Podemos
definir el perfeccionismo como la creencia
de que la perfección se puede y se debe conseguir. Todos somos perfeccionistas
en algún momento, pero si nuestro perfeccionismo pasa a ser patológico basaremos todas nuestras
acciones en la creencia de que sólo podemos aceptar lo que pueda ser hecho a la
perfección, lo cual nos puede provocar baja
autoestima, depresión y puede
terminar por dañar nuestras relaciones personales.
Es cierto
que el perfeccionismo tiene un lado positivo, como es que nos va a ayudar a
hacer las cosas lo mejor posible en cada momento y a no rendirnos ante los
obstáculos, haciendo que no nos detengamos hasta lograr el objetivo que
perseguimos. Este tipo es lo que se denomina adaptado, ya que nos permite ser más felices y lograr nuestras metas.
Sin embargo, cuando es patológico, nos puede llevar, entre otras cosas, a la procrastinación, es decir, a retrasar indefinidamente el comienzo de cualquier tarea por miedo a no realizarla a la perfección. Este sentimiento, además, nos hará ser muy duros con nosotros mismos, despreciándonos por no ser capaces de llevar a cabo tareas que otros realizan con relativa facilidad, lo cual termina por dañar nuestra autoestima.
Sin embargo, cuando es patológico, nos puede llevar, entre otras cosas, a la procrastinación, es decir, a retrasar indefinidamente el comienzo de cualquier tarea por miedo a no realizarla a la perfección. Este sentimiento, además, nos hará ser muy duros con nosotros mismos, despreciándonos por no ser capaces de llevar a cabo tareas que otros realizan con relativa facilidad, lo cual termina por dañar nuestra autoestima.
También
puede tener consecuencias negativas
en el ámbito laboral, ya que querer hacer todo perfectamente puede llevarnos a
no rendir todo lo que podemos y a demorarnos en la entrega de las tareas, lo
que hace que no podamos demostrar nuestra valía y competencia, actitud que muchas veces puede
desembocar en la pérdida del empleo.
Por otra
parte, esta necesidad de lograr la perfección en cualquier área de nuestra vida
nos lleva a estar en un permanente estado
de ansiedad que nos puede llevar a la
depresión y a no intentar conseguir ninguna de nuestras metas, tanto personales como profesionales, por miedo a no
ser perfectos.
El tratamiento
de este síndrome consiste en que el terapeuta haga ver al sujeto que no
son válidas las dualidades del todo o nada, haciendo desaparecer poco a poco la ansiedad que le genera no alcanzar
la perfección en la consecución de las tareas mediante terapias cognitivo conductuales.
2 comentarios:
MARAVILLA LEER ESTO, DIME TOMSON PUEDES HABLAR SOBRE LA ANSIEDAD, LO QUE ACARREA?
Hola hermosa!!! Si con gusto!!! Feliz domingo!!!!
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