Psicología
y psiquiatría
El
pensamiento mágico es una forma de explicar el mundo basada en creencias o
interpretaciones erróneas sobre la relación entre causas y efectos. Es típico
de las sociedades primitivas, que ante un entorno incomprensible que afecta a
sus vidas de forma caprichosa inventan ritos para controlar ese entorno.
Pero el pensamiento mágico no es solo propio de sociedades primitivas. En las
sociedades más avanzadas la mayor parte de la gente practica de una u otra manera
esta forma de pensar.
Cada vez
que probamos una nueva dieta que va a hacernos adelgazar sin esfuerzo en pocas
semanas, estamos practicando el pensamiento mágico. Cada vez que confiamos en
la lotería para cambiar nuestro futuro económico, estamos practicando el
pensamiento mágico.
El pensamiento mágico es muy atractivo, porque disocia nuestro esfuerzo de las
consecuencias en nuestra vida. Es más satisfactorio, a corto plazo, probar una
nueva dieta que cambiar nuestro hábitos de alimentación. Es más fácil gastar
dinero en la lotería que buscar y conseguir un trabajo mejor.
El problema es que creer en la magia nos impide asumir que nuestra vida depende
de nuestras decisiones y de lo que hacemos cada día, todos los días. Si estás
probando dietas milagrosas, no cambias tus hábitos de vida. Y si estás jugando
a la lotería no asumes que el dinero que vas a tener es el que seas capaz de
ganar y ahorrar.
Pero hay más. Pensamiento mágico es enviar decenas de curriculum todos los días
creyendo que así conseguirás un trabajo. Pensamiento mágico es seguir haciendo
las cosas como en años anteriores, pensando que en algún momento todo volverá a
ser como antes. Pensamiento mágico es soñar con promociones en una empresa en
la que no tienes futuro, sin hacer nada práctico para mejorar tus
posibilidades. Pensamiento mágico es creer que un título de ingeniero te va a
conseguir un trabajo al terminar la carrera.
El mundo es un sitio muy complejo. Prácticamente todo lo que hay ahí fuera es
caótico y no lo podemos controlar. Pero de nada sirve buscar fórmulas mágicas
para hacerlo racional y predecible.
Lo que sí podemos hacer es controlar lo que depende de nosotros. Podemos elegir
una alimentación saludable en lugar de una dieta milagro. Elegir cambiar de
empresa, o de ciudad, o de país si eso mejora las posibilidades de conseguir el
trabajo que se quiere. Elegir gastar menos y ahorrar cada mes para vivir mejor
en el futuro. Crear una empresa y no depender de un empleo que no satisface.
Pensamiento mágico en la
psicología y en la psiquiatría:
En psicología y ciencia cognitiva
, el pensamiento mágico es un
raciocinio causal no científico; por ejemplo: la superstición.
El pensamiento mágico es una forma de pensar y razonar que genera opiniones
carentes de fundamentación lógica robusta o estricta.
La magia a diferencia de la ciencia, no distingue la correlación de la
causalidad. Por ejemplo, alguien puede acreditar que una remera da suerte si
vistiéndose con ella ha ganado un torneo deportivo. Continuará usando la misma remera
y, aunque gane algunas competiciones y pierda otras, continuará acreditando sus
victorias a la remera de la suerte.
Suele estar basado en prejuicios o percepciones psíquicas subjetivas del
individuo/colectivo. Quizá por haber sido precondicionado por otras personas
que haya conocido o aceptando de algún modo las teorías de dichos individuos
con esas percepciones.
Ante percepciones de: espejismos, realidad de los sueños, predicción de
comportamientos en pequeños o grandes entornos, los sentidos del ser humano,
pueden carecer de fundamentación objetiva.
Un prejuicio cognitivo predisposiciones cognitivas, es una distorsión
cognitiva, en el modo en el que los humanos percibimos la realidad. Algunos de
estos procesos han sido verificados empíricamente en el campo de la psicología, otros están siendo
considerados como categorías generales de prejuicios.
En psicología, algunos tipos de
personalidad, están influidas en mayor o menor grado por el razonamiento
mágico, y ciertas enfermedades mentales, como la esquizofrenia, pueden tener conclusiones ideadas a partir del
pensamiento mágico, como la telepatía
o el control de la mente.
Para la psiquiatría, este tipo de
pensamiento, que por definición se opone al pensamiento lógico, es más
frecuente entre los niños, y en las personas pertenecientes a sociedades
primitivas contemporáneas que se guían por la costumbre ralentizando el
desarrollo socio-cultural. El pensamiento mágico también suele estar presente,
en las personas con trastornos de tipo obsesivo-compulsivo.
Estas personas realizan una serie de rituales
estereotipados, para librarse de algunas ideas extrañas que las asaltan de
forma repetitiva e insistente, a pesar de que ellas mismas las consideran con
poco fundamento o completamente absurdas: ideas
obsesivas.
El pensamiento mágico desde sus inicios y, aún actualmente, en todas las
culturas primitivas contemporáneas cumple un papel fundamental para afianzar la
supervivencia del ser humano y en
numerosos casos, impulsar su desarrollo cultural. Sin la aparición del
pensamiento mágico, el ser humano aún permanecería anclado en sus primeros
estadios de evolución.
Estudios sobre el pensamiento mágico
El
pensamiento mágico, estudiado en psicología y antropología, es la razón de ser
de muchas obras científicas, que tratan aspectos como:
La magia
designa las creencias metafísicas,
cuyo elemento central y diferenciador es la capacidad humana de modificar la
realidad sin medios estrictamente causales. La magia en general es también
designada a menudo como brujería. Muchos inventos modernos son magia para las
sociedades primitivas, y suplen las capacidades buscadas por los antiguos
magos.
La
religión, a veces usada como sinónimo de fe o sistema de creencias, se define
como creencia sobre todo lo que concierne a lo sobrenatural, sagrado o divino,
y a los códigos morales, prácticas, rituales, valores e instituciones
relacionadas a dicha creencia. En ocasiones, la palabra religión se usa para
designar lo que debería ser llamado religión
organizada u organización religiosa,
es decir, organizaciones que dirigen la práctica de ciertas religiones, frecuentemente
bajo la forma de entidades legales.
El
ocultismo es el estudio de las doctrinas ocultas de las diversas religiones y
filosofías, haciendo hincapié en los fenómenos paranormales y los poderes
ocultos del ser humano.
El esoterismo es el estudio y la práctica de
tradiciones esotéricas, es decir, vinculadas a corrientes religiosas y
filosóficas, desconocidas o secretas para el gran público.
La pseudociencia (del latín pseudo falso y
scientia conocimiento: falsa ciencia) es el conjunto de metodologías, prácticas
o creencias no científicas pero que reclaman dicho carácter. Este concepto es
utilizado por los enfoques epistemológicos ocupados en el criterio de
demarcación de la ciencia. El término se usa para establecer una clara
diferencia con las ciencias exactas y naturales. Por ejemplo, muchos estudiosos
del fenómeno paranormal se dedican a catalogar evidencias anecdóticas, como
recuentos de supuestos testigos que afirman haber presenciado un fenómeno
paranormal.
La superstición es la creencia, no fundamentada,
o irracional, de que ciertas prácticas (como rezos, ensalmos, conjuros,
hechizos, maldiciones u otros rituales), o determinados acontecimientos (como
la caída de sal al suelo o la llegada de un martes 13), pueden alterar el
destino o la suerte de una persona. Se incluyen entre las supersticiones la
adivinación y sus distintas disciplinas astrología, quiromancia, cartomancia o
tarot, geomancia o feng shui, espiritismo etc.
Una creencia es un modelo creado por la mente
para satisfacer un deseo, generalmente sobre un hecho (real o imaginario) del
cual se desconoce o no se acepta una explicación racional. Los individuos que
comparten una creencia, darán por buena dicha proposición y actuarán como si
fuese verdadera, recopilando dogmas y/o estableciendo normas morales que suelen
ser necesarias para poder sustentar los dogmas.