Por las fiestas de final de año
Muchas
personas se deprimen y se sienten
estresadas durante las fiestas de fin de año. Escuchamos que aumentan el
número de suicidios y las muertes en asilos y geriátricos para ancianos y enfermos.
¿Qué lleva a una persona a
deprimirse?
Por lo
general son aquellas que presentan un carácter con alguna cualidad extrema como
inseguridad, dependencia, hipocondría,
perfeccionismo, autoexigencia, entre otros. Los factores ambientales, como
el sufrir algún problema económico, familiar o de salud también predisponen a
padecer un trastorno depresivo.
Hay que saber diferenciar la tristeza y la melancolía de la depresión, no son lo mismo. La depresión es un estado de tristeza agudizado del cual la persona no puede salir espontáneamente.
Esta situación anímica puede ser pasajera o prolongarse por varios meses y en ese lapso de tiempo puede perder interés por su cuidado personal, trabajo, estudio o alimentación. En el caso de la pérdida de un familiar cercano o la pareja, el periodo de luto puede durar hasta seis meses; si este se prolonga, ya estamos ingresando en depresión. En ese caso, deberá acudir a un especialista en psiquiatría y/o psicología.
En cuanto a la alimentación, se incrementa el deseo por lo dulce, como los chocolates o golosinas. Consumir 30 g de chocolate negro por día, puede ayudar a mejorar el estado anímico de la persona, ya que libera serotonina, neurotransmisor importante para el control de la depresión.
Igualmente, la depresión puede afectar el sistema inmunológico y volverse vulnerable o susceptible a padecer diversas enfermedades, especialmente de tipo viral. Las personas depresivas pueden sufrir de enfermedades cardiovasculares, pérdida de calcio por posible osteoporosis y malas funciones cerebrales.
Una forma de evitar deprimirse en estas fechas de Navidad o fin de año es escuchar temas alegres, disfrutar las canciones, los colores. Al momento de compartir con la familia, será reconfortante recordar al ser querido ausente en esta Navidad.
Características de una persona deprimida:
Menor capacidad para manejar las responsabilidades.
Malos hábitos de estilo de vida.
Se refugia en el alcohol, el cigarrillo, la cafeína.
No tienen actividad física.
Malos hábitos alimenticios: aumento o falta de apetito.
Hay que saber diferenciar la tristeza y la melancolía de la depresión, no son lo mismo. La depresión es un estado de tristeza agudizado del cual la persona no puede salir espontáneamente.
Esta situación anímica puede ser pasajera o prolongarse por varios meses y en ese lapso de tiempo puede perder interés por su cuidado personal, trabajo, estudio o alimentación. En el caso de la pérdida de un familiar cercano o la pareja, el periodo de luto puede durar hasta seis meses; si este se prolonga, ya estamos ingresando en depresión. En ese caso, deberá acudir a un especialista en psiquiatría y/o psicología.
En cuanto a la alimentación, se incrementa el deseo por lo dulce, como los chocolates o golosinas. Consumir 30 g de chocolate negro por día, puede ayudar a mejorar el estado anímico de la persona, ya que libera serotonina, neurotransmisor importante para el control de la depresión.
Igualmente, la depresión puede afectar el sistema inmunológico y volverse vulnerable o susceptible a padecer diversas enfermedades, especialmente de tipo viral. Las personas depresivas pueden sufrir de enfermedades cardiovasculares, pérdida de calcio por posible osteoporosis y malas funciones cerebrales.
Una forma de evitar deprimirse en estas fechas de Navidad o fin de año es escuchar temas alegres, disfrutar las canciones, los colores. Al momento de compartir con la familia, será reconfortante recordar al ser querido ausente en esta Navidad.
Características de una persona deprimida:
Menor capacidad para manejar las responsabilidades.
Malos hábitos de estilo de vida.
Se refugia en el alcohol, el cigarrillo, la cafeína.
No tienen actividad física.
Malos hábitos alimenticios: aumento o falta de apetito.
La navidad
está tan cerca del fin de año, crea un ambiente de reflexión. Meditamos sobre
los eventos de los últimos doce meses y recordamos fiestas del pasado. Es
importante recordar que esta época del año puede ser estresante y hacernos más
vulnerables a sentirnos tristes o
deprimidos. El estar concientes nos ayuda a estar preparados.
Memoria de Navidades pasadas: Generalmente, se tiende a
idealizar las Navidades del pasado con parejas, amigos o seres queridos.
Altas expectativas: Los anuncios de la televisión y
la representación de la Navidad "perfecta" crean un ideal difícil de
alcanzar por la mayoría. La planeación realista no crea la expectativa de que
ésta será la mejor temporada de nuestras vidas.
Dinámicas familiares: No establecer falsas expectativas
de que todo será mejor esta vez. Viejos patrones familiares tienden a
repetirse. Si nos molestaron en el pasado, lo harán en el presente, a menos que
toleremos concientemente estas situaciones sin tratar de cambiar a la familia.
Navidades deprimentes: Identificar y evitar lo que nos
provoca tristeza de las fiestas. No dejarse llevar por la inercia de las
Navidades y probar algo diferente esta vez. Si la depresión ha sido un problema
serio en el pasado, nos preparamos buscamos ayuda profesional con anticipación.
Recomendaciones:
Menor capacidad para manejar las responsabilidades.
Orden y regularidad.
Dieta saludable.
Descanso adecuado
Ejercicio diario
La mejor forma de vencer a la depresión es evitar la dependencia ya que la profundiza. Mejor que los medicamentos es realizar actividad física y cuidar las horas de sueño.
Finalmente, vivir en armonía el presente, evitar los hubiera y disfrutar las cosas bellas que la vida nos ofrece.
Menor capacidad para manejar las responsabilidades.
Orden y regularidad.
Dieta saludable.
Descanso adecuado
Ejercicio diario
La mejor forma de vencer a la depresión es evitar la dependencia ya que la profundiza. Mejor que los medicamentos es realizar actividad física y cuidar las horas de sueño.
Finalmente, vivir en armonía el presente, evitar los hubiera y disfrutar las cosas bellas que la vida nos ofrece.
La
distancia es la causa de estrés y
depresión en las Navidades. La distancia geográfica, cuando vivimos lejos
de los seres queridos; la emocional,
si hay situaciones familiares o con la pareja y amigos que nos impide
acercarnos; la edad, esa distancia entre el día en que nacimos y el momento
presente, ya que mientras más vivimos y almacenamos memorias, mas melancólicos
nos ponemos.
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