domingo, 20 de enero de 2013

Síndrome del nido vacío



Cuando los hijos son pequeños, los padres tienen la esperanza de que no crecerán nunca o que permanecerán para siempre con ellos. Pero a pesar de esos deseos, la vida está llena de etapas, ciclos o fases, como quieran llamarlo, y es inevitable que el hijo crezca, se desarrolle, se relacione y vuele del nido.

Tarde o temprano llega la hora en la cual los hijos se independizan, bien sea para vivir solos, casarse, estudiar fuera o desempeñar un nuevo trabajo en otra ciudad distinta. Esta emancipación forma parte del ciclo natural de la vida, es algo vital para seguir creciendo personalmente y el derecho a elegir para vivir del modo que se quiera. Por otro lado, esta nueva etapa puede tener repercusiones negativas en la familia, y más concretamente, en los padres. Es lo que se conoce como el síndrome del nido vacío.

¿Qué es el síndrome del nido vacío?
Este síndrome se define como una sensación de vacío y soledad cuando los hijos abandonan el domicilio familiar. Este efecto es más común entre las mujeres, debido a la fuerza de los lazos que las vinculan con los hijos, aunque puede ocurrir en el sexo masculino también. La angustia que genera esta nueva situación puede llevar a tener sentimientos de pérdida, inutilidad o tristeza, y es difícil cuantificar cuánto pueden durar sus efectos, dependiendo del carácter y fortaleza de la persona.

Sentir estas emociones es algo normal, ya que los padres estaban acostumbrados a vivir con los hijos, tenían un hábito y una rutina de vida con ellos, que ahora es preciso cambiar y llenar ese hueco con nuevas actividades. Si se da el caso de que aún queda algún hijo en el hogar este proceso puede ser más liviano, pero si todos los hijos han emigrado, se acentúa mucho más.

Si la situación nos sorprende y nos supera, no tengamos miedo en pedir ayuda y refugiarnos en nuestra pareja, amigos o familiares. Esta nueva etapa necesita de consejos externos, y sobre todo, pensar que la relación con los hijos no se ha terminado, sino que ahora es diferente y aún así, también puede ser fructífera e incluso puede ayudar a consolidarla. Los padres siguen teniendo la posibilidad de estar en contacto con ellos y convertirse en un punto de apoyo para escucharlos, ayudarlos y ejercer el mismo papel de progenitores, pero adaptado a una nueva situación porque tanto unos como otros han crecido y la relación ya no es igual.

¿Qué hacer para llenar el vacío?
Este cambio provoca que los padres tengan que adaptarse a una nueva situación. Es interesante darse cuenta del tiempo libre que tienen ahora y aprovechar esta oportunidad para hacer lo que nunca pudieron: retomar viejos proyectos, practicar algún deporte, participar en diversas actividades, formar parte de algún grupo de interés común, colaborar en alguna fundación, etc. En definitiva, hacer todo aquello que les mantenga distraídos y aporte un nuevo sentido a la vida.

Esta fase es otra magnífica ocasión para alcanzar el autodesarrollo y hacer un balance del tiempo vivido. Todavía hay tiempo de enfocar la carrera personal y dirigirla hacia aquellos objetivos que les hagan sentir plenos y realizados. Además de mirar hacia uno mismo, es tiempo también de compartir con la pareja, analizar y redefinir la relación. En condiciones normales, cuando los hijos abandonan el lecho familiar se produce una estabilización de la relación marital, ya que se centran más en compartir actividades, conversar y aprovechar más el tiempo juntos.

Ser consciente de la realidad ayudará a superar el sentimiento de tristeza y vacío. Al igual que los padres en cierta ocasión volaron hacia la libertad, deben de asumir y comprender que es ley de vida que sus hijos hagan lo mismo, buscando su futuro y lo que mejor les haga sentir.

Características del Nido Vació:
Sentimientos de inutilidad
Falta de sentido de vida
Sentimientos de soledad
Sentimientos de tristeza
Sentimientos de perdida

Me atrevería a decir que el Síndrome del Nido Vació puede ser similar al proceso de duelo, por lo tanto es difícil diagnosticar cuanto puede durar el proceso, todo esto dependerá de la actitud de los padres.

Tratamiento 
Es normal que los padres tengan mucho más tiempo libre cuando un hijo se va del hogar, especialmente si ya no quedan más hijos en casa. Normalmente se aconseja que los padres encuentren nuevas actividades y distracciones para ocupar ese tiempo. Sin embargo, algunas depresiones pueden ser muy severas, en cuyo caso se recomienda que se busque terapia psicológica.

sábado, 19 de enero de 2013

Acoso escolar o Bullying



Podríamos definir el acoso escolar o bullying como un acto intimidatorio, físico y psicológico, iniciado y mantenido durante un tiempo considerable por parte de una o varias personas contra otra, más débil.

Hay 3 criterios principales que identifican un caso de bullying:
1) Intención de hacer daño
2)
Reiteración de las conductas, durante un periodo largo de tiempo y de forma recurrente
3) Desequilibrio de fuerzas, habiendo desigualdad de poder entre una figura fuerte y otra más débil, la víctima.

El acoso escolar puede presentarse de diferentes formas: por una parte, el acoso físico se muestra con acciones o agresiones físicas ya sean patadas, peleas, zancadillas, tirones de pelo, etc. Por otra parte, el acoso no físico o psicológico que puede ser tanto verbal (insultos, burlas, motes) como no verbal (hacer gestos groseros, despreciar, ignorar, aislar, enviar notas ofensivas, etc.)

Características del acoso escolar
En general, el bullying pertenece a los primeros grados de la escuela primaria y a medida que avanza en los grados primarios, el índice de acoso escolar va disminuyendo. Por otro lado, si tenemos en cuenta el género, el acoso escolar es un fenómeno generalmente masculino. La mayoría de estudios consideran que son más los alumnos varones que se consideran tanto agresores como víctimas en cualquiera de las formas de acoso.

Propio de los escolares es el grupo de iguales y su gran importancia por pertenecer a uno. Es por eso que un caso de bullying es más probable que sea instigado por un grupo de alumnos en el que uno suele ser el agresor principal y el resto de “acompañantes de batalla” o laderos con hambre de pertenecer al grupo líder.

Muchas investigaciones sitúan como principal escenario el aula o el interior del colegio allí donde más casos de bullying se conocen y concluyen que agresores y victimas comparten aula o, al menos, curso.
¡Signos de alerta! Causas y consecuencias del acoso escolar
Las causas del acoso escolar debemos englobarlas en una perspectiva que incluya diferentes factores a tener en cuenta.

Los factores individuales encontramos una personalidad retraída o baja autoestima en el caso de las víctimas y un temperamento agresivo y alteraciones en la emoción y la conducta en el caso de los agresores.

En el caso de los agresores, el factor familiar es uno de los más importantes, donde la inestabilidad en la estructura familiar, falta de vínculo afectivo o abandono, convivencia familiar pobre, contradicciones, imposición o autoritarismo, presencia de actos violentos, permisividad o pasividad, etc.

Cabe comentar que el fracaso escolar no parece ser una característica importante como causa del bullying en alumnos agresores en comparación con el resto de factores, pues muchos estudios no han encontrado relaciones directas entre ambas variables: bullying y fracaso escolar. También existen factores que provienen directamente del centro escolar que afectan en la dinámica bullying como actitudes de falta de coordinación y colaboración entre el profesorado, inconsistencia en la prevención de conductas agresivas, intrusismo profesional o la permisividad del profesor así como la convivencia de varias culturas dando lugar a actos racistas.
La consecuencia más evidente en ambos lados, víctimas y agresores, suele ser la disminución del rendimiento escolar junto con un cambio en el comportamiento habitual.

