miércoles, 9 de febrero de 2011

Autismo


El origen del autismo está bastante cuestionado, y se habla de 3 tipos de autismo según su origen sea hereditario o genético, traumático y adquirido, por falta de afecto. Últimamente, se ha llegado a establecer una relación esperanzadora, la existente entre la alimentación exenta de gliadina y caseína y las mejoras de la calidad de vida del autista.

Los niños autistas miran pero no ven, los bebés no se conectan con el entorno ni con la madre. En una primera etapa escolar el niño se caracteriza por la falta de habla, no es capaz de distinguirse como persona y no muestra necesidades de contacto de ningún tipo. Suelen ser agresivos y, en muchas ocasiones, tienen tendencia a autoagredirse.
Es muy común que alrededor de un tercio de los niños autistas sean adolescentes con episodios epilépticos, provocados por un descontrol de su sistema nervioso.

Síntomas:
No reconoce su existencia
No entiende de sentimientos
No busca consuelo ni afecto
No es capaz de imitar conductas
No le gusta estar en sociedad
No se expresa verbalmente
No tiene imaginación
Sus movimientos corporales son torpes y nada evolutivos
No es capaz de seguir rutinas
No logra concentra su interés en nada concreto

Tratamiento:
Lamentablemente no existe cura para este trastorno, si bien el tratamiento integral y continuado, basado en una educación especializada, el apoyo familiar constante y las terapias psicológicas pueden mejorar su capacidad de comunicación y relación con su entorno.
Es muy habitual que los niños con este trastorno deban seguir un tratamiento farmacológico constante. Últimamente ha dejado al menos abiertas las puertas de la esperanza el tratamiento alimenticio en base a prohibiciones de gluten, caseína, colorantes y otras sustancias.

Los padres:
Asumir la situación en la que se encuentran y trabajar en conjunto para optimizar los puntos fuertes, minimizando las limitaciones son las tareas claves de los padres de niños autistas. Deben ser capaces de ponerse a disposición de psicólogos y psiquiatras que les ayuden a vivir con el problema y, deben tener muy presente que, tener un hijo autista es un problema familiar integral que no puede ser tratado aisladamente con el niño, sino que requiere de una terapia constante para todo el entorno de la persona autista.

Con independencia de las causas reales que desencadenen un cuadro de autismo en un niño, hay que tener presente que los esfuerzos deben centrase en la optimización de sus cualidades, la mejora de su calidad de vida y la posibilidad de integración social autosuficiente. Ponerse en manos de los especialistas para eliminar cuanto antes sentimientos negativos de culpa y dolor, son las claves que deben seguir los padres de un niño autista si quiere minimizar el impacto de esta enfermedad.

Gallega amiga es por vos este post, te dejo este enlace a otro artículo de autismo.

http://tomson-wwwlocaporlapsico.blogspot.com/2009/03/autismo.html

2 comentarios:

gallega dijo...

GRACIAS AMIGA QUERIDA AMIGA, INTERESANTISIMO, ME CREIA QUE TENIA CURA

Anónimo dijo...

¿hay adultos autistas? ¿Es verdad que algunos casos de autismo han mejorado al dejar de comer carne?
Pata