La gran mayoría de la gente necesita ser especial para alguien, así como tener a alguien especial en su vida. El enamoramiento hace esto posible. Aunque el amor puede surgir a primera vista, lo más común es que dicho proceso lleve un tiempo.
A primera vista puede haber atracción, interés, e incluso la intuición de que la otra persona es ese ser especial que se busca. Sin embargo, de la atracción se llega al enamoramiento y del enamoramiento puede alcanzarse el amor. Y hay quien dice que del amor al odio hay un paso.
En la fase del enamoramiento se tienden a exagerar las cualidades de la otra persona, a enamorarse de la proyección ideal que se hace de ella. Hay autores que dan a ese fenómeno el nombre de cristalización, que llega hasta el extremo de distorsionar la percepción de la persona amada.
Aunque este fenómeno es bastante común, implica riesgos importantes. Entre ellos el hecho de que se puede situar a la otra persona en un plano superior del que luego dejamos que caiga desplomada. Si esto ocurre, el supuesto amor que existía puede convertirse en aversión e incluso odio.
El amor incondicional requiere una madurez casi utópica, pero un amor sincero, aunque se extinga, no tiene por qué transformarse en odio. Para que aparezca el odio, la persona, consciente o inconscientemente, se recrea de forma sistemática en los aspectos negativos del otro un proceso inverso al del enamoramiento en el que la ex pareja es vista como un cúmulo de defectos y situada en un plano ínfimo.
La persona amada se convierte en la persona odiada por cuestiones de frustración agresión o de una baja tolerancia a la frustración. Se pone a alguien en un pedestal quizás inmerecidamente y luego se desea crucificarlo.
Pasado el periodo de cristalización se descubre que el enamorado no cuenta con todas las cualidades proyectadas. Esto puede causar mucha frustración. También, puede ocurrir que las expectativas no cumplidas lleven a una animosidad debido a la frustración que generan. De manera que lo que antes se aceptaba sin mayor esfuerzo ahora es denegado inflexiblemente...
Lo que antes se deseaba ahora se detesta.
¿Es ésta una razón suficiente para odiar a quien antes se amaba?
¿Crees que es posible odiar a alguien que has amado?
A primera vista puede haber atracción, interés, e incluso la intuición de que la otra persona es ese ser especial que se busca. Sin embargo, de la atracción se llega al enamoramiento y del enamoramiento puede alcanzarse el amor. Y hay quien dice que del amor al odio hay un paso.
En la fase del enamoramiento se tienden a exagerar las cualidades de la otra persona, a enamorarse de la proyección ideal que se hace de ella. Hay autores que dan a ese fenómeno el nombre de cristalización, que llega hasta el extremo de distorsionar la percepción de la persona amada.
Aunque este fenómeno es bastante común, implica riesgos importantes. Entre ellos el hecho de que se puede situar a la otra persona en un plano superior del que luego dejamos que caiga desplomada. Si esto ocurre, el supuesto amor que existía puede convertirse en aversión e incluso odio.
El amor incondicional requiere una madurez casi utópica, pero un amor sincero, aunque se extinga, no tiene por qué transformarse en odio. Para que aparezca el odio, la persona, consciente o inconscientemente, se recrea de forma sistemática en los aspectos negativos del otro un proceso inverso al del enamoramiento en el que la ex pareja es vista como un cúmulo de defectos y situada en un plano ínfimo.
La persona amada se convierte en la persona odiada por cuestiones de frustración agresión o de una baja tolerancia a la frustración. Se pone a alguien en un pedestal quizás inmerecidamente y luego se desea crucificarlo.
Pasado el periodo de cristalización se descubre que el enamorado no cuenta con todas las cualidades proyectadas. Esto puede causar mucha frustración. También, puede ocurrir que las expectativas no cumplidas lleven a una animosidad debido a la frustración que generan. De manera que lo que antes se aceptaba sin mayor esfuerzo ahora es denegado inflexiblemente...
Lo que antes se deseaba ahora se detesta.
¿Es ésta una razón suficiente para odiar a quien antes se amaba?
¿Crees que es posible odiar a alguien que has amado?
5 comentarios:
AME MUCHO,PERO CON EL SUFRIMIENTO EL AMOR SE FUE,PERO ODIO JAMAS! A NADIE!
Que buen corazon, es muy bueno no odiar, yo particularmente creo que todo lo que uno da en la vida es lo que luego recibe... Besos!!!
FELICES PASCUAS AMIGA QUERIDA!
ESTAS BIEN AMIGA QUERIDA?
Yo que era experta en odiar segun yo, ahora no puedo odiar a quien me abandono.., apesar d elos reproches, sinsabores, no puedo ni podre............creo que eso es el amor de verdad....
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