El síndrome de Down es un trastorno genético que provoca el retraso mental, lo mismo que algunas deformidades físicas.
El síndrome de Down es una situación que acontece en
la especie humana como producto de una alteración genética. Esta alteración genética radica en que las células del
bebé que cuentan en su núcleo un cromosoma de más, es decir, 47 cromosomas en
vez de 46.
El
retraso mental puede ser entre leve y moderado, con un IQ de 50 como promedio,
alrededor de la tercera parte de las personas que nacen con síndrome de Down, tienen serios
defectos cardiacos, lo que provoca
la muerte de muchos.
Los
síntomas son aquellos en los que el bebé parece desarrollarse más despacio de
lo esperado o puede involucionar. Los padres tienen que conocer que él puede
comprender y que como todo niño precisa ser estimulado en la comunicación
verbal, ya sea por medio de cantos, palabras afectuosas, etc.) la corporal,
puede ser sonora o gestual.
Examen Psicológico: la evaluación psicológica
reflejara que existe grandes diferencias en el grado de C.I. desde el
profundamente afectado hasta aquel que presente un C.I. de 60 y aun más pero en
general reflejará que las potencialidades innatas de un niños con síndrome de Down le permitirán adquirir
habilidades, e incluso ciertas actividades intelectuales, así como también se
observará un carácter alegre y una buena adaptación social.
Para
hablar de tratamiento del síndrome de down es referirse a la rehabilitación del
niño que padece este trastorno y la rehabilitación debe estar en manos de un
equipo interdisciplinario, Medico, Psicólogo, docente, etc.
Colaborar
en la rehabilitación del niño con síndrome de Down para integrarlo y adaptarlo
al medio.
Orientar el tratamiento atendiendo a un real crecimiento del problema en sus diferentes aspectos: familiar, social, económico, educativo, etc.
Brindar asesoramiento y orientación al grupo familiar, acerca de todas aquellas situación que emergen de ella y de la institución (donde se esta rehabilitando el niño).
Lograr que los miembros de la familia tomen conciencia del problema y estén en posiciones de reconocer sus limitaciones.
Unificar criterios en cuento a la conducta que deberán asumir frente al comportamiento del niño con síndrome de down.
Obtener apoya material y humano de la comunidad en su conjunto.
Orientar el tratamiento atendiendo a un real crecimiento del problema en sus diferentes aspectos: familiar, social, económico, educativo, etc.
Brindar asesoramiento y orientación al grupo familiar, acerca de todas aquellas situación que emergen de ella y de la institución (donde se esta rehabilitando el niño).
Lograr que los miembros de la familia tomen conciencia del problema y estén en posiciones de reconocer sus limitaciones.
Unificar criterios en cuento a la conducta que deberán asumir frente al comportamiento del niño con síndrome de down.
Obtener apoya material y humano de la comunidad en su conjunto.
Tratamiento Psicológico: El objetivo del psicólogo es realizar el estudio y
evaluación psicológica del niño, para reconocer sus recursos de los resultados
obtenidos, dar normas prácticas y un pronóstico sobre tratamiento, considerando
al proceso terapéutico como uno de los más importantes en la rehabilitación del
niño. Por lo tanto sus actividades se centra en:
Realizar psicoterapias individuales o grupales según el grado de deficiencia del niño.
Brindar orientación y tratamiento familiar con la colaboración de la mutual, prepaga o asistencia del estado.
Brindar asesoramiento a las
escuelas especiales,
para el ingreso de los niños, siguen el resultado de la evaluación psicológica.
Dentro de
la orientación y terapia familiar, el psicólogo deberá guiar a los padres
afrontar el problema y sobre todo lograr que la acepten como tal, para
beneficio suyo y del niño. Para tal efecto, la adaptación del niño con síndrome
de Down a su familia y viceversa, se centra en cuatro conceptos Básicos:
Ser honesto con los propios sentimientos y
emociones: los padres deben encarar con realismo sus sentimientos hacia el niño
y su problema y luego ser sinceros con el resto de la familia; con un espíritu
amplio será más fácil hallar la mejor solución.
Todos los miembros de la familia son importantes y deben ser objeto de preocupación y cuidado. Si bien el niño con Síndrome de Down necesita mucho más cuidados, compresión y paciencia hay que recordar que solo es un miembro mas de la familia y no deberá tener prioridad sobre los demás en cuento a cariño, atención.
El niño con Síndrome de Down debe ser amado como persona, y así llegara a desarrollar su propia personalidad y a expresar sus sentimientos; como a cualquiera se le debe estimular, ayudándosele a que desarrolle su propio potencial para que viva su existencia feliz y sea un ser humano integro.
Y por
último la claves para resolver la situación es la aceptación del hecho que el
niño tiene Síndrome de Down y la
aceptación del propio niño, y en cierta medida la aprobación es necesaria para
que el afecto fluya de modo natural, y esto a su vez es necesario para lograr
la alegría, el calor y el estimulo de la relación recíproca padre-hijo,
madre-hijo. Si existe aprobación,
aceptación y una corriente afectuosa natural, no existirán problemas para
la crianza del niño. Este constituye su propia guía, cuando este lo
suficientemente maduro para sentarse, caminar o empezar a hablar, así lo hará;
así como por medio de ensayos, se podrá descubrir cuando esta en condiciones de
correr solo, adquirir hábitos de higiene y aprender a vestirse.
Cuando no
existe esta aceptación realista se corre el riesgo del rechazo o de la
sobreprotección del niño, con sus efectos adversos sobre el desarrollo del niño
y sobre la familia; en vez de estimular
para que alcanzar el nivel que le es propicio en sus acciones, se espera demasiado
de el o bien se le exige poco. Por lo
general el rechazo lleva a un sentimiento de culpa permanente en los padres y
esto se convierte en la causa de la sobreprotección que se brinda al niño.
Tratamiento terapéutico: Como parte del tratamiento
integral de rehabilitación que recibe el niño con Síndrome de Down, esta la acción
terapéutica, que comprende terapia física, ocupacional, de lenguaje,
musical y pedagógica. Las cuales adquieren particular relieve en cuanto
descubre, activa y canaliza las potencialidades disponibles, a las
posibilidades de utilización de las mismas y al pronóstico de resultados
positivos, que permitan la normal evolución del niño, al corregir cualquier perturbación
que entorpezca su desenvolvimiento.
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