viernes, 1 de octubre de 2010

La psicología detrás de los cuentos infantiles

Los cuentos se trasmitían de generación en generación de forma oral ya que no todos conocían la escritura, tenían muchas versiones y con el tiempo trataban de educar valores entre los adultos. Luego, de tanto ser trasmitidos, fueron gustando a los niños y fueron adaptados para que los entendieran.

Hoy en día, muchos adultos, después de haberlos escuchados de chicos, analizan desde la psicología el mensaje detrás de estos cuentos. Hay opiniones a favor y en contra.

Los cuentos tradicionales enseñan valores a los niños

Hay psicólogos infantiles que estudiaron la influencia que podían ejercer los cuentos tradicionales en los niños y concluyeron que tienen una importante influencia en la formación moral e intelectual de los niños.

Los cuentos aportan importantes mensajes tanto a nivel consciente como inconsciente y les ayudan a comprender que se pueden sobrellevar las dificultades de la vida adulta. Pueden encontrar en los cuentos ejemplos que les enseñaran valores, algunos básicos como diferenciar el bien y el mal.

Los tres cerditos enseñan que no hay que ser perezoso ni ser irresponsables. Por esa razón, con las herramientas de planes bien trazados y mucho trabajo se puede vencer al enemigo: el lobo feroz.

Hansel y Gretel muestra cuales son las consecuencias de negar los problemas y no enfrentarlos. A la vez, demuestra que con inteligencia, madurez y trabajo en conjunto se pueden sobrellevar las dificultades.

Caperucita roja como ella no sigue las indicaciones de su madre, por lo que educa sobre el valor de seguir el deber sin caer en las tentaciones ya que puede haber graves consecuencias. Por esa razón, el lobo feroz puede demostrar la violencia y las conductas inaceptables del hombre que están al acecho.

Blancanieves al pasar días sin comer ni beber y acostarse en una cama que no se adapta a su tamaño simboliza que se adapta a las dificultades de la vida. En cambio, los enanos tienen diferentes explicaciones pero la más aceptada es que representan el trabajo como esencia de sus vidas, donde no hay diversión, ni distracciones.

Si se analiza en detalle los cuentos tradicionales, se pueden observar que a pesar de que fueron quitadas sus versiones y escenas violentas, hay dejos de crueldad que pueden ser una influencia negativa en los niños.

Al contrario de lo que piensan muchos padres de alejarlos de todo lo malo, algunos especialistas consideran que hay que exponerlos a la lectura de estos cuentos sin juzgarlos ya que pueden enseñarles sobre como actuar en determinadas situaciones. Esto se debe a que los niños siempre están expuestos, en mayor o menor medida a situaciones de violencia. Por ejemplo, en Caperucita Roja, los niños se angustian por su destino pero sienten satisfacción cuando es liberada por el cazador, que mata al lobo feroz.

Hay varios ejemplos de crueldad en los cuentos, entre ellos se encuentra Pulgarcito, donde el ogro quiere degollar y comerse a los siete hermanos y del mismo modo como la bruja quiere matar a Hansel y Gretel en la casa de chocolate.

En Blancanieves, la historia también tiene de estos momentos primero es perseguida por la madrastra perversa que ordena matarla y luego bajo engaños la duerme pareciendo muerta hasta que es rescatada por un príncipe.

Siguiendo con el rescate de Blancanieves, hay quienes sostienen que ellos enseñan valores y practicas antiguas donde la mujer y los niños son maltratados y no tienen voz ni voto en las decisiones de su vida.

Por su parte, otra interpretación de Hansel y Gretel indica que se ve un ejemplo de infanticidio que se practicaba en la Edad Media cuando había hambruna en la población.

Finalmente, de acuerdo a estas interpretaciones, Cenicienta sería un claro ejemplo de sumisión de la mujer al contar la historia de una adolescente que sufre el desprecio de la madrastra y las hermanastras, hasta el día en que se le aparece un hada que la ayuda y un príncipe que la convierte en su esposa.

Leyendo todas las interpretaciones de los cuentos clásicos, cada persona tiene una distinta vision de las cosas y mas aun de estos cuentos que nuestras madres nos contaban, a mi particularmente me pasa de darme cuenta de grande, de situaciones que cuando era chica no me parecían mal o con mala intención.

2 comentarios:

trinidad dijo...

Sinceramente pienso que hay cosas que no se tienen que analizar, sino simplemente aceptar y comprender la forma de vida de la época en las que fueron creados, y si queremos cuentos nuevos, sin violencia ni sexismo pués los creamos con las constumbres de hoy en día. Pero hay cuentos que es mejor no versionear, la palabra lo dice , son cuentos clásicos. Besos.

Unknown dijo...

Iris gracias por visitarme!!! Besos!