martes, 23 de junio de 2009

Teoría del Lacan y teoria del espejo:


Plantea que el recién nacido no realiza movimientos de acuerdo a su voluntad, por ejemplo cuando tiene hambre, patalea, en lugar de dirigir la mano al pecho o al biberón, o sea que el cuerpo del bebé no responde a las órdenes de su cerebro, su cuerpo funciona defragmentado, y no como una unidad. El bebé sufre esto cuando toma conciencia de que su cuerpo no obedece, esto desaparece cuando descubre su imagen reflejada en el espejo, y el espejo le sonríe. La imagen del espejo le es grata, principalmente porque el espejo imita sus movimientos, estableciendo una comunicación.

Este momento se continúa cuando el recién nacido encuentra otros de su edad, Lacan lo llama el “reencuentro con lo idéntico”. Un tercer momento, es cuando encuentra la mirada de la madre, el “encuentro con el semejante”. La mirada de la madre es el espejo en el cual se mira el bebé, si él sonríe la madre sonríe, si llora, la madre se pone triste. Según Lacan, lo importante no es que sea querido, sino que se pudo decodificar su mensaje. En este momento, el recién nacido va entrando en el símbolo. Esto servirá para el estudio de la patología.

Cuando un bebé no es comprendido por su madre, al crecer, se desarrollará como neurótico o peor aún, como psicótico. Determina el valor fundamental de la comunicación adecuada de la madre con el bebé, explicando que si al amamantar al niño, la madre está haciendo otra cosa, en lugar de brindarle amor, no se establece la comunicación. Y que el ser humano se estructura en la mirada del otro, o sea, es lo que esperamos que sea. Más tarde, Lacan agregaría que es el momento en que nace la capacidad simbólica de la persona. Y que el símbolo primario es el falo.

Afirma que el inconsciente funciona como un lenguaje regido por la metáfora y la metonimia. El inconsciente emplea metáforas propias, que no parecen tener significado aparente para el estado conciente.
Lacan rompe con el concepto saussuriano de signo, como significado y significante. Para él el significante remite a otro significante, y éste a su vez, a otro más, y nunca hay un significado final. Afirmaba: “el lenguaje se impone, y a la persona no le queda otro remedio que hablarlo”, refiriéndose a que el inconsciente tiene un lenguaje que empuja, y quiere expresarse, y nosotros le damos forma verbal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ignoraba todo al respecto, muy interesante, Tomson, como todo lo q publicás y nos desazna un poco... Besos!!! Tota.