Una Terapia Infalible:
La risa compartida crea en la pareja un maravilloso sentimiento de unión y complicidad.
Si cuando estamos de buen humor hacemos un ejercicio de memoria y recordamos situaciones que en el pasado nos resultaron problemáticas, veremos que, con el tiempo, la mayoría no tenía tanta importancia y que hoy incluso nos hacen reír.
Por qué no sacar provecho a esto para hacernos la vida más agradable y utilizar el sentido del humor, en lugar del mal genio, para resolver problemas de pareja.
Actualmente la sociedad valora más la seriedad como sinónimo de responsabilidad, que el buen humor, es fundamental que el hombre y la mujer no pierdan nunca la capacidad de reírse juntos, ya que esto crea una gran complicidad entre ellos. Y ser cómplices es el mejor nexo de unión de la pareja y un mecanismo fantástico de comunicación.
La pérdida del sentido del humor en la pareja es un síntoma claro de que algo anda mal, de que la comunicación se está deteriorando porque no somos capaces de expresar realmente lo que sentimos o porque, en lugar de escuchar lo que dice el otro, tendemos a hacer lo que se conoce como “adivinación de pensamiento”, es decir, contestar a lo que se cree que quiere decir y no a lo que realmente está diciendo.
Dice un proverbio chino que para estar sano hay que reír, al menos, 30 veces al día. Y es que está demostrado que la risa y el buen humor son la mejor medicina contra el estrés, la tensión y los problemas. Hay que tener en cuenta que, al mismo tiempo que se ríe, es imposible enojarse, odiar y hasta pensar. La risa hace que el cerebro empiece a liberar endorfinas y este proceso resulta incompatible con la producción de adrenalina que provocan los enojos.
La risa es además un antídoto contra el dolor físico y psicológico. Oxigena el organismo, activa la circulación, refuerza el sistema inmunológico y proporciona sensación de bienestar.
Si cuando más enojados estamos pudiéramos detenernos, contar hasta diez y pensar en algo que nos hiciera sonreír, estaríamos poniendo en marcha un benéfico círculo vicioso:Al reír obligamos al cerebro a fabricar endorfinas (llamadas “hormonas de la felicidad”) que nos hacen sentir de buen humor, y así es más fácil reír, y reír mejora el ánimo.
En este proceso se basa la “risoterapia”, que consiste en provocar la risa sana, la carcajada, que pone en movimiento 400 músculos del cuerpo, quema calorías y nos deja hasta “cosquillitas”, sin emplear drogas ni fármacos. Se trata únicamente de reír escuchando carcajadas grabadas o recordando episodios divertidos de nuestra vida. El resultado es una gran medicina preventiva sin efectos secundarios.
La risa compartida crea en la pareja un maravilloso sentimiento de unión y complicidad.
Si cuando estamos de buen humor hacemos un ejercicio de memoria y recordamos situaciones que en el pasado nos resultaron problemáticas, veremos que, con el tiempo, la mayoría no tenía tanta importancia y que hoy incluso nos hacen reír.
Por qué no sacar provecho a esto para hacernos la vida más agradable y utilizar el sentido del humor, en lugar del mal genio, para resolver problemas de pareja.
Actualmente la sociedad valora más la seriedad como sinónimo de responsabilidad, que el buen humor, es fundamental que el hombre y la mujer no pierdan nunca la capacidad de reírse juntos, ya que esto crea una gran complicidad entre ellos. Y ser cómplices es el mejor nexo de unión de la pareja y un mecanismo fantástico de comunicación.
La pérdida del sentido del humor en la pareja es un síntoma claro de que algo anda mal, de que la comunicación se está deteriorando porque no somos capaces de expresar realmente lo que sentimos o porque, en lugar de escuchar lo que dice el otro, tendemos a hacer lo que se conoce como “adivinación de pensamiento”, es decir, contestar a lo que se cree que quiere decir y no a lo que realmente está diciendo.
Dice un proverbio chino que para estar sano hay que reír, al menos, 30 veces al día. Y es que está demostrado que la risa y el buen humor son la mejor medicina contra el estrés, la tensión y los problemas. Hay que tener en cuenta que, al mismo tiempo que se ríe, es imposible enojarse, odiar y hasta pensar. La risa hace que el cerebro empiece a liberar endorfinas y este proceso resulta incompatible con la producción de adrenalina que provocan los enojos.
La risa es además un antídoto contra el dolor físico y psicológico. Oxigena el organismo, activa la circulación, refuerza el sistema inmunológico y proporciona sensación de bienestar.
Si cuando más enojados estamos pudiéramos detenernos, contar hasta diez y pensar en algo que nos hiciera sonreír, estaríamos poniendo en marcha un benéfico círculo vicioso:Al reír obligamos al cerebro a fabricar endorfinas (llamadas “hormonas de la felicidad”) que nos hacen sentir de buen humor, y así es más fácil reír, y reír mejora el ánimo.
En este proceso se basa la “risoterapia”, que consiste en provocar la risa sana, la carcajada, que pone en movimiento 400 músculos del cuerpo, quema calorías y nos deja hasta “cosquillitas”, sin emplear drogas ni fármacos. Se trata únicamente de reír escuchando carcajadas grabadas o recordando episodios divertidos de nuestra vida. El resultado es una gran medicina preventiva sin efectos secundarios.
3 comentarios:
Yo soy un bicho muuyyy raro..tengo un gran sentido del humor,me rìo mucho,no me cuesta nada sonreìr,reìrme a carcajadas,pero,tambièn soy cabrona,agresiva,y melancòlica,todo en el mismo envase,ag¡,y depresiva.Un chaleco por acà¡
BUEN DIA QUERIDA AMIGA TOMSON!!!LIDIAAAAAAAAAAA QUE SOMOS TODOS IGUALES EN MAYOR O MENOR MEDIDA,NO HAY UN SER HUMANO PERFECTO SOLO JESUS!!!!
Hola Gallega que bueno leerte!!!
Lidia todos tenemos defectos y virtudes, no hay de que temer.
Saludos buena semana!!!
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