creación de un mismo mundo!

Dueño de un mismo cielo

Ave de un mismo nido

Luz de una misma estrella

Agua de un mismo pozo.

¡Por tus caminos altos y bajos!

Por tu laberintos

Por el eco profundo de tu silencio

Por el rostro encendido de tu amor

Porque eres alegría de una misma pena

Porque me has convertido en un soñador de cumbres en medio de una llanura,

Porque te has convertido en un pensamiento en mi mente, dejando huellas y un anhelo cautivo en la esperanza eterna.

Te amare y luchare durante toda mi vida.

Te quiere mucho… tu padre.

Autor: Filmar Palma




2 de Abril: Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo



miércoles, 30 de marzo de 2011

Las caricias


Cuando somos bebés, no manejamos las palabras porque no hemos tenido tiempo de aprender el lenguaje verbal. El que utilizamos es el no-verbal: el contacto físico, la proximidad o distancia, el llanto, la risa, los gestos. Con el paso del tiempo y años, aprendemos y usamos el lenguaje verbal, que acabará predominando en nuestras comunicaciones. Pero las palabras no deberían sustituir al lenguaje no-verbal, porque ésta aporta prestaciones que no están al alcance de las palabras.


Observemos en ese gesto que nos informa mejor del estado de ánimo de nuestro interlocutor que cualquier discurso oral. O en el tono de voz de una persona deprimida que nos impresiona más que lo que dice. O en un beso romántico y amoroso, o en una mirada cómplice, o en una sonrisa seductora o simplemente una mirada sin hablar.


Tocar y acariciar es la mejor manera de expresar afecto, comprensión, amor, cercanía, solidaridad, compasión.


Dentro de los diversos tipos de comunicación no verbal, y a pesar de su potencial, la comunicación táctil es una de las que menos se prodiga.


Tocar y que nos toquen, además de un estímulo placentero, es una necesidad. Nos vamos construyendo como personas en la interacción humana, forjando nuestra autoestima y sociabilidad. Y el vehículo que utilizamos para ello es la comunicación, tanto verbal como no verbal.


Las miradas, la expresión facial, la sonrisa, los gestos, el volumen, entonación e inflexión de la voz, su velocidad y claridad, conforman todo un lenguaje que no sólo complementa y enriquece el mensaje oral sino que constituye todo un abanico de elementos autónomos y con significación propia que otorgan credibilidad y fiabilidad a nuestras palabras, establecen nuestro grado de coherencia y marcan las relaciones que establecemos con los demás.


Las manos son uno de los instrumentos comunicadores por excelencia. La necesidad de que las personas vuelvan a tocarse, de que los afectos más o menos íntimos utilicen para su expresión el lenguaje de las caricias, los abrazos, los saludos, las palmaditas, la están constatando cada día más los especialistas en relaciones humanas, que han comprobado que quienes durante su infancia no recibieron caricias de sus padres son más proclives a mostrar dificultades para dar o recibir afecto, a mantener una postura corporal rígida y a las limitaciones para expresar su emotividad. Asimismo, manifiestan una tendencia a evitar el contacto físico con los demás, a verlo como algo inapropiado o sucio.


Son vistas como personas distantes, frías. Al parecer, estas personas evidencian también una dificultad mayor del a habitual para sentirse queridas y aceptadas por lo demás. Esta incapacidad puede conllevar problemas en el manejo de sus habilidades de comunicación y en la gestión de la agresividad que todos llevamos dentro.


El tabú y los frenos.
El tocarse está sujeto a tabúes, prejuicios y normas, que entorpecen que la caricia sea un hábito más en nuestro modo de expresión cotidiano. Hemos interiorizado que tocarnos el uno al otro forma parte de la comunicación erótica y que cualquier uso distinto del sexual o extremadamente afectivo podría ser mal entendido. La única excepción aceptada es acariciar a niños con los que mantenemos relación de parentesco o gran afecto y a los adultos con lo que tenemos una relación personal muy cercana o íntima. Y no son pocos los padres y madres que cuidan mucho cuánto y dónde tocan a sus hijos, ante el temor de que sus caricias puedan constituir abuso o algo similar. Es, sin duda, un tema delicado. Además, niños y adolescentes se muestran ariscos o poco receptivos a las caricias de sus padres y parientes, por entender que “eso es cosa de niños pequeños” y ellos se sienten ya mayores. Y como los adultos apenas se tocan. El miedo a que se malinterprete el gesto táctil nos conduce a no usarlo y así, poco a poco, vamos descartándolo de nuestro repertorio de conductas. Por otro lado, funcionan las normas sociales que marcan tanto el espacio de proximidad que han de mantener las personas como las caricias consideradas correctas. Todo dependerá de la zona y modo en que se toca y del parentesco o confianza de las personas a las que se toca. Lo peor es que establecen penalizaciones de índole moral para quien rebasa esos límites y el juicio de valor con el que se etiqueta al trasgresor puede ser, cuando menos, insidioso: es un pulpo, un zalamero que está todo el día tocando.


Así, en lo que respecta al contacto táctil, nos movemos no desde esa necesidad comunicativa sino desde pautas impuestas que asumimos como otras tantas convenciones sociales. Sabemos que tenemos que guardar ciertas formas pero hemos que asumir que tocar a los demás es un calibre de nuestra capacidad de amar y mostrar aprecio, cercanía y compresión a quienes nos rodean. Es necesario para nuestra salud física y emocional. Y deviene imprescindible para asentar nuestra autoestima porque no sólo deseamos saber que somos queridos, también necesitamos sentirlo, porque ese estímulo sobre nuestra piel significa la ratificación de las palabras, los besos, las miradas.


Tocar y ser tocados es un arte que se aprende con la práctica, que a su vez nos permitirá distinguir el toque tierno y cariñoso del curativo, del afecto consolador, del que nos transmite seguridad o de ese otro de carácter abierta o sugerentemente sexual. Diferenciarlos ayudará a gestionar nuestras reservas y miedos y a pedir o rechazar los contactos, atendiendo al momento en que nos encontremos. La rigidez facial, la ausencia de sonrisa, la hostilidad, la falta de apertura y espontaneidad podrían tener que ver con el hambre de piel.


Es un apetito emocional que necesita ser saciado, un deseo que debemos intentar siempre respetando al otro satisfacer. Tocar y ser tocado, un tema tabú


No dejemos que los prejuicios nos venzan; si el respeto y el sentido de la medida acompañan a la caricia o abrazo, difícilmente el destinatario se sentirá agredido o confuso. En caso de que así fuera, dejemos que nos lo haga saber, y expliquémosle nuestra conducta.


Si no entiende nuestro argumento, desistamos. Simplemente, nos hemos equivocado. No pasa nada, el mundo sigue girando.


La estimulación táctil puede activar las endorfinas, esas hormonas naturales del organismo que controlan el dolor y están relacionadas con la sensación de bienestar.


Sepamos que un gesto dice más que muchas palabras, de ahí que utilizar el tacto pueda contribuir a hacer más fiable, efectiva y entrañable nuestra comunicación.


La mejor manera de expresar afecto, solidaridad, cercanía, cariño, es tocando al otro, haciéndole saber que nuestro cuerpo siente lo mismo que comunicamos con palabras o gestos.


No olvidemos que tocar y ser tocados es una necesidad fisiológica, cualquiera que sea nuestra edad y emocional.


Nuestra autoestima pasa por el conocimiento de nuestro cuerpo y éste necesita saberse desde el sentido del tacto.


Acercarse a uno mismo a través de la piel es darse una entidad corpórea con la que poder acercarnos al otro.


Toda caricia por pequeña que sea, es un regalo.

domingo, 27 de marzo de 2011

Enfermedades mentales

Existen muchas enfermedades mentales que se manifiestan en trastornos físicos o de ánimo. Dentro de las enfermedades mentales o Psicológicas se encuentra la esquizofrenia, enfermedades depresivas y los desórdenes de la personalidad. Dentro de estos últimos se encuentran los desórdenes obsesivos-compulsivos, la fobia social, y algunos otros.
Las enfermedades mentales o psicológicas son desordenes o trastornos del cerebro que alteran la manera de pensar y de sentir de la persona afectada al igual que su estado de ánimo y su habilidad de relacionarse con otros. Frecuentemente disminuyen la capacidad para afrontar las exigencias normales de la vida diaria. Todas las enfermedades mentales son causadas por desordenes químicos del cerebro.

Algunas de las enfermedades mentales son:

El estrés Las personas pueden experimentar estrés ante eventos importantes los cuales pueden ser peligrosos o muy difíciles de superar. Entre los síntomas psicológicos del estrés está ansiedad y tensión, la preocupación incontrolable, irritación, distracción, y dificultad en aprender cosas nuevas.

La neurosis Son las afecciones que muestran un mal funcionamiento del sistema nervioso. En las neurosis no hay lesión física ni alteración de la personalidad. Las principales neurosis son la ansiedad, una incontrolable obsesión por evitar situaciones peligrosas y una falta de interacción con personas. Algunos ejemplos de neurosis son el pánico, la fobia social, el desorden compulsivo-obsesivo, y el estrés postraumático.

La hipocondría

La hipocondría es un desorden neurótico en el cual la persona canaliza las ansiedades, las preocupaciones y los pensamientos obsesivos para convencerse de que tiene una enfermedad física específica ejemplo: el cáncer del colon. Es decir que los hipocondríacos están preocupados porque padecen de una enfermedad, aunque informes médicos indiquen lo contrario.

Los hipocondríacos gastan mucho tiempo y dinero visitando doctores y haciéndose varios exámenes. Las relaciones entre los enfermos, médicos y enfermeras pueden en muchos casos ser conflictivas; hasta el punto en que una verdadera enfermedad puede llegar a no ser diagnosticada por aquellas personas que están cansadas de atender enfermos mentales que previamente han insistido en una enfermedad que no existe.

Desordenes somáticos, El desorden de la somatización Es un desorden muy raro, pero toma mucho tiempo controlarlo. Los paciente, tiene una historia médica larga y complicada y una serie de síntomas dramáticos pero vagos que demandan la atención inmediata del profesional. Las quejas por lo general se basan en dolores gastrointestinales, ginecológicos y senso-motores. Las personalidades y vidas de estas personas son dramáticas y caóticas.

El desorden facticio Los individuos que sufren de esta enfermedad mental crean la apariencia de una enfermedad física para ser el centro de atención médica y/o para obtener varios tipos de droga. Las personas que sufren de este desorden por lo general se vuelven evasivas y agresivas cuando se les hacen preguntas o se les desafía a aclarar la inconsistencia de sus síntomas. Muchas se escapan de los hospitales o clínicas para ir en busca de otros centros médicos. Muchos individuos con este tipo de desorden tienden a tener un comportamiento y una personalidad similar a aquellos que sufren de somatización.

La esquizofrenia La esquizofrenia es un trastorno fundamental de la personalidad, una distorsión del pensamiento. Los que la padecen tienen frecuentemente el sentimiento de estar controlados por fuerzas extrañas. Poseen ideas delirantes que pueden ser extravagantes, con alteración de la percepción, afecto anormal sin relación con la situación y autismo entendido como aislamiento. El deterioro de la función mental en estos enfermos ha alcanzado un grado tal que interfiere marcadamente con su capacidad para afrontar algunas de las demandas ordinarias de la vida o mantener un adecuado contacto con la realidad.

El psicótico no vive en este mundo, disociación entre la realidad y su mundo, ya que existe una negación de la realidad de forma inconsciente. No es consciente de su enfermedad.

La actividad cognitiva del esquizofrénico no es normal, hay incoherencias, desconexiones y existe una gran repercusión en el lenguaje, pues no piensa ni razona de forma normal. El comienzo de la enfermedad puede ser agudo, es decir, puede comenzar de un momento para otro con una crisis delirante, un estado maníaco, un cuadro depresivo con contenidos psicóticos o un estado confuso onírico. También puede surgir de manera insidiosa o progresiva.

¿Paranoia o esquizofrenia?

La paranoia En general, esta enfermedad se refiere a altos niveles de sospecha y desconfianza, usualmente vistos en las creencias o desilusiones de que ella o él son víctimas del odio, celos y resentimientos de otras personas. La persona que sufre de la paranoia esquizofrénica tiene presentimientos de que ella o él van a ser perseguidos por otros, como el vecino, el gobierno, o un extraterrestre; o por personas especiales tales como “Dios” (un presentimiento de grandiosidad). La persona que sufre del desorden personal paranoico parece normal, pero es sospechosa, desconfiada, hostil, controladora y rápida para desarrollar resentimientos y celos. Algunos hombres que golpean a sus esposas o novias sufren de esta enfermedad mental.

La depresión

La depresión es un problema emocional muy grave en el cual el individuo no deja de sentirse triste y vacío, y constantemente se siente sin ayuda o esperanza. Las personas deprimidas, usualmente sufren de ansiedad e irritabilidad, una falta de motivación, y una pérdida de placer en las cosas que antes les gustaba hacer. También tienen problemas con el apetito, el sueño, y sufren de dolores. Muchas personas deprimidas tienen pensamientos suicidas y entre el diez y el quince por ciento terminan por quitarse la vida.

La manía depresiva Son muchas las personas que en la actualidad experimentan de una manera otro episodio de manía intermedia o severa, junto con episodios de depresión. Si los momentos de ambos tipos de problemas emocionales son intermedios, la condición se conoce como clotimia. Si los episodios de depresión son severos, sin importar si la manía es leve o severa, entonces la condición emocional se llama desorden bipolar, comúnmente conocido como manía-depresiva. Personas entre los 17 a 25 años de edad tienden a ser víctimas de este tipo de problema emocional, y usualmente es crónico.

Muchos individuos que sufren de estos desordenes pueden recuperarse en medio de episodios, y hay una asociación con la creatividad y el ingenio artístico que la persona puede desarrollar. Sin embargo, el impacto que este desorden causa en la vida de una persona es devastador. El nivel de problemas matrimoniales, abuso de sustancias, suicidio y problemas con la ley es muy alto.

Creatividad maníaco depresiva

El delirio También conocido como el rápido inicio del síndrome cerebral, el delirio es una condición psicológica asociada con graves problemas físicos ejemplo: sobredosis de droga o envenenamiento. Entre los síntomas están la confusión y la desorientación, pérdida de conciencia, agitación, apatía e ilusiones, falta de percepción del estímulo externo, tal como escuchar el ruido de las ruedas de una camilla de hospital e imaginarse que es una máquina maldita que viene a despedazarlo. El delirio debe tomarse muy en serio y debe ser tratado inmediatamente, porque puede representar un grave problema físico.

La demencia

La demencia se refiere a una disminución o deterioro generalizado de las facultades intelectuales, como la pérdida de memoria, atención y pensamiento abstracto. La persona que sufre de demencia se puede perder fácilmente y puede ser incapaz de hacer cosas simples como volver a entrar a la casa después de que haya cerrado la puerta. La depresión y la paranoia usualmente son asociadas con la demencia, y algunos enfermos desarrollan alucinaciones. Uno de los mejores ejemplos de demencia es la enfermedad de Alzheimer, la cual empieza típicamente a los 55 años.

El narcisismo La persona con este tipo de personalidad tienen una incontrolable necesidad de sentirse importante, exitosa y admirada por todo el mundo. Ellos actúan como si fueran únicos y merecedores de favores especiales. Por lo general, a los narcisistas no les importan los sentimientos y/o resentimientos de las otras personas, y están celosos de los éxitos de los demás.

martes, 22 de marzo de 2011

Terapia Gestalt

La terapia Gestalt, más que una teoría de la psiquis, es un eficaz abordaje terapéutico y una filosofía de vida que prima la conciencia, darse cuenta, la propia responsabilidad de los procesos en curso y la fe en la sabiduría intrínseca del organismo, la persona total que somos, para autoregularse de forma adecuada con un medio cambiante. Antepone la espontaneidad al control: la vivencia, la evitación de lo molesto y doloroso;el sentir, a la racionalización; la comprensión global de los procesos, a la dicotomía de los aparentes opuestos. Requiere del terapeuta un uso de sí como instrumento, emocional, corporal,intelectual, que trasmite una determinada actitud en vez de practicar únicamente una técnica útil contra la neurosis.

Hay tres premisas que fundamentan la gestal como terapia con sus aplicaciones en el campo de la psicología clínica.

A) El darse cuenta: sólo cuando el individuo se da cuenta de lo que hace y de cómo lo hace podrá cambiar su conducta.

B)La homeostasis: proceso mediante el cual el organismo interactúa con el ambiente para mantener el equilibrio.

C)El contacto: es imprescindible para el crecimiento y el desarrollo del ser humano.

Darse cuenta: El darse cuenta es la capacidad que tiene cada ser humano para percibir lo que está sucediendo, aquí y ahora, dentro de sí mismo y del mundo que lo rodea. Dentro de esta experiencia en el aquí y el ahora, se pueden distinguir tres tipos de darse cuenta, que se denominan como "Áreas del darse cuenta" o "Zonas de contacto".

El darse cuenta del mundo o zona externa; Se relaciona con el contacto sensorial. Nos permite ponernos en contacto con los objetos y acontecimientos del mundo que nos rodea, de todo aquello que está fuera y de lo que ocurre más allá de nuestra piel. Fórmulas: "Yo veo,toco,oigo, huelo, yo percibo, aquí y ahora.

El darse cuenta de sí mismo o zona interna; comprende todas aquellas sensaciones y sentimientos que ocurre dentro de nosotros. Nos permite ponernos en contacto con nosotros mismos. Fórmulas: Yo siento, me siento,yo siento, aquí y ahora.Para ponerse en contacto con uno mismo es conveniente hacerse las siguientes preguntas: ¿qué estoy sintiendo? ¿dónde lo estoy sintiendo? ¿cómo lo estoy sintiendo?

El darse cuenta de la fantasía o zona intermedia; incluye toda la actividad mental, pensar,imaginar,recordar,planificar, nos permite ponernos en contacto con nuestras fantasías.Fórmulas;"yo pienso,imagino,recuerdo,deseo, yo pienso,aquí y ahora"

Homeostasis; Ningún organismo es autosuficiente, sino que en todo momento forma parte de un campo que lo incluye tanto a él como a su ambiente.Este equilibrio homeostático es sinónimo de salud, si el organismo permanece en estado de desequilibrio con su entorno durante mucho tiempo enferma,al no poder satisfacer sus necesidades.

Contacto: Cada persona tiene su espacio vital dentro del cual, y dependiendo del momento, puede recibir o abrirse a determinadas personas, pero nadie puede invadir su espacio. Si esto ocurre, nos sentimos amenazados en nuestra integridad e individualidad.Cuando hacemos demasiado hincapié en sostener rígidamente ese espacio vital, corremos el riesgo de reducir el contacto con los demás. Esta reducción del contacto conduce al hombre a la soledad que, elige como opción más segura y menos generadora de angustia. La mayoria de las veces esta reducción del contacto se realiza por temor o miedo y aunque el deseo de contactar con los demás sea grande, ese temor que sentimos cuando alguien se acerca nos impide retirar nuestros límites y abrirnos. Cuando sucede lo contrario, es decir, cuando nuestro yo está en continuo contacto con el mundo, mostrando una extraversión compulsiva, se pierde esa intimidad creativa y de concentración, diluyéndose los límites del yo, haciéndose a veces difícil distinguir entre el ambiente y el yo.

El trabajo guestáltico: El obejetivo de un encuentro guestáltico es descubrir e incrementar el darse cuenta; no está diseñado para lograr una catarsis, aunque si la expresión es honesta no se interfiere con ella.El terapeuta se centra en el qué y cómo. Qué y cómo proceden de la observación exacta, por qué conduce a la especulación.

sábado, 19 de marzo de 2011

Personalidad Múltiple


¿Verdad o mito?
La personalidad múltiple es algo que todos conócenos y hemos sentido hablar. ¿Existe, o es un invento?

Trastorno de identidad disociativo: La existencia de una o más identidades o personalidades en un mismo individuo, cada una con su propio forma de percibir e interactuar con el ambiente. También asociado con la perdida de la memoria, no la falta de memoria normal, sino pequeños lapsos amnésicos. Aunque no debe confundirse con la esquizofrenia que está también asociada a la disociación.

La disociación es un mecanismo psicológico de defensa en el cual la identidad, memoria, ideas, sentimientos o percepciones propias se encuentran separadas del conocimiento consciente y no pueden ser recuperadas o experimentadas voluntariamente. Todas las personas se disocian en algún momento, ejemplo; cuando la gente se da cuenta después de haber llegado a su casa, que no recuerdan gran parte del camino porque estaban preocupadas pensando en conflictos personales, o atentos a resolver una cuestión laboral. Pero cuando se da en alto grado provoca una ruptura, por la cual la persona no tiene sensaciones de sí misma y las percepciones de los hechos de la vida diaria.

Trastorno Disociativo de Identidad, es llamado así porque la persona no se siente conectada entre una personalidad y otra en distintos momentos de su vida.
La disociación es a veces un recurso necesario y común, para muchos adultos que intentan olvidar una situación en particular de su vida, por un tiempo. De esta manera, a la persona le es posible continuar con una vida efectiva, se desenvuelve en su trabajo y en sus obligaciones familiares, siendo una situación temporal y conciente, y el resultado de un esfuerzo para seguir adelante.

Para los psiquiatras y psicólogos personalidad múltiple es un término muy controversial, son pocos los que le otorgan seriedad a este diagnóstico. La mayoría no lo considera un desorden mental, sino un simple delirio con base cultural y terapéutica.

Sin embargo en la cultura popular la personalidad múltiple está muy arraigada tanto por su utilización en el cine, como en la literatura.
Pero en el cine y la literatura se lleva este diagnóstico de trastorno de identidad disociativo a una exageración casi sin límite. El número de personalidades diferentes y las espectaculares diferencias entre cada una parece haber ido incrementándose con el paso del tiempo. Algo que no sólo se ve en la cultura popular sino también en los consultorios psicológicos.

En la personalidad múltiple, la persona se olvida de sí misma involuntariamente y se transforma en otra, repitiendo este proceso en varias oportunidades, de las cuales existe por lo general una o dos que prevalecen. Lo que es interesante es que cada una de estas personalidades tiene su propia forma de ser, sentir, pensar y reaccionar, y hasta en ocasiones una no está de acuerdo con la otra.

El tratamiento terapéutico es necesario para ayudar a la persona a sobrevivir el sufrimiento mental de tener que vivir en direcciones diferentes, y para poder encontrar la paz mental aunque no pueda integrar las distintas personalidades en una sola. El objetivo es, llegar a negociar las diferencias y aprender a convivir con ellas.

jueves, 17 de marzo de 2011

Las Emociones


Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos, fisiológicos y endocrinos de origen innato, influidos por la experiencia. Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea. Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis violentas y pasajeras.

En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación.

Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco importantes y siempre se le ha dado más relevancia a la parte racional del ser humano. Pero las emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos personales, motivaciones, deseos, necesidades e incluso objetivos. De todas formas, es difícil saber a partir de la emoción cual será la conducta futura del individuo, Los especialistas pueden intuirla.

Apenas tenemos unos meses de vida, adquirimos emociones básicas como el miedo, el enojo o la alegría. Algunos animales comparten con nosotros esas emociones tan básicas, que en los humanos se van haciendo más complejas gracias al lenguaje, porque usamos símbolos, signos y significados.

Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. Algunas de las reacciones fisiológicas y corporales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que otras pueden adquirirse.

Charles Darwin observó como los animales, especialmente en los primates, tenían un extenso repertorio de emociones, y que esta manera de expresar las emociones tenía una función social, pues colaboraban en la supervivencia de la especie. Tienen, por tanto, una función adaptativa.

Las categorías básicas de las emociones.

Miedo: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad.
Sorpresa: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva para saber qué pasa.
Aversión: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión.
Ira: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
Alegría: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de seguridad.
Tristeza: Pena, soledad, pesimismo.

Si tenemos en cuenta esta finalidad adaptativa de las emociones, podríamos decir que tienen diferentes funciones:
Miedo: Tendemos hacia la protección.
Sorpresa: Ayuda a orientarnos frente a la nueva situación.
Aversión: Nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.
Ira: Nos induce hacia la destrucción.
Alegría: Nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel suceso que nos hace sentir bien).
tristeza: Nos motiva hacia una nueva reintegración personal.

Los humanos tenemos 42 músculos diferentes en la cara. Dependiendo de cómo los movemos expresamos determinadas emociones u otras. Hay sonrisas diferentes, que expresan diferentes grados de alegrías. Esto nos ayuda a manifestar lo que sentimos, que en ocasiones nos es difícil explicar con palabras.
Es otra manera de comunicarnos socialmente y de sentirnos integrados en un grupo social. El hombre es el animal social por excelencia.

Las diferentes expresiones faciales son internacionales, dentro de diferentes culturas hay un lenguaje similar. Podemos observar como en los niños ciegos o sordos cuando experimentan las emociones lo demuestran de forma muy parecida a las demás personas, tienen la misma expresión facial. Posiblemente existan bases genéticas, hederitarias, ya que un niño que no ve no puede imitar las expresiones faciales de los demás.

Las expresiones también varían un poco en función de la cultura, el sexo, el país de origen etc. Las mujeres tienen más sensibilidad para captar mejor las expresiones faciales o las señales emotivas y esta sensibilidad aumenta con la edad. Otro ejemplo son los rostros de los orientales, especialmente los japoneses, son bastante inexpresivos, pero es de cara a los demás, porque a nivel íntimo expresan mejor sus emociones.

Las expresiones faciales también afectan a la persona que nos está mirando alterando su conducta. Si observamos a alguien que llora nosotros nos ponemos tristes o serios e incluso podemos llegar a llorar como esa persona. Por otro lado, se suelen identificar bastante bien la ira, la alegría y la tristeza de las personas que observamos. Pero se identifican peor el miedo, la sorpresa y la aversión.

Componentes no lingüísticos de la expresión verbal, comunicación no verbal.
Los otros componentes de las emociones son fisiológicos e involuntarios, iguales para todos:
Temblor
Sonrojarse
Sudoración
Respiración agitada
Dilatación pupilar
Aumento del ritmo cardíaco

¿Qué es lo que nos produce el miedo a nivel fisiológico?
Cuando nos encontramos ante un estímulo que nos provoca miedo o temor, nuestro cuerpo reacciona activándose, de manera que estemos a punto para cualquier reacción de lucha o huída que sea preciso con el de protegernos, ya que nuestro impulso más básico es el de la supervivencia.

Todas las personas nacemos con características especiales y diferentes, pero muchas veces la manera de comportarnos o enfrentarnos a los avatares de la vida son aprendidos. Desde pequeños podemos ver como para un niño no está bien visto llorar y expresar sus emociones como en una nena, además a los varones se les exige ser más valientes, seguros de sí mismos. También podemos observar como, según las culturas, las mujeres son menos valoradas, tanto en el ámbito personal como en el laboral, lo cual es el origen de opresiones y malos tratos. Todo esto lo adquirimos sin darnos cuenta ya desde el momento en que venimos al mundo: nos comportamos como nos han enseñado a comportarnos. Quererse a uno mismo, ser más generoso con los demás, aceptar los fracasos, no todo depende de lo que hemos heredado, por lo que debemos ser capaces de seguir aprendiendo y mejorando nuestras actitudes día a día, aprender a ser más inteligentes emocionalmente, en definitiva a ser más felices.

No olvidemos que las pequeñas emociones son los capitanes de nuestras vidas y las obedecemos sin siquiera darnos cuenta. Vincent Van Gogh.

Las emociones son como caballos salvajes. No son explicaciones que nos ayudan a seguir adelante sino nuestra voluntad de seguir adelante. Paulo Coelho.

miércoles, 16 de marzo de 2011

El dolor al rechazo


Los seres humanos somos notablemente sociales. Desde que nacemos el instinto de vivir en sociedad, forma parte de nuestros códigos genéticos y de los sentidos de conservación. Podemos sentirnos rechazados o discriminados por razones de raza, género, edad, nacionalidad, sexo, religión o por otras condiciones políticas, económicas y sociales.

Asimismo, nos podemos sentir excluidos por nuestros compañeros de estudio, trabajo e inclusive dentro de nuestras familias por hermanos, padres o hijos o por el propio cónyuge cuando se presenta la separación en la pareja.
En todos estos casos el sentimiento que se experimenta es de minusvalía y dolor.

¿Por qué la persona tiene miedo al rechazo?
Algunos de sus motivos:
Tienen un concepto negativo de sí mismos porque nunca se sintieron completamente aceptados en sus familias.
Han tenido una experiencia traumática de rechazo; por ejemplo, burlas continuas por algún defecto físico en la niñez; abandono.
Se sienten inseguros en su identidad personal; por ello, no tienen confianza en sí mismos.
Nunca se han expuesto a maneras no confrontativas de manejar las discusiones y el desacuerdo.
No tienen las habilidades sociales necesarias para adaptarse a un grupo de referencia.
Han padecido de aislamiento social en su infancia.
Piensan que por carecer de ciertas habilidades personales deben apartarse de los demás, contribuyendo a aumentar su falta confianza en sí mismos.
No son conscientes de que están funcionando en base al miedo al rechazo y pueden incluso negarlo si alguien se lo dice.
Tienen un defecto físico que consideran que los hace poco atractivos a los demás.

El Síndrome de Wendy se puede definir como el conjunto de conductas que realiza una persona por miedo al rechazo, por necesidad de sentirse aceptado y respaldado, y por temor a que nadie lo/a quiera. En definitiva, por una necesidad imperiosa de seguridad.

El dolor del alma, el dolor psicológico, sacude al organismo igual que el dolor físico.
Cuando una situación de rechazo se hace presente, el proceso de reacción y sanación de esta herida psicológica se da prácticamente igual al de una herida física. Si este rechazo incluye odio e ira se agravará el dolor, tal y como si una herida física se infectara.

Si se evade este dolor con el alcohol o las drogas es como si una herida física o una enfermedad sólo se trataran con calmantes y no se aplicara un tratamiento con medicamentos. Las consecuencias serían que la herida o el dolor físico no se aliviarán. Igualmente sucederá si asumimos la misma actitud ante el dolor psicológico.

Si nos deprimimos o nos aislamos ante un dolor mental, psicológico, el sistema inmunológico se debilitará y surgirán otras enfermedades. Debemos asumir la sanación psicológica utilizando nuestra autoestima y el poder de nuestra mente para superar los obstáculos buscando, por supuesto y hasta donde podamos, apoyo en familiares y amigos.