Freud teorizó que la dualidad de la naturaleza humana surgió de dos instintos: Eros y Thanatos. Vio en Eros el instinto de la vida, el amor y la sexualidad en su más amplio sentido y en Thanatos, el instinto de la muerte, la agresión.
Eros es el impulso hacia la atracción y reproducción; Thanatos hacia la repulsión y la muerte. Uno lleva a la reproducción de la especie, el otro hacia su propia destrucción.
En la sociedad que hemos construido, a la Muerte se le tiene miedo, necesitamos verla de lejos, y de hecho alejamos lo que nos recuerda a ella. La enfermedad y la vejez tienen sitios donde estar sin mezclarse con nuestra cotidianeidad, porque nos recuerdan la muerte y lo inevitable de la misma.
Pero nos da miedo, no se habla de ella, los funerales son actos solemnes y tristes donde se entienden la seriedad y el color negro como signos de respeto, no sabemos manejarnos con lo que es una parte más de la vida. Aunque sea la última...
Los seres humanos vivimos en un constante devenir entre sentir amor, reflejando la vida o tener odio, manifestándose como la muerte y los sentimientos negativos. Lo bueno y lo malo dirán algunos pensadores; blanco y negro; verdad y mentira; tristeza y alegría; contraste de sentimientos sublimes contra malas intenciones.
Desde el punto de vista mitológico, ambos sentimientos: odio o amor, son influencias externas que nos llevan a manifestarnos; a veces con bien desear y otras en mal querer.
La psicología nos enseña que es resultado de la propia composición humana. Ser buenos o malos tiene que ver con la constitución psicológica; la personalidad, suma del carácter y del temperamento, con influencia de la herencia genética recibida de nuestros padres.
Para ser bueno o malo incluyamos otros ingredientes, entre ellos: la influencia familiar, social y hasta el entorno cultural en que nos desenvolvemos; así, podremos enamorarnos de la mujer o el hombre de nuestra vida, al que los románticos llegan a denominar media naranja, e igualmente desenamorarnos de ella o él, hasta el rompimiento y sentimientos encontrados: te odio y te quiero o quisiera olvidarte en vez de odiarte, frases hechas, sin imaginación.
La destructividad y la violencia no formarían parte de la naturaleza del hombre, sino que serían el resultado de la educación y aprendizaje, los síntomas de una mala adaptación a la realidad. Según dicha teoría, esta falta de adaptación tiene sus raíces en la infancia y se va agravando con el desarrollo de la persona, debido a la ausencia de compensaciones, o satisfacción a sus requerimientos y por intolerancia ante las frustraciones.
Eros y Thanatos.
Eros es el impulso hacia la atracción y reproducción; Thanatos hacia la repulsión y la muerte. Uno lleva a la reproducción de la especie, el otro hacia su propia destrucción.
En la sociedad que hemos construido, a la Muerte se le tiene miedo, necesitamos verla de lejos, y de hecho alejamos lo que nos recuerda a ella. La enfermedad y la vejez tienen sitios donde estar sin mezclarse con nuestra cotidianeidad, porque nos recuerdan la muerte y lo inevitable de la misma.
Pero nos da miedo, no se habla de ella, los funerales son actos solemnes y tristes donde se entienden la seriedad y el color negro como signos de respeto, no sabemos manejarnos con lo que es una parte más de la vida. Aunque sea la última...
Los seres humanos vivimos en un constante devenir entre sentir amor, reflejando la vida o tener odio, manifestándose como la muerte y los sentimientos negativos. Lo bueno y lo malo dirán algunos pensadores; blanco y negro; verdad y mentira; tristeza y alegría; contraste de sentimientos sublimes contra malas intenciones.
Desde el punto de vista mitológico, ambos sentimientos: odio o amor, son influencias externas que nos llevan a manifestarnos; a veces con bien desear y otras en mal querer.
La psicología nos enseña que es resultado de la propia composición humana. Ser buenos o malos tiene que ver con la constitución psicológica; la personalidad, suma del carácter y del temperamento, con influencia de la herencia genética recibida de nuestros padres.
Para ser bueno o malo incluyamos otros ingredientes, entre ellos: la influencia familiar, social y hasta el entorno cultural en que nos desenvolvemos; así, podremos enamorarnos de la mujer o el hombre de nuestra vida, al que los románticos llegan a denominar media naranja, e igualmente desenamorarnos de ella o él, hasta el rompimiento y sentimientos encontrados: te odio y te quiero o quisiera olvidarte en vez de odiarte, frases hechas, sin imaginación.
La destructividad y la violencia no formarían parte de la naturaleza del hombre, sino que serían el resultado de la educación y aprendizaje, los síntomas de una mala adaptación a la realidad. Según dicha teoría, esta falta de adaptación tiene sus raíces en la infancia y se va agravando con el desarrollo de la persona, debido a la ausencia de compensaciones, o satisfacción a sus requerimientos y por intolerancia ante las frustraciones.
Eros y Thanatos.
Algunas personas tienen un instinto de vida debilitado, las causas pueden ser muchas, y el instinto de muerte, su Thanatos particular, está fortalecido, crecido, dominante y claro vencedor. Hay sufrimiento mientras hay lucha, y la lucha puede durar meses, porque Eros también resiste, también aguanta, porque hay una parte del ser humano que no se resigna a desaparecer. Y la calma sólo llega cuando la victoria cae de uno de los lados.
3 comentarios:
...Y la calma sólo llega cuando la victoria cae de uno de los lados.
me ha echo reflexionar esta última parte,a veces siento miedo de que por algun motivo, no sea el mejor "costado" mío el que prevalezca, en fin...
ESTA ULTIMA PARTE REALMENTE FUERTE PERO VERDADERO!
Son decisiones, y tomadas a una determinada edad,son bien hechas o con la firme conviccion que es lo mejor...
Saludos para las dos!!!
Buena semana!!!
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