jueves, 17 de junio de 2010

Liberar tensiones


La risa y el llanto tienen muchas cosas en común, entre ellas, y la más obvia, es que son contagiosos. La risa genera endorfinas, pequeñas proteínas popularmente llamadas de la felicidad. Las endorfinas actúan como neurotransmisores aumentando los niveles de células T, que refuerzan el sistema inmunológico del organismo. Algo similar ocurre con el llanto. Llorar nos hace liberar adrenalina, una hormona que segregamos en situaciones de estrés, y noradrenalina, que actúa como neurotransmisor y tiene un efecto contrario al de la adrenalina.

¿Que es exactamente la adrenalina?
Es una sustancia hormonal.
Se sintetiza en la glándula suprarrenal, cuando es liberada en la sangre su efecto abarca a todo el organismo.
La liberación no es de forma voluntaria, es fisiológica, pero en situaciones específicas ocurre una descarga de adrenalina que contrae el corazón, provocando taquicardia, palidez, contracción vascular e inmediatamente ocurre el efecto inverso, estimula el ritmo respiratorio, aumenta la glucosa en la sangre, se dilatan las pupilas, aumentando bruscamente todo el metabolismo provocando así intranquilidad, irritabilidad, etc.

Pero la adrenalina no llega al cerebro, los principales efectos se dan a nivel cardiovascular periférico, lo curioso es que el cerebro posee adrenalina como elemento de la cadena metabólica de los neurotransmisores y ella misma podría actuar como tal.

La liberación excesiva de adrenalina, pone el sujeto en situación de emergencia, poniendo en marcha el sistema defensivo y utilizando las reservas orgánicas en el caso de necesitarlas.
Un susto, miedos, (reales o imaginarios), situaciones conflictivas, o simplemente enfrentarse a una situación en que no se esta seguro, produce la descarga de adrenalina incrementando el ritmo cardíaco, aumenta la tensión arterial, el ritmo respiratorio, y todos los síntomas conocidos que surgen en una situación de mucha carga emocional.
Los efectos de la adrenalina son nocivos, si la situación se perpetúa.

La mejor válvula de escape
El llanto es la mejor válvula de escape para cualquier emoción intensa y que nos sobrepasa en un momento dado. Cuando rompemos a llorar, las emociones se liberan como si las hubiéramos tenido atrapadas en una olla a presión.

El llanto es parte del aprendizaje y del desarrollo humano, pero conforme nos hacemos adultos prescindimos de las muy saludables lágrimas como cosa de niños, nos las permitimos en muy pocas ocasiones, y solo cuando nos es imposible tragárnoslas.

El estrés, la tristeza, el dolor psíquico y físico, la alegría, los nervios, la angustia, la emoción, etc., son sentimientos que podemos traducir en lágrimas. Cuando lo hacemos nos sentimos mucho mejor, pero si ahogamos el llanto solo logramos aumentar la presión y el desequilibrio interior.

Las lágrimas que no derramamos pueden enfermar nuestro cuerpo y nuestra alma, por eso hay que aprender a llorar de nuevo, algo muy difícil en sociedades en las que llorar es algo que se hace muy pocas veces y preferentemente en privado.

El llanto como culturaEn algunas sociedades existen las plañideras (Que llora mucho con o sin razon), cuyo oficio es llorar las penas ajenas y ayudar a provocar una catarsis de llanto y dolor que permita expresar la angustia y la tristeza. En otras, el llanto colectivo es algo socialmente establecido en momentos de crisis y desgracia.

Según Homero, los héroes de la antigua Grecia vertían con frecuencia abundantes lágrimas. En la Europa de la Edad Media, las crónicas cuentan que aguerridos caudillos y hombres de guerra lloraban sin reparo alguno y se lamentaban a grandes gritos.La costumbre de llorar en público en las sociedades occidentales, en especial en el caso de los hombres, es algo que no se da a menudo y, cuando ocurre, suele ser un llanto silencioso, casi furtivo.

Llorar no es de hombres dicen las madres a sus hijos pequeños, pero el llanto de los niños, sean del sexo que sean, es parte integral de su desarrollo. Es una forma de atraer atención a sus necesidades básicas, como la comida, el frío o el sueño, y de expresar sus emociones.Los niños a los que no se permite llorar acumulan estrés y ponen en peligro su salud.

Recuperar el llanto cuando se es adulto es bueno, porque llorar no nos hace más débiles, sino mucho más fuertes. Además, después de una buen llanto o liberación de tensiones, se ríe más y mejor.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo me aguanto las lagrimas generalmente pero en algun momento hay que dejarlas salir si no el cuerrpo te lo hace pagar .

gallega dijo...

LLORO POR NADA,QUE FEO,PERO SIEMPRE FUI ASI,MI MADRE,ME DECIA "MIRA QUE SE GASTA EL CORAZON"JA,JA, MI MAMITA!

Unknown dijo...

Cecilia llorar te alivia, yo soy muy llorona,cuando me angustio las lagrimas brotan solas y eso me calma.
Besos que sigas bien!!!
Gallega no es feo llorar hay que permitirselo, las madres son sabias.
Un beso amiga.

Anónimo dijo...

Hola,
Bueno, me presento, Me llamo Camila, tengo 15 años, y me encantó tu blog, por que por algún extraño motivo, que no es hereditario, llevo la psicología en mis venas. Gracias por lo que ofreces para leer :)

Saludos.-

Unknown dijo...

Gracias Camila!!! Si te gusta la Psicologia segui su camimo que te sorprendera. Besos!!!
Buen finde de semana para todo el mundo!!!!!