Trastorno Obsesivo Compulsivo
El trastorno obsesivo-compulsivo es un trastorno de ansiedad.
Caracterizado
por pensamientos repetitivos y rituales que incapacitan a las personas. Puede
llevar a un importante deterioro y
complicarse con depresión, abuso de alcohol y/o ansiolíticos. Las
compulsiones y obsesiones repetidas producen un intenso malestar, pérdida de
tiempo e interferencia en la rutina y en las actividades sociales y
profesionales. La intervención psicológica sirve para mejorar la calidad de
vida.
Las obsesiones son pensamientos, ideas, imágenes
o impulsos de carácter resistente y perturbador que el individuo considera
intrusivos y producto de su mente que no se reducen a simples preocupaciones
excesivas sobre problemas de la vida. La persona intenta ignorar o suprimir estos
pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros
pensamientos o actos.
Las compulsiones
son actos mentales o comportamientos de carácter recurrente que casi siempre
aparecen en respuesta a las obsesiones con el propósito de neutralizar la
ansiedad. Los propios actos compulsivos pueden no guardar una clara relación con
las obsesiones o son claramente excesivos.
Las
personas con TOC suelen tener un alto sentido de la responsabilidad, las
preocupaciones tienen que ver con el temor a ser culpables de no haber previsto
una situación nociva. Si a una persona no obsesiva se le da una responsabilidad
y se le aumenta la sensación de que no va a estar a la altura, las obsesiones
aumentarán. Hay correlación entre la culpa y el TOC, no la hay entre la culpa y
la depresión.
El trastorno obsesivo compulsivo también afecta a la familia del
paciente. Interfiere significativamente en la dinámica familiar y tiene un
impacto significativo en el funcionamiento familiar. Las familias juegan un rol
crítico en la disposición y cumplimiento del tratamiento, tasa de recuperación
y recaídas. Por ejemplo, una familia apaciguadora puede mejorar el resultado
del tratamiento del TOC mientras que una familia excesivamente crítica y sobre implicado
puede exacerbar los síntomas en el paciente.
Tratamiento:
El modelo
conductual sostiene que las obsesiones provocan ansiedad y malestar y que las
compulsiones y la evitación son formas desadaptativas de reducir o evitar estas
sensaciones.
Los
rituales se prolongan a través de un proceso llamado reforzamiento negativo (se
repetirá la conducta en situaciones similares para disminuir la ansiedad). Si
la persona se expone a las situaciones temidas y ve que los estados emocionales
negativos no ocurren la ansiedad disminuirá con el tiempo. A este hecho se le
llama habituación.
El
tratamiento consiste en registrar y describir qué rituales hace la persona,
cuándo los pone en marcha y qué hace para evitarlos. Después se ordenan las
situaciones de las que menos ansiedad produce a las que más para posteriormente
enfrentarse a ellas.
El
objetivo de estas técnicas es que el sujeto compruebe que aquello que teme no
ocurre y que una exposición prolongada al estímulo temido, o la no realización
de la respuesta de neutralización, produce un descenso importante de la
ansiedad
Cabe
destacar que primero desaparecerán los rituales y luego las obsesiones.
La terapia cognitiva: interviene en la evaluación de
pensamientos, ayudando a identificar y cuestionar los pensamientos
distorsionados que alimentan el ciclo TOC. A medida que el paciente genera
interpretaciones alternativas, más exactas y favorables, se reduce el malestar
así como el impulso de neutralizarlo. Una distorsión cognitiva frecuente es que
pensar es tan negativo como actuar, es como si por el mero hecho de imaginarlo
fuera a cumplirse. Cuando aparece un pensamiento intrusivo las personas con TOC
lo experimentan como algo muy negativo que les genera malestar. Intentan
neutralizarlo a través de las compulsiones y como la ansiedad se reduce y se
evita el resultado temido, la compulsión queda reforzada.
Terapia integradora: Desde el modelo integrador se
promueve un tratamiento que englobe diferentes áreas. Por una parte se trabaja
el aspecto conductual para tratar los rituales, por otra, el aspecto cognitivo
para trabajar los pensamientos e ideas intrusivos, también tiene en cuenta el
contexto familiar (terapia sistémica) que entiende que el TOC es un síntoma de
que algo funciona de una manera no saludable. Se aborda cada temática en
función del malestar que presente la persona con TOC en cada momento.
La
duración de los tratamientos oscila normalmente entre seis meses y un año, si
bien en algunos casos pueden ser más largos.
2 comentarios:
HAY UNA MUJER QUE TIENE DOLORES, LE HAN SACADO DE TODO Y NADA ALGUNAS COSILLAS SIN IMPORTANCIA ESO ES TAMBIEN TOC?
Hola amiga!!! Hay que estudiar el caso para dar un diagnostico de TOC.
Besos!!! Gracias por tu visita!!!
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