El agresor, al tener éxito con conductas intimidatorias frente a los compañeros, puede elevar las probabilidades hacia una conducta delictiva en un futuro, al ver en este comportamiento una nueva forma para conseguir sus objetivos. Además, puede conseguir un mejor status social a base de refuerzos del grupo sobre su acto agresivo o violento. En este caso, las consecuencias van más allá del ambiente escolar. El hecho de aprender a comportarse de este modo para conseguir lo que quiere, el agresor puede llegar a extender esas formas de dominio del otro a la convivencia doméstica.

Las peores consecuencias las sufre la víctima de bullying. Sufrir acoso escolar puede acabar en fracaso escolar, ansiedad anticipatoria o fobia al colegio, con lo que configura una personalidad insegura para el desarrollo óptimo de la persona, a nivel personal y social. Y la peor consecuencia de todas, el suicidio, como única vía para escapar de la situación.

No olvidemos que el hecho que la asistencia a clase sea obligatoria y que implique necesariamente formar parte de un grupo aumenta el malestar experimentado por quien sufre el maltrato de sus compañeros. Además son las víctimas y no los agresores, los alumnos a los que se les suele cambiar de colegio o instituto para evitar la situación, con lo que el agresor sigue en el mismo centro y puede continuar con sus batallas contra otro alumno.

En las víctimas de acoso escolar se encuentran daños físicos evidentes pero también daños sociales como la inhibición o el retraimiento, daños psicosomáticos como pesadillas, falta de apetito, trastornos gastrointestinales, etc., así como psicológicos (síntomas de depresión, ansiedad, frustración) y conductuales en forma de agresión, irritación o rutinas obsesivas.
Para prevenir las causas y evitar las consecuencias, la intervención debe ser siempre conjunta entre padres, profesores y profesionales de la psicología para poder abordar el caso desde diferentes perspectivas y el resultado sea el óptimo.

El trabajo del Psicólogo Cuando el problema adquiere dimensiones clínicamente significativas, tanto para la victima como para el agresor/a es necesario un tratamiento psicológico. El tratamiento con el niño que sufre acoso escolar va dirigido a reducir y eliminar sus altos niveles de ansiedad, su sintomatología depresiva y a ofrecer y a enseñar recursos necesarios para ser capaz de enfrentarse a estas situaciones (Programas de Entrenamientos en Habilidades Sociales, etc.).La intervención con el agresor/a va encaminada a manejar su  falta de control de impulsos, su ira, su hostilidad hacia los demás, así como su baja autoestima, sus dificultades sociales Programas de Entrenamiento en Habilidades Sociales  y de resolución de los problemas y posibles comportamientos antisociales (vandalismo, robo, consumo de alcohol).

jueves, 3 de enero de 2013

El amor



Vision de la psicología

El amor es entre todas las emociones la más humana y la más compleja, la que más canciones y películas ha suscitado, pero, también es la que más nos cuesta comprender e interpretar. ¿Qué es realmente el amor?

Desde una perspectiva puramente biológica algunos dirían que es una interacción entre feromonas y oxitocina, otros que no es más que un instinto que asegura la supervivencia de la especie que ha evolucionado hasta hacerse más social.

Para esclarecer términos, habría que hablar por un lado de amor y por otro de amor romántico, el que entendemos que es amor hoy en día. El amor y la necesidad de afiliación son emociones universales inherentes en el ser humano, pero el amor romántico como base de la pareja estable, de más reciente aparición, se da sólo en las culturas occidentales, por lo que es relativo a la cultura y no universal ni constante.

Casi todas las personas tenemos una idea del amor muy idealizada, como un valor ensalzado, puro, universal, eterno e irracional que supera todas las barreras, de manera casi sobrenatural, la única forma de tener pareja estable y la formación de la familia, cuando hablamos de este tipo de amor hablamos de amor romántico, exclusivo de la cultura occidental y de nuestra época actual.

El amor está compuesto por tres variables, que en perfecto equilibrio componen la forma pura del amor:
Intimidad: Sentimiento de cercanía, unión y afecto hacia otra persona
Pasión: Estado de excitación mental y física caracterizado por vehemencia por otra persona
Compromiso: Relación de compañerismo sin que haya intimidad ni pasión

Amor Vacío: Cuando es un amor donde solo hay compromiso, no existe pasión ni existe confianza, Podría ser una pareja que lleva años casada y no rompe su pareja por convencionalismos sociales. Viven en la misma casa, duermen en habitaciones separadas y hacen cada uno su propia vida.
El encaprichamiento: Cuando solo tenemos la pasión, el deseo sexual. Es el llamado amor a primera vista.
El amor fatuo: Este  tipo de amor conlleva pasión y compromiso. Es  un amor poco realista ya que no se conoce a la otra persona no existe la confianza. Es un amor más fuerte que un mero encaprichamiento.

El amor según los expertos se divide en dos tipos:
Amor compañero: Conlleva un alto grado de compromiso, intimidad y unión. Lo que no existe es la pasión, es el amor por los amigos, familia etc
Amor pasional: Conlleva intimidad, apego y pasión. Se vive como un sentimiento muy intenso y se asocia al sexo y al romanticismo. Es el que se siente por la pareja.

domingo, 30 de diciembre de 2012

¿Mitómano o simplemente mentiroso?



La mitomanía es una enfermedad psicológica que se presenta principalmente en personas con muy baja autoestima y tienen que recurrir a miles de mentiras acerca de su vida para hacerla más interesante ante las personas y así ser mas populares.

Se vuelve tan habitual mentir que hasta en las cosas más absurdas se lo hace, como por ejemplo: la edad, la profesión de los padres, las salidas de los fines de semana, se vuelve una rutina mentir.

Cuando alguien tiene un impulso por mentir que no se puede frenar es un síntoma de que algo no anda bien en su desarrollo psíquico. La mitomanía no es una enfermedad en sí misma, sino que corresponde a un conjunto de síntomas que pueden presentarse en diversas enfermedades psíquicas, particularmente en los trastornos de personalidad y es que los mitómanos mienten para construir una mejor imagen de sí mismos frente a la sociedad, sus amigos o para conseguir lo que desean sin importar cuál sea el objetivo.

La palabra mitomanía la comenzó a utilizar el profesor francés Ernest Dupré, alrededor del 1900, viene del griego “mythos” (mentira) y “manía” (compulsión); es un trastorno psicológico que consiste en mentir de forma patológica, falseando la realidad.

Mitómano o simple mentiroso
Lo que diferencia al mitómano de una persona mentirosa es que el mentiroso inventa mentiras para defenderse o protegerse, es decir, con una finalidad, pero en el mitómano prevalece el carácter compulsivo de la mentira y sin una fuente de motivación.

Los mitómanos también se diferencian de los psicóticos porque si bien se dejan llevar por sus fantasías, mantienen un juicio de la realidad suficiente como para darse cuenta de que están mintiendo.

Se dice que se da con mayor frecuencia entre los hombres que en las mujeres.

"Todo mitómano siempre quiere mejorar su autoimágen, es narcisista por naturaleza y tiene una co-morbilidad con un trastorno sociopático de personalidad con talento histriónico, miente porque en el fondo tienen un problema serio de autoestima".

