La
enfermedad de Parkinson pertenece a un grupo llamadas desórdenes del sistema
motor. Los cuatros síntomas principales son el temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara; la rigidez de las extremidades y el tronco; la bradicinesia o lentitud de movimiento; y la inestabilidad de postura o la coordinación o balance afectados.
A medida que estos síntomas se hacen más pronunciados, los pacientes pueden
tener dificultad en caminar, hablar y realizar otras tareas simples.
La
enfermedad de Parkinson ocurre cuando ciertas células nerviosas, o neuronas, en
un área del cerebro conocida como sustancia nigra, mueren o sufren deterioro.
Normalmente, estas neuronas producen un producto químico cerebral importante
conocido como dopamina. La dopamina
es un mensajero químico responsable de transmitir las señales entre la sustancia
nigra y la siguiente estación relevadora
del cerebro. La pérdida de dopamina hace que las células nerviosas actúen sin
control, dejando a los pacientes incapaces de dirigir o controlar sus
movimientos de forma normal. Los estudios han demostrado que los pacientes de
Parkinson tienen una pérdida considerable de las células productoras de
dopamina en la sustancia nigra. La causa de esta muerte o deterioro celular se
desconoce, pero resultados significativos obtenidos por los científicos de
investigación continúan produciendo pistas nuevas y sumamente interesantes de
la enfermedad.
Los
primeros síntomas de la enfermedad de Parkinson son sutiles y ocurren
paulatinamente. Los pacientes pueden sentirse cansados o advertir un malestar
general. Algunos pueden sentirse algo tembloroso y pueden tener dificultad en
levantarse de una silla. Pueden notar que hablan con voz excesivamente baja y
que su caligrafía aparece apretada e irregular. Pueden perder conciencia de una
palabra o pensamiento o pueden sentirse irritables y deprimidos sin razón
aparente. Este periodo muy inicial de la enfermedad puede durar por largo
tiempo antes de que aparezcan síntomas más clásicos y obvios.
A medida
que progresa la enfermedad, el temblor, que afecta a la mayoría de los
pacientes de Parkinson puede
comenzar a interferir con las actividades cotidianas. Los pacientes muchas
veces no pueden sostener bien los utensilios o el temblor les dificulta leer el
diario, revista, libro, etc. El temblor de Parkinson puede empeorar cuando el
paciente está relajado. Unos cuantos segundos después de que las manos
descansan en una mesa, por ejemplo, el temblor es más pronunciado. Para la
mayoría de los pacientes, el temblor es usualmente el síntoma que les lleva a
buscar ayuda médica.
La
enfermedad de Parkinson no afecta a todas las personas de la misma forma. En
algunas personas la enfermedad progresa con rapidez, en otras no. Aunque
algunas personas sufren incapacitación severa, otras experimentan sólo
perturbaciones motoras menores. El temblor es el síntoma principal en algunos
pacientes, mientras que en otros el temblor es una queja menor y otros síntomas
son más problemáticos.
El
temblor asociado con la enfermedad de Parkinson tiene un aspecto
característico. Típicamente, el temblor adopta la forma de un movimiento hacia
atrás y hacia adelante, rítmico, del pulgar y el índice a tres oscilaciones por
segundo. Se denomina a veces rodar de la
píldora. El temblor comienza usualmente en la mano aunque a veces se ve
afectado primero un pie o la mandíbula. El temblor es más evidente cuando la
mano está en descanso o cuando una persona está sometida a tensión. En tres de
cada cuatro pacientes, el temblor puede afectar sólo a una parte o lado del
cuerpo, en especial durante las etapas iniciales de la enfermedad.
Posteriormente, puede hacerse más general. El temblor rara vez es incapacitante
y usualmente desaparece durante el sueño y mejora con movimiento intencional.
La
rigidez, o una resistencia al movimiento, afecta a la mayoría de los pacientes
de Parkinson. Un principio principal del movimiento corporal es el de que todos
los músculos tienen un músculo opuesto. El movimiento es posible no sólo porque
un músculo se torna más activo, sino porque el músculo opuesto se relaja. En la
enfermedad de Parkinson, la rigidez proviene cuando, en respuesta a las señales
transmitidas por el cerebro, se perturba el equilibrio delicado de los músculos
opuestos. Los músculos permanecen constantemente tensos o contraídos por lo que
la persona siente dolor o se siente inflexible o débil. La rigidez se hace
evidente cuando otra persona trata de mover el brazo del paciente, el cual se
moverá lentamente con movimientos cortos y abruptos, conocidos como rigidez de engranaje.
Bradicinesia, o la lentitud y pérdida de
movimiento espontáneo y automático, es particularmente frustrante porque es
difícil de pronosticar. Durante un momento el paciente puede moverse con
facilidad. Al momento siguiente puede necesitar ayuda. Este quizás sea el
síntoma más incapacitante y perturbador de la enfermedad porque el paciente no
puede realizar con rapidez movimientos habituales. Actividades que antes se
realizaban con rapidez y facilidad, tales como lavarse o vestirse, pueden tomar
varias horas.
La inestabilidad de la postura o el equilibrio y la coordinación
afectados, hace que los pacientes adquieran una inclinación hacia adelante o
hacia atrás y se caigan con facilidad. Cuando se tropieza con ellos por el
frente o cuando comienzan a caminar, los pacientes inclinados hacia atrás
tienen la tendencia a tomar pasos hacia atrás, cosa que se conoce como
retropulsión. La inestabilidad de la postura puede hacer que los pacientes
tengan una postura inclinada, en la cual la cabeza está inclinada hacia abajo y
los hombros se observan caídos. A medida que progresa la enfermedad, puede
verse afectada la forma de andar. Los pacientes pueden detenerse en mitad de su
camino y congelarse en posición, posiblemente incluso cayendo de frente. O los
pacientes pueden andar con una serie de pasos rápidos y pequeños como si
estuviesen apresurándose hacia adelante para mantener el equilibrio. Esta forma
de caminar se conoce como festinación.
Varios
otros síntomas acompañan a la enfermedad de Parkinson; algunos son menores,
otros más preocupantes. Muchos pueden tratarse con medicamento apropiado o con
terapia física. Nadie puede pronosticar qué síntomas afectarán a un paciente
individual y la intensidad de los síntomas también varía de una persona a otra.
Ninguno de estos síntomas es mortal, aunque los problemas en tragar pueden
atragantar al paciente.
Depresión: este es un problema común y puede
aparecer en una fase temprana de la enfermedad, incluso antes de que se adviertan
otros síntomas. La depresión puede no ser severa, pero puede intensificarla el
consumo de los medicamentos utilizados para tratar otros síntomas de la
enfermedad de Parkinson. Afortunadamente, la depresión puede tratarse con éxito
con medicamentos antidepresivos.
Cambios emocionales: algunas personas con la enfermedad
de Parkinson se tornan temerosas e inseguras. Quizás temen no poder hacer
frente a situaciones nuevas. Pueden no desear viajar, ir a reuniones o
socializar con los amigos. Algunos pierden su motivación y se tornan
dependientes de los miembros de la familia. Otros pueden tornarse irritables y
demasiado pesimistas. Puede observarse pérdida de la memoria y un pensamiento
lento aunque la capacidad de razonar siga intacta. El hecho de si las personas
sufren en realidad pérdida intelectual (conocido también como demencia), como
consecuencia de la enfermedad de Parkinson, continúa siendo un área
controversial que aún necesita estudio.
Dificultad en tragar y masticar: los músculos utilizados para
tragar pueden trabajar con menos eficacia en las etapas posteriores de la
enfermedad. En estos casos, los alimentos y la saliva pueden acumularse en la
boca en la parte posterior de la garganta lo que puede resultar en
atragantamiento o babeo. Los medicamentos pueden aliviar a menudo estos
problemas.
Además de
coraje y apoyo familiar, el enfermo de Parkinson necesita un respaldo
psicológico fuerte, sobre todo durantes los primeros momentos de aceptación.
En la
actualidad, no hay cura para la enfermedad de Parkinson. Pero distintos
medicamentos proporcionan alivio espectacular de los síntomas.
Fuente: http://www.geosalud.com/neurologia/parkinson.html
1 comentario:
EXCELENTE, MUY BIEN EXPLICADO, GRACIAS TOMSON!!!
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