Psicología Integradora

La psicología integradora es un enfoque sintético de la mente, que permite la comprensión teórica ampliada de ese vasto y complejo universo que es el ser humano interior, su salud, sus enfermedades, y sus caminos graduales de crecimiento, evolución y plenitud. Basada en la Psicología Integradora, la psicoterapia integradora permite actuar en el nivel específico de desarrollo que trae cada paciente, y concentrar el trabajo terapéutico específicamente en el pasaje hacia la integración en el próximo nivel posible para él:

En las psicosis, se trabaja para ayudarlo al paciente a  salir del mundo alucinatorio e irreal en que está sumergido, para integrarlo a un nivel estructural más avanzado, con contactos graduales con la realidad externa y posibilidad de conectarse y establecer relaciones amorosas y no destructivas.

En las neurosis, trabajar para hacer aflorar lo inconciente reprimido, para integrarlo con los aspectos oscuros que había apartado de su conciencia, poner luz sobre su propia sombra, reconocer las poderosas energías que había mantenido bloqueadas por temor a conocer las cosas de sí mismo que lo atemorizaban, verse poco a poco sin miedo hasta aceptarse, y restablecerse como un ser más entero, más rico, más comprensivo y más potente de lo que había sido antes.

En la separación funcional entre el cuerpo y la mente, integrar a la riqueza originaria cuerpo-mente de la que en general había gozado cuando era niño, haciendo de nuevo conciente el prodigio de los sentidos despiertos y abiertos, el cuerpo revalorizado y liberado con todo su gozo y su alegría y la atención integral captando el presente de momento a momento. En la separación con los demás, integrándolo, a través del conocimiento y la práctica de los juegos de roles, a relaciones personales más maduras y fecundas.

En las neurosis de identidad, trabajando para que pueda ir liberándose de normas impuestas que no reconoce como suyas, e ir integrándose con sus propios y auténticos valores personales, reconociéndolos y dándoles real importancia y validez en su vida.

En la angustia existencial, trabajar para ir reconociendo e integrándose a su propia capacidad filosófica, de reflexión y de introspección, ir descubriendo su personal actitud frente a la vida y frente a la muerte. En la intuición o certeza de haber tenido vidas anteriores, que explicarían relaciones o sucesos de su vida actual cuya causa no comprende conscientemente, integrado a su pasado mediato, haciéndole revivir los sucesos de una o varias vidas anteriores, a través de una seria psicoterapia regresiva a vidas pasadas, para tener una visión más amplia del trayecto que lo ha traído hasta su presente.

En la angustia de “la nostalgia del hogar perdido”, esa sensación difusa pero acuciante de no pertenecer a este mundo actual, de conocer otra forma de vida y otro estado de conciencia más alto y más feliz: trabajar para integrarlo con su YO CENTRAL, en el que irá hallando las respuestas más profundas para sus nuevas preguntas. En las crisis del despertar espiritual, guiarlo en el momento del despertar en que se encuentre, integrándolo progresivamente a niveles de conciencia cada vez más amplios, más abarcadores y más plenos, a través de todas las herramientas conceptuales y metodológicas que le pueden ser útiles a cada paciente.                            

La depresión es una enfermedad psíquica muy corriente en nuestros días que se caracteriza por un estado de ánimo abatido, poca motivación ante cualquier posible proyecto, ganas de llorar, sentimiento de soledad y de vacío interior. Hay estados depresivos leves que duran poco tiempo y de los que la persona se sale por sí misma, sola o a veces hablando con alguien de confianza de lo que le ocurre y cómo se siente. Los estados depresivos más fuertes son de diversos grados según su intensidad. La depresión puede ser debida a complejos fenómenos bioquímicos llamándose entonces "depresión endógena" que debe tratarse casi irremediablemente con medicamentos antidepresivos. La depresión "reactiva", cuyo origen hay que buscarlo en situaciones externas que afectan de tal modo a la persona que ésta cae en un estado depresivo, puede tratarse "solo" con medicamentos antidepresivos, aunque es conveniente también un tratamiento psicoterapéutico.

La psicoterapia bien llevada resuelta efectiva en la cura de la depresión. En el trabajo psicoterapéutico se profundiza en las causas que han llevado a la persona a ese casi constante trastorno del humor y se buscan elementos terapéuticos que ayuden al paciente a salir de ese estado. Aunque la depresión se considere ante todo un trastorno afectivo y emocional, no debe olvidarse que el pensamiento juega también un gran papel en la depresión, por eso en la psicoterapia para curarse de una depresión debe tener paciencia, ya que el tratamiento puede ser largo. Evidentemente el psicoterapeuta ayudará en primer término a su paciente para que salga del pozo en que se encuentra, para que se alivien sus síntomas más dolorosos, de ahí la importancia de ejercicios de visualización, expresión de la pena, relajación si la persona está muy tensa, etc, para más adelante entrar en lo más profundo, sea circunstancias complejas de la vida actual, o vivencias de la infancia o adolescencia que marcaron al paciente. Se trata de conocer como funciona la personalidad de la persona depresiva, y ayudarle a armonizar su ser en los diferentes aspectos de su vida.

En la psicoterapia integradora humanista se anima al paciente depresivo a que aplique en la vida diaria lo que va aprendiendo y viviendo en las sesiones de terapia, y así se le dan pequeñas tareas, como llevar un diario escribiendo cada día algo positivo que haya experimentado, realizar algo que le cueste pero que después le dé sensación de sentirse bien, es decir, que se le ayuda a aprender a recuperar el gusto por la vida, volver a hacer cosas por el placer de hacerlas, disfrutar de las relaciones con otras personas, salir en definitiva de la depresión y gozar más de la vida.