Estos vampiros emocionales, depredador emocional, persona toxica; son los que usan y abusan psicológicamente de los amigos, parientes,extraños, controlando situaciones y gente para sus propósitos, estos sujetos toxicos gana fuerza para seguir haciéndolo una y otra vez.
El agresor psíquico suele fijarse en las personas débiles y vulnerables mentalmente, y las elige como víctimas. Lo primero que hace es sugestionar al sujeto con impresiones negativas que minan su seguridad. Pero para que esa fuerza exterior sea efectiva, nosotros tenemos que darle permiso para que su negatividad entre en nuestra mente.
Pero, ¿en qué ocasiones damos autorización a los vampiros para actuar? Simplemente cuando reaccionamos con inseguridad a las observaciones mal intencionadas que nos hace, porque siembra en nosotros la desorientación y, en pocos segundos, hemos comenzado a sentirnos mal por causa de estos comentarios. Por ello, lo mejor es hacer caso omiso a las observaciones aparentemente inofensivas que realizan estos individuos, que mediante un lenguaje suave y tenue, pero cargado de intenciones destructivas para aniquilar nuestra autoestima.
En suma, en cuanto haya una fisura emocional, el agresor psíquico atacará porque nosotros mismos le habremos allanado el camino para absorber nuestra energía. Con ello comienza un proceso de destrucción al que contribuye el ladrón de energía y la propia víctima, que inicia un proceso de autodestrucción al dejar que los comentarios del vampiro emocional le afecten. Nosotros también podemos ser vampiros de nosotros mismos cuando algún ladrón de fuerza vital está cercano.
El vampiro emocional; Es un ladrón de energía suele padecer un comportamiento enfermizo, y se caracterizan por su melancolía y su tendencia a la depresión. Su falta de energía la compensan alimentándose de la vitalidad de otros. Como son incapaces de generar la actitud positiva adecuada para sentirse bien por sí mismos, inconscientemente, para compensar esa deficiencia, buscan víctimas que les alimenten. Así, logran abastecerse robando la energía anímica de los que les rodean.
Tipos de personas toxicas; El que quiere manipular con mentiras, agredir por gusto, humillar a los demás, desvalorