El psicoanálisis fue, y es aún, considerado de carácter revolucionario. La teoría psicoanalítica, penetra en diferentes áreas de la cultura, el arte, la filosofía, la epistemología, la ética etc. Pero sobre todo, impacta principalmente a las diferentes maneras de abordar y pensar al hombre y lo humano. El psicoanálisis se hizo de un cuerpo de conocimientos: la ciencia, la filosofía, la poética, la mitología, entre otras expresiones y diciplinas artísticas, humanísticas y sociales. Se trata de apuestas diferentes sobre lo que es entender la problemática humana.
El psicoanálisis es una forma de psicoterapia, que opera mediante el descubrimiento de las raíces inconcientes de las emociones y los actos de la persona. Para ello, el analista invita al paciente, a decir cuanto le venga a la mente haciendo a un lado cualquier jucio sobre el valor o la pertinencia de sus propias ideas. Así se vuelven evidentes ciertos patrones repetitivos, caracteristico de cada paciente, en sus comunicaciones al analista, quien puede entonces, por medio de sus interpretaciones, llevar al paciente a descubrir por si mismo el origen de sus dificultades al volver a experimentarlas en la situación analítica.
Defensa:
El término defensa es el más antiguo representante del punto de vista dinámico en la teoría psicoanalítica. En el año 1894 Freud lo emplea, en el estudio sobre neurosis de defensa. Más tarde el término es abandonado y en lo sucesivo sustituido por el de Represión. Sólo en un apéndice complementario a Inhibición, síntoma y angustia Freud retorna al viejo concepto de defensa.
Los mecanismos de defensa en psicoanálisis
Gracias a los mecanismos de defensa, el yo se defiende tanto de la excesiva presión del ello, cuando éste reclama la realización de los apetitos, como del desmesurado control del superyo; merced a ellos, el yo también se protege de la presencia de experiencias pasadas de tipo traumático.
Los mecanismos de defensa son modos incorrectos de resolver un conflicto psicológico y pueden dar lugar a trastornos en la mente, la conducta, y en los casos más extremos a la somatización del conflicto psicológico y las disfunciones físicas que lo expresan.Los mecanismos de defensa en psicoanálisis son:
La represión: La represión es el mecanismo de defensa más importante; por él experiencias y apetitos que el sujeto considera inaceptables y que no consigue integrar adecuadamente en su personalidad se proyectan o empujan hacia las zonas inconscientes de la mente. La eficacia de la represión puede ser tal que el sujeto ignore lo que ha reprimido pero también que ha reprimido. De ahí que el terapeuta deba luchar para que el paciente sea consciente también de su responsabilidad en la represión. La represión no anula la energía psíquica reprimida; ésta pugnará por manifestarse en la vida del sujeto.
La formación reactiva: este concepto de mecanismo de defensa en psicoanálisis consiste en enmascarar un motivo o emoción transformándolo en su contrario.
La proyección: es un mecanismo de defensa por el medio del cual el sujeto atribuye a otras personas los propios motivos, deseos o emociones. Es una forma de ocultación involuntaria e inconsciente de su vida psíquica, consecuencia de la presión del superyo que sanciona como incorrecto el contenido psíquico.
2 comentarios:
HOLA TOMSON AMIGA QUERIDA!! PUEDES UN DIA HABLAR SOBRE COMO SE COMIENZA CON EL ALZHEIMER?
Hola gallega!!! buen finde!! Con gusto voy ser un post.
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