Esto forma parte de las características de los mitómanos, "son manipuladores, convencen y suenan creíbles. En el fondo sufren de frustración, son egoístas y narcisos, no tienen control de sus impulsos y pueden presentar adicciones (sexo, juego, drogas)”.En casos severos, "pueden tener problemas legales, de suicidio y rompimientos familiares (separación, divorcio de su pareja, aislamiento de sus hijos) debido al sentimiento de fracaso". Por lo general, este problema comienza en la infancia y se denota con inseguridad frente a los compañeros del colegio. Las mentiras son un medio para poder pertenecer a un determinado grupo social. Es necesario como recomendación final que asista a un buen psiquiatra o psicólogo,  tanto el individuo como los familiares y allegados.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Depresión y Estrés



Por las fiestas de final de año

Muchas personas se deprimen y se sienten estresadas durante las fiestas de fin de año. Escuchamos que aumentan el número de suicidios y las muertes en asilos y geriátricos para ancianos y enfermos.

¿Qué lleva a una persona a deprimirse?
Por lo general son aquellas que presentan un carácter con alguna cualidad extrema como inseguridad, dependencia, hipocondría, perfeccionismo, autoexigencia, entre otros. Los factores ambientales, como el sufrir algún problema económico, familiar o de salud también predisponen a padecer un trastorno depresivo.

Hay que saber diferenciar la tristeza y la melancolía de la depresión, no son lo mismo. La depresión es un estado de tristeza agudizado del cual la persona no puede salir espontáneamente.

Esta situación anímica puede ser pasajera o prolongarse por varios meses y en ese lapso de tiempo puede perder interés por su cuidado personal, trabajo, estudio o alimentación. En el caso de la pérdida de un familiar cercano o la pareja, el periodo de luto puede durar hasta seis meses; si este se prolonga, ya estamos ingresando en depresión. En ese caso, deberá acudir a un especialista en psiquiatría y/o psicología.

En cuanto a la alimentación, se incrementa el deseo por lo dulce, como los chocolates o golosinas. Consumir 30 g de chocolate negro por día, puede ayudar a mejorar el estado anímico de la persona, ya que libera serotonina, neurotransmisor importante para el control de la depresión.

Igualmente, la depresión puede afectar el sistema inmunológico y volverse vulnerable o susceptible a padecer diversas enfermedades, especialmente de tipo viral. Las personas depresivas pueden sufrir de enfermedades cardiovasculares, pérdida de calcio por posible osteoporosis y malas funciones cerebrales.

Una forma de evitar deprimirse en estas fechas de Navidad o fin de año es escuchar temas alegres, disfrutar las canciones, los colores. Al momento de compartir con la familia, será reconfortante recordar al ser querido ausente en esta Navidad.

Características de una persona deprimida:
Menor capacidad para manejar las responsabilidades.
Malos hábitos de estilo de vida.
Se refugia en el alcohol, el cigarrillo, la cafeína.
No tienen actividad física.
Malos hábitos alimenticios: aumento o falta de apetito.

La navidad está tan cerca del fin de año, crea un ambiente de reflexión. Meditamos sobre los eventos de los últimos doce meses y recordamos fiestas del pasado. Es importante recordar que esta época del año puede ser estresante y hacernos más vulnerables a sentirnos tristes o deprimidos. El estar concientes nos ayuda a estar preparados.

Memoria de Navidades pasadas: Generalmente, se tiende a idealizar las Navidades del pasado con parejas, amigos o seres queridos.
Altas expectativas: Los anuncios de la televisión y la representación de la Navidad "perfecta" crean un ideal difícil de alcanzar por la mayoría. La planeación realista no crea la expectativa de que ésta será la mejor temporada de nuestras vidas.

Dinámicas familiares: No establecer falsas expectativas de que todo será mejor esta vez. Viejos patrones familiares tienden a repetirse. Si nos molestaron en el pasado, lo harán en el presente, a menos que toleremos concientemente estas situaciones sin tratar de cambiar a la familia.

Navidades deprimentes: Identificar y evitar lo que nos provoca tristeza de las fiestas. No dejarse llevar por la inercia de las Navidades y probar algo diferente esta vez. Si la depresión ha sido un problema serio en el pasado, nos preparamos buscamos ayuda profesional con anticipación.

Recomendaciones:
Menor capacidad para manejar las responsabilidades.
Orden y regularidad.
Dieta saludable.
Descanso adecuado
Ejercicio diario

La mejor forma de vencer a la depresión es evitar la dependencia ya que la profundiza. Mejor que los medicamentos es realizar actividad física y cuidar las horas de sueño.

Finalmente, vivir en armonía el presente, evitar los hubiera y disfrutar las cosas bellas que la vida nos ofrece.

La distancia es la causa de estrés y depresión en las Navidades. La distancia geográfica, cuando vivimos lejos de los seres queridos; la emocional, si hay situaciones familiares o con la pareja y amigos que nos impide acercarnos; la edad, esa distancia entre el día en que nacimos y el momento presente, ya que mientras más vivimos y almacenamos memorias, mas melancólicos nos ponemos.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Parálisis del sueño



Los sucesos paranormales que algunas personas aseguran haber sufrido (ataques diabólicos, visitas de espíritus y abducciones por extraterrestres) probablemente encubren episodios de la llamada parálisis del sueño.

La parálisis del sueño es una incapacidad momentánea de mover miembros, tronco y cabeza pese a gozar de plena consciencia. Puede aparecer durante un estado flotante de la mente o, con menos frecuencia, al despertarse. Durante la fase de movimiento ocular rápido (REM), los músculos del cuerpo están paralizados, supuestamente para impedir la realización física de lo que se está soñando. No se sabe bien por qué esta parálisis normal se produce en estado consciente en las víctimas de la parálisis del sueño, pero los estudios psicofisiológicos han confirmado la especial propensión a estos ataques cuando la persona entra en la fase REM muy poco después de caer en la cama, sin pasar por las fases de sueño normal que suelen precederla.
 
Situaciones que aumentan la probabilidad del fenómeno podrían ser tumbarse de espaldas dejando vagar la mente, sufrir estrés o alterar las pautas de sueño normales por el trabajo en turnos, largos viajes en avión, consumo de cafeína o alcohol.
 
Aunque la parálisis del sueño sea un síntoma de narcolepsia, no resulta infrecuente en personas sanas. Las encuestas en diferentes países presentan un amplio abanico de estimaciones: del 20 al 60 por ciento de la población adulta normal ha experimentado parálisis del sueño una vez al menos. Alrededor del 5 por ciento de la población han acusado varios otros síntomas de alteración asociados con este trastorno. Los efectos más corrientes incluyen las alucinaciones visuales luces, sombras, una figura humana o de animal en la habitación y las alucinaciones auditivas, como escuchar ruido de voces o de pasos. También puede ocurrir que la persona sienta opresión en el pecho y le cueste trabajo respirar.
 
La parálisis del sueño podría explicar los relatos de fantasmas y extraterrestres; durante el ataque las víctimas perciben con intensidad esa presencia, habitualmente dañina. Asimismo, dan cuenta de sensaciones cinestésicas inusitadas: ser arrastrado fuera de la cama, vibrar, volar o caer. Tales episodios pueden conducir a experiencias extracorpóreas en toda su extensión. La parálisis del sueño tal vez aterrorice, pero nunca será peligrosa. Afortunadamente sus episodios sólo duran unos pocos segundos.

Narcolepsia: La narcolepsia es un trastorno que se caracteriza por tendencias del sueño anormales en las que se incluye una excesiva somnolencia durante el día, la alteración del sueño nocturno y manifestaciones alteradas de la fase REM del sueño. La narcolepsia también se caracteriza por las alucinaciones durante el periodo de sueño-vigilia.


lunes, 10 de diciembre de 2012

TOC



Trastorno Obsesivo Compulsivo

El trastorno obsesivo-compulsivo es un trastorno de ansiedad.      
Caracterizado por pensamientos repetitivos y rituales que incapacitan a las personas. Puede llevar a un importante deterioro y complicarse con depresión, abuso de alcohol y/o ansiolíticos. Las compulsiones y obsesiones repetidas producen un intenso malestar, pérdida de tiempo e interferencia en la rutina y en las actividades sociales y profesionales. La intervención psicológica sirve para mejorar la calidad de vida.

Las obsesiones son pensamientos, ideas, imágenes o impulsos de carácter resistente y perturbador que el individuo considera intrusivos y producto de su mente que no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida. La persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos.
Las compulsiones son actos mentales o comportamientos de carácter recurrente que casi siempre aparecen en respuesta a las obsesiones con el propósito de neutralizar la ansiedad. Los propios actos compulsivos pueden no guardar una clara relación con las obsesiones o son claramente excesivos.

Las personas con TOC suelen tener un alto sentido de la responsabilidad, las preocupaciones tienen que ver con el temor a ser culpables de no haber previsto una situación nociva. Si a una persona no obsesiva se le da una responsabilidad y se le aumenta la sensación de que no va a estar a la altura, las obsesiones aumentarán. Hay correlación entre la culpa y el TOC, no la hay entre la culpa y la depresión.

El trastorno obsesivo compulsivo también afecta a la familia del paciente. Interfiere significativamente en la dinámica familiar y tiene un impacto significativo en el funcionamiento familiar. Las familias juegan un rol crítico en la disposición y cumplimiento del tratamiento, tasa de recuperación y recaídas. Por ejemplo, una familia apaciguadora puede mejorar el resultado del tratamiento del TOC mientras que una familia excesivamente crítica y sobre implicado puede exacerbar los síntomas en el paciente.

Tratamiento:
El modelo conductual sostiene que las obsesiones provocan ansiedad y malestar y que las compulsiones y la evitación son formas desadaptativas de reducir o evitar estas sensaciones.

Los rituales se prolongan a través de un proceso llamado reforzamiento negativo (se repetirá la conducta en situaciones similares para disminuir la ansiedad). Si la persona se expone a las situaciones temidas y ve que los estados emocionales negativos no ocurren la ansiedad disminuirá con el tiempo. A este hecho se le llama habituación.

El tratamiento consiste en registrar y describir qué rituales hace la persona, cuándo los pone en marcha y qué hace para evitarlos. Después se ordenan las situaciones de las que menos ansiedad produce a las que más para posteriormente enfrentarse a ellas.

El objetivo de estas técnicas es que el sujeto compruebe que aquello que teme no ocurre y que una exposición prolongada al estímulo temido, o la no realización de la respuesta de neutralización, produce un descenso importante de la ansiedad
 Cabe destacar que primero desaparecerán los rituales y luego las obsesiones.

La terapia cognitiva: interviene en la evaluación de pensamientos, ayudando a identificar y cuestionar los pensamientos distorsionados que alimentan el ciclo TOC. A medida que el paciente genera interpretaciones alternativas, más exactas y favorables, se reduce el malestar así como el impulso de neutralizarlo. Una distorsión cognitiva frecuente es que pensar es tan negativo como actuar, es como si por el mero hecho de imaginarlo fuera a cumplirse. Cuando aparece un pensamiento intrusivo las personas con TOC lo experimentan como algo muy negativo que les genera malestar. Intentan neutralizarlo a través de las compulsiones y como la ansiedad se reduce y se evita el resultado temido, la compulsión queda reforzada.

Terapia integradora: Desde el modelo integrador se promueve un tratamiento que englobe diferentes áreas. Por una parte se trabaja el aspecto conductual para tratar los rituales, por otra, el aspecto cognitivo para trabajar los pensamientos e ideas intrusivos, también tiene en cuenta el contexto familiar (terapia sistémica) que entiende que el TOC es un síntoma de que algo funciona de una manera no saludable. Se aborda cada temática en función del malestar que presente la persona con TOC en cada momento.

La duración de los tratamientos oscila normalmente entre seis meses y un año, si bien en algunos casos pueden ser más largos.