viernes, 4 de diciembre de 2009

Coping


El afrontamiento (coping) es un concepto clave en las investigaciones de la adaptación y de la salud. En el modelo cognitivo del estrés de Lazarus (1984), un evento es considerado estresante cuando la persona percibe la potencial peligrosidad del mismo para su bienestar. Ante circunstancias estresantes, algunas personas reaccionan disminuyendo su rendimiento o presentando afectos negativos, mientras otras resisten exitosamente al mismo.

Los mecanismos de defensa o estrategias de afrontamiento son procesos psicológicos automáticos que protegen al individuo frente a la ansiedad y las amenazas externas como una situación embarazosa o internas como puede ser un recuerdo desagradable. El individuo suele ser ajeno a estos procesos.

Salud y Energía Las situaciones estresantes de la vida cotidiana imponen sobre las personas una alta demanda de energía psíquica y física, en cuanto a intensidad y a duración temporal: la necesidad de desplazarse físicamente de un lugar a otro continuamente para dar respuesta a las exigencias de la situación problemática, la pérdida del sueño o del apetito, los esfuerzos para “mantenerse en control” de la situación, etc., son coyunturas humanas que se afrontan mucho mejor cuando se cuenta con una fuerte constitución física, un organismo sano y vigoroso y una energía desbordante, que cuando la persona es frágil, débil, está enferma (aguda o crónicamente), o cuando sus energías están agotadas o debilitadas.

No obstante, el proceso de afrontamiento es mucho más complejo que limitarlo al componente estrictamente físico, pues la vida cotidiana, no menos en el contexto del proceso salud enfermedad, evidencia: como personas, con una salud muy precaria y escasez de energías, son capaces de afrontar los problemas de manera desconcertantemente eficaz... O sobra energía psíquica para movilizar sus exhaustos recursos. Y viceversa, ¿cuántas personas sanas, fuertes y vigorosas se conoce que se desploman fácilmente al más mínimo inconveniente de la vida?
Además de los recursos físicos de salud y energía, es imprescindible que la persona posea un grupo importante de recursos psicológicos que viabilicen su implicación y persistencia en el afrontamiento de los problemas. Entre estos recursos es legítimo señalar una cosmovisión positiva y optimista, la habilidad para solucionar problemas y las habilidades para establecer y fomentar relaciones interpersonales.

Cosmovisión positiva y optimistaCada hombre o mujer tiene un sistema de creencias, juicios y valores sobre si mismo, sobre los demás, sobre el sentido de la vida, que se convierten en importantes recursos de afrontamiento cuando la persona está inmersa en situaciones que, de una u otra forma, laceran su salud y bienestar.

Una autoestima alta, donde la persona “se quiere” y se ve a si misma como valiosa o “amable” (en el sentido de digno de ser amado), hace que la persona se perciba como capaz de resolver los problemas, aún aquellos que otros consideren insolubles, y por ello los afronta persistentemente con esperanza y optimismo: esta actitud, en tanto hace que la persona mantenga sus esfuerzos de afrontamiento en las más adversas condiciones, casi siempre la vida la gratifica con resultados alentadores. Y viceversa, una autoestima baja lleva a la creencia de que uno tiene poco o nada de valioso, que no puede hacer nada bien y esta creencia negativa se valida cuando se convierte en “profecía que se auto cumple”, por el pesimismo con que se afrontó la situación estresante desde el principio.

Pero una cosmovisión positiva no se restringe a las creencias sobre si mismo, sino que incluye también creencias positivas sobre los demás y la existencia misma. Cuando una persona se pone en situación de “no creer en nada ni en nadie”, poco éxito puede tener al afrontar los problemas de la vida cotidiana, pues queda muy poco espacio para la esperanza y el optimismo que sustentan, en gran medida, el esfuerzo y perseverancia que una persona pone en el afrontamiento de los problemas.

Por el contrario, un sistema positivo de creencias sobre los demás y sobre la vida se convierte en un fuerte dinamizador de las posturas de las personas ante el afrontamiento de sus problemas. Creer que el ser humano es esencialmente bueno potencia la vivencia de no estar solo cuando se está en problemas y esto fomenta una alta expectativa de eficacia personal. De igual manera una fuerte convicción religiosa, la fe en la justicia y la lealtad o cualquier otra sólida creencia existencial sobre los valores humanos favorece resultados positivos en el afrontamiento de los problemas.

Habilidades soluciones de problemas Si bien una cosmovisión positiva es un potente recurso, para afrontar con efectividad los problemas y para permanecer indefinidamente en el intento, con ello no es suficiente. La vida es altamente compleja y repleta de demandas prácticas, lo que presupone que las personas sean capaces de encontrar respuestas a las demandas, también concretas, de los problemas que afrontan. No por gusto alguien afirmó una vez que “el problema no es el problema,... sino la solución”, un problema para el cual se cuenta con los recursos precisos deja de serlo.

Es por ello que contar con, o ser capaces de desarrollar, una serie de habilidades soluciones de problemas, la habilidad para buscar y encontrar la información necesaria, la capacidad de identificar lo que es y lo que no es en realidad el problema, la capacidad de generar alternativas múltiples de solución y seleccionar aquellas más efectivas y eficientes, o la habilidad para ponerlas en práctica, se convierte en un excepcional recurso de afrontamiento a los problemas a los que inevitablemente estamos abocados los seres humanos.

Una última palabra, los recursos de afrontamiento se caracterizan por su diversidad e interpenetración y no deben verse, en modo alguno, como una suma de recursos aislados por muy potentes que estos sean, sino que es deseable comprenderlos en una visión sinérgica donde su interpenetración, ya sea por su presencia o por su ausencia o insuficiencia, puede conducir a que se facilite,... o que se entorpezca su expresión.

2 comentarios:

gallega dijo...

QUE ES QUERERSE UNO MISMO?PERDONA PERO TU QUE SABES,YO SOY BESTIA,ME LO PUEDES DEFINIR QUERIDA TOMSON?

gallega dijo...

HOLA TOMSON AMIGA QUERIDA,COMO ANDA TODO,HIJA!