Muchas personas viven atrapadas en relaciones afectivas enfermizas de las cuales no pueden, o no quieren, salir. El miedo a perder la fuente de seguridad o el bienestar que los mantiene atados a una forma de tortura pseudo amorosa, de consecuencias fatales para la salud mental y física.
Con el tiempo, estar mal se convierte en costumbre. Es como si todo el sistema psicológico se adormeciera y comenzara a trabajar al servicio de la adicción, fortaleciéndola y evitando enfrentarla por todos los medios posibles.
Lenta y silenciosamente, el amor pasa a ser una utopía cotidiana, un anhelo inalcanzable. Y a pesar del letargo afectivo, de los malos tratos y de la constante humillación de tener que pedir amor, rogar una caricia, una palabra con deseos, la persona se apega a una relación disfuncional se niega la posibilidad de un amor libre y saludable; se estanca, se paraliza y se entrega a la nada.
No importa qué tipo de vínculo tengamos, si realmente queremos liberarnos de esta relación que no nos deja ser feliz, solo hay que tomar la decisión y darle un corte definitivo. No es imposible.
Debemos aprendes a ser realista en el amor, si nos autorrespetamos y desarrollamos autocontrol, estaríamos empezado a gestar nuestra propia revolución afectiva.
Realismo afectivo significa ver la relación de pareja tal cual es, sin distorsiones ni autoengaños. Analizar honesta y abiertamente el dar y tomar con amor, es el requisito primordial para allanar el camino hacia una relación afectiva y psicológicamente placentera. Sin embargo, en la práctica las personas apegadas a relaciones afectivas nocivas esquivan constantemente los hechos.
El realismo afectivo sugiere que debemos partir de lo que verdaderamente es nuestra vida amorosa. Lo que es, y no lo que nos gustaría que fuera.
Distorsiones Cognitivas que impiden alcanzar la posición realista en nuestra relación amorosa;
Si estamos en una relación enfermiza y tenemos miedo de abandonar esta relación, o perdimos a la persona que amamos y no somos capaces de aceptarlo, es probable que utilicemos alguno de los pensamientos perturbadores. Son engaños que emplea la mente para intentar salvar un amor perdido, no importa qué tan inconveniente o dañino sea, la adicción afectiva no mide consecuencias. Es ciega por naturaleza.
Me quiere pero no se da cuenta
Los problemas psicológicos que tiene le impiden amarme
Ésa es su manera de amar
Me quiere, pero tiene impedimentos externos
Se va a separar.
Nadie es perfecto Hay parejas peores
No es tan grave
No recuerdo que haya habido nada malo
Todavía me llama, aun me mira, pregunta por mí
Cuando nos vemos hacemos el amor
No tiene otra pareja, aun está solo/a
Se va a dar cuenta de que lo mió es amor verdadero.
Todos obedecen a la misma necesidad: retener la fuente de apego mediante el autoengaño.
"Si logras observar las cosas como realmente son, dejando las parcialidades y las mentiras a un lado, tus esquemas irracionales comenzarán a tambalear. Aunque te duela el alma y tu organismo entre en crisis de abstinencia, no hay otro camino. La liberación afectiva y la ruptura de los viejos patrones de adicción no toleran la anestesia, porque las grandes revoluciones siempre exigen atención despierta. Además, tal como decía Jalil Gibrán: "Si no se rompe, ¿cómo logrará abrirse tu corazón?". Del libro de Walter Riso, “¿Amar o depender?”.
Saco abrigadito
Hace 11 años
4 comentarios:
que maravilla la sicologia amiga como estudia los secretos de la mente!! dios esta con ellos!
Hola Gallega!!! avanza la psicologia en investigacion, para el bien de todos.
Besos que sigas bien!!
Hola Tomson, muy interesante el post.
Personalmente me concentro en los conceptos y las acciones que definen un amor sano... es como un filtro, lo que no encaja ahí, entonces mejor lo apartamos.
Un besito amiga!!!
MLP
Tenemos que tener la capacidad de apartarlo, para el bien comun.
Gracias por estar siempre!!
Un beso amiga!! MLP
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