jueves, 1 de marzo de 2012

Parkinson

Es una enfermedad del sistema nervioso central y se caracteriza por ser un padecimiento crónico degenerativo. A pesar de que aún no es posible la cura, en las últimas décadas se han hecho avances fundamentales en el esclarecimiento de las relaciones fisiopatológicas así como en la terapia de la enfermedad de Parkinson.

Síntomas: Los cuatros síntomas principales son el temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara; la rigidez de las extremidades y el tronco; la bradicinesia o lentitud de movimiento; y la inestabilidad de postura o la coordinación o balance afectados. A medida que estos síntomas se hacen más pronunciados, los pacientes pueden tener dificultad en caminar, hablar y realizar otras tareas simples.
La enfermedad es crónica, lo que significa que persiste por un largo periodo de tiempo, como progresiva, que significa que sus síntomas empeoran con el tiempo. No es contagiosa ni usualmente se hereda es decir, no pasa directamente de un miembro de la familia o de una generación a la siguiente.

La enfermedad de Parkinson ocurre cuando células nerviosas, o neuronas, en un área del cerebro conocida como sustancia negra, mueren o sufren deterioro. Normalmente, estas neuronas producen un producto químico cerebral importante conocido como dopamina. La dopamina es un mensajero químico responsable de transmitir las señales entre la sustancia negra y la siguiente estación relevadora del cerebro, el cuerpo estriado, para producir actividad muscular fluida y con un propósito.

La pérdida de dopamina hace que las células nerviosas del estriado actúen sin control, dejando al paciente incapaz de dirigir o controlar sus movimientos de forma normal. Los estudios han demostrado que los pacientes de Parkinson tienen una pérdida del 80% o más de las células productoras de dopamina en la sustancia negra. La causa de esta muerte o deterioro celular se desconoce, pero resultados significativos obtenidos por científicos de investigación continúan produciendo pistas nuevas y sumamente interesantes de la enfermedad.

La vida familiar, social y laboral se altera por completo ante la aparición de una enfermedad, más aún si ésta es irreversible o degenerativa, situación que obliga al paciente a cambiar de manera radical su modo de vida.

Hay enfermedades para las que la medicina actual no tiene soluciones o cuyos tratamientos no logran los resultados esperados. Por esta razón, recibir la noticia de que se padece una dolencia de este tipo es un duro golpe para quien la sufre y para sus familiares.

Desde la psicología, se afirma que se puede convivir con una enfermedad de estas características, después de superar una serie de etapas, que pasan por la negación de la situación, en primer lugar, y por cierta rebeldía después.
Son actitudes normales que con el paso del tiempo y la ayuda de los seres queridos, suelen desembocar en una última fase de aceptación y adaptación, aunque la tristeza y los episodios depresivos pueden aparecer de manera continuada.

Vivir el presente, Disfrutar de lo que se tiene y no sufrir por lo que se pueda perder.
Medir la vida en términos de calidad, no de cantidad, Intentar ver la vida en profundidad, a lo ancho, lo alto y lo largo, y no solo a lo largo, por los metros recorridos.

En la enfermedad de Parkinson, es importante reconocer los síntomas psicológicos y neuro-psiquiátricos, tales como los trastornos del estado del ánimo, la ansiedad, los estados psicóticos (delirios y alucinaciones), o los trastornos sexuales porque son muy frecuentes y repercuten en la calidad de vida.

La depresión en la enfermedad de Parkinson es uno de los trastornos emocionales más frecuentes. Hoy en día, la cifra de afectados de enfermedad de Parkinson que desarrollarán síntomas depresivos en algún momento a lo largo del curso de la enfermedad es un indice alto.
Las mujeres con enfermedad de Parkinson presentan más riesgo de padecer depresión que los hombres. A su vez, las personas que antes de sufrir la enfermedad de Parkinson ya habían padecido depresión tienen más probabilidad de volver a presentar un nuevo episodio depresivo.


Consejos Psicológicos para pacientes:
Aceptación de la enfermedad.
Aceptación y adaptación a los cambios.
Mejorar el estado anímico / control de emociones.
Mejorar la calidad de vida.
Fomentar relaciones sociales y familiares.
Estimular la autonomía.
Fomentar la vida activa.
Aumentar el autoconcepto y la autoestima.
Estimular la toma de decisiones.
Favorecer el autocontrol.
Proporcionar la información necesaria.
Cuidar al cuidador del enfermo de Parkinson.

3 comentarios:

gallega dijo...

SOBRESALIENTEEEEEEEEE EXPLICACION, GRACIAS AMIGA QUERIDA!!!

gallega dijo...

FELIZ DOMINGO TOMSON JUNTO A LA FAMILIA!

gallega dijo...

HOLA TOMSON AMIGA QUERIDA, PASABA POR AQUI