martes, 20 de abril de 2010

Aprender a decir "No"


Sabemos que expresar con cierta claridad nuestros sentimientos, emociones o motivos principales nos ayuda a aumentar nuestra autoestima, dado que tenemos claro quienes somos, qué queremos, y lo que deseamos en todo momento.

Sin embargo, a veces, existen momentos en los que no somos capaces de decir “no”, o al menos somos capaces de decirlo pero luego nos sentimos culpables.

Para poder mantener una autoestima alta y, sobretodo, una vida psicológica y psíquica sanas, saber negarse a aquellas proposiciones o compromisos que en realidad no deseamos aceptar son cuestiones prácticamente indispensables.

Y es que ser capaces de decir “no” nos permite ahorrar tanto tiempo como energía, e incluso evitarnos algún que otro dolor de cabeza o, simple y llanamente, sentirnos mal o culpables.

El problema en estas ocasiones es que a menudo tenemos que pagar por ir en contra de lo que los demás esperan de nosotros, dado que el sentimiento de culpa concentra mucho poder, al conectarnos al miedo de no ser aceptados.

¿Existen bases o consejos que nos ayuden a decir “no” cuando no deseamos algo sin sentirnos culpables?

Un buen comienzo puede ser mostrar interés hacia la otra persona o su propuesta en sí, aunque no la compartamos o, simplemente, no deseemos llevarlo a cabo.

Es recomendable expresar con claridad la razón por la cual no deseamos o no podemos aceptar ese compromiso, y decir lo que pensamos sin miedo a herir o a hacer daño.

No es no y hay una sola manera de decirlo.No.

Sin admiración, ni interrogantes, ni puntos suspensivos.

No se dice de una sola manera.

Es corto, rápido, monocorde, sobrio, escueto.No.

Se dice una sola vez, No.

Con la misma entonación, No.

Como un disco rayado No.

Un No que necesita de una larga caminata o una reflexión en el jardín, no es No.

Un no que necesita explicaciones y justificaciones no es No.

No tiene la brevedad de un segundo.

Es un no, para el otro porque ya fue para uno mismo.

No es No, aquí y en otro país.

No, no deja puertas abiertas ni entrampa con esperanzas, ni puede dejar de ser No, aunque el otro y el mundo se pongan patas para arriba.

No es el último acto de dignidad.

No, es el fin de un libro, sin más capítulos ni segundas partes.

No, no se dice por carta, ni se dice con silencios, ni en voz baja, ni gritando, ni con la cabeza gacha, ni mirando hacia otro lado, ni con símbolos devueltos; ni con pena y menos aún con satisfacción.

No es No, porque No.

Cuando el no es No, se mira a los ojos y el no se descuelga naturalmente de los labios.

La voz del No, no es trémula ni vacilante, ni agresiva, no deja duda alguna.

Ese No, no es una negación del pasado, es una corrección del futuro.

Y sólo quien sabe decir No puede decir sí.

De esta forma evitaremos sentirnos culpables cada vez que no queremos hacer algo.

6 comentarios:

gallega dijo...

LAGRIMAS DE SANGRE EN MUCHAS SITUACIONES PRA DECIR NO,QUERIDA AMIGA!

Anónimo dijo...

En la adolescencia pasa que muchas veces cuesta decir no por temmor a perder la confianza y el afecto de tus pares y uno termina haciendo cosas que no quiere hacer .

BLUE dijo...

YO al contrario soy la mujer de los no ahora..el dolor me hizo deci rmuchos si peor ahora estoy como bloqueada...pero es mas miedo...todo poco a poco..

Unknown dijo...

Gallega amiga!! Es muy dificil decir no, a seres queridos, o poner limites con un no, pero es necesario. Un beso.
Cecilia te sirve de experiencia, te diste cuenta eso es lo importante. Besos!
Blueevangelion paso a paso se logran las cosas,con calma y pasión por lograrlo.Besos que sigas bien.

MM dijo...

Muy bueno, gracias!!!

Unknown dijo...

Groncho que placer tenerlo por estos lados.
Saludos cordiales!!!