Pocas personas reconocen tener un trauma porque creen que solo se produce luego de atravesar por una situación de violencia. Pero la gama de traumas es más amplia.
El trauma siempre ha existido, todos de una u otra manera hemos tenido experiencias traumáticas, desafortunadamente no siempre hay conciencia del gran impacto y las consecuencias que este tiene en las personas, la familias y la sociedades. En muchos casos de la depresión, ansiedad y síntomas psicosomáticos hay un trauma no resuelto.
El trauma afecta a las sociedades de diferentes maneras, por ejemplo cuando ocurre un desastre natural la comunidad se une, las personas se ayudan y apoyan entre si, contrariamente cuando hay guerras, violencia, la comunidad tiende a dividirse por que la atención va a buscar el culpable y a juzgarlo. La raíz de la violencia y la guerra, puede ser atribuida en gran parte a experiencias traumáticas que hemos tenido y al gran estrés en que vivimos.
Cuando nos enfrentamos a lo que percibimos como ineludible o como una amenaza abrumadora para nuestra vida, instintivamente nos preparamos para luchar o huir, si por alguna razón, no podemos ejecutar ninguna de estas respuestas por que ponemos en peligro nuestra vida, el cerebro, pasa por alto nuestros impulsos e instintos, llevándonos a la inmovilización, paralización, es esta la que produce los síntomas.
Los síntomas vienen, ya que el cuerpo al no poder llevar a cabo su respuesta instintiva de luchar o escapar a lo que percibe como amenazante e ineludible, deja paralizado el cuerpo, la energía y sustancias químicas que genera, esto es lo que produce el trauma y lo que generara una serie de síntomas.
Las causas del trauma son muy amplias, incluyen desde traumas de gestación o nacimiento hasta desastres naturales, terremotos, incendios, pasando por ataques o actos de violencia, secuestros, asaltos, homicidios, maltratos psico-emocionales, físicos, sexuales, accidentes, caídas, enfermedades graves o crónicas, pérdida súbita de una persona amada, cirugías y otros procedimientos médicos u odontológicos agresivos y necesarios, también niveles elevados de estrés durante periodos prolongados.
Igualmente puede haber trauma en personas que están expuestas a continuas presiones ambientales, sociales o económicas como inmigrantes, refugiados políticos o quienes han tenido pérdidas o quiebras económicas entre otras.
Los efectos del trauma, son tan fuertes que afectan al cuerpo de diferentes maneras:
Físicamente: Sensaciones de dolor persistente en el cuerpo, fatiga crónica, dolor en el pecho o espalda, tensión muscular, fibromialgia, migrañas, nauseas, gastritis, ulcera, hiperexcitación, hipervigilancia, intrusión de imágenes del trauma, pesadillas, repuestas de sobresalto exageradas, ataques de pánico, hipersensibilidad al sonido, olor y tacto.
Emocionalmente: Cambios de temperamentos bruscos, capacidad reducida de manejar estrés, dificultad de relacionarse, aislamiento, llanto frecuente, reacciones emocionales exageradas que no puede controlar. Dificultad para controlar el temor o terror aun después del evento. Sentimientos de desesperanza, impotencia, desesperación, depresión, perdida del interés por la familia trabajo y otras cosas que antes le causaban placer.
Mentalmente: Paranoia, pensamientos obsesivos y compulsivos, confusión, dificultad de concentración, poca tolerancia a las diferencias.
Hay personas que les afectan más que a otras un trauma, esto es por la duración y severidad del evento traumático, existencia de traumas anteriores y de la ayuda, apoyo emocional, social que tuvo la persona después del trauma.
La persona que experimenta estos u otros síntomas, que los demás poco entienden, puede pensar que está loca. No está loca, existe una explicación para todo lo que le está ocurriendo. Con el trauma la mente se altera significativamente y esta es parte de la razón por la que se siente así.
Pero la persona no ha sufrido daños irreversibles en su mente y le es posible disminuir e incluso eliminar los síntomas.
Si les han dicho, luego de haber sufrido un trauma, que estos duran toda la vida o que va tener que tomar tal o cual medicina para siempre, que los síntomas que presenta son psicológicos o que tiene que darle tiempo al tiempo o que todo lo que siente solo proviene de su imaginación o que lo suyo es solo cuestión de fuerza de voluntad, que hay que aprender a olvidar, que los síntomas solo se pueden disminuir, que tiene que aprender a vivir con ellos y que los traumas no se pueden curar, NO ES CIERTO.
Saco abrigadito
Hace 11 años
5 comentarios:
Querida tomson, he trabajado durante bastante tiempo con personas mayores y lo que más me llamaba la atención era que aunque perdieran memoria, siempre recordaban a la perfección aluna cosa o cosas que a lo largo de su vida la habían traumatizado. Recuerdo una abuelita que me contaba que con 18 años le dió un ataque de ciática que la mantuvo inmovilizada durante dos años, esto me lo contaba todos los dias como si fuera la primera vez, y tenía 87 años. Otra me contaba todos los dias que tuvo un parto en el que el niño murió y a ella le extirparon el útero, bueno...esto es sólo un ejemplo de que los traumas pueden perdurar para toda la vida si no son tratados terapeuticamente. Besos.
Hola Iris totalmente de acuerdo con vos, pero si son tratados la persona sale adelante.
Besos gracias por estar siempre!!!
PERO EN MIS TIEMPPOS NO SE HABLABA TANTO DEL SICOANALISIS
FELIZ FIN DE SEMANA AMIGA QUERIDA Y LEAL!!
Hola Gallega!!! No era tan popular el psicoanalisis, terapia, la gente vivia de otra manera, y los traumas los tenian guardados, ahora la gente quiere vivir mejor,acude al gran abanico de posibilidades que le ofrece la psicologia y todas sus ramas.
Gallega amiga que tengas un hermoso fin de semana y disfrutes del buen clima de la primavera. Besos!!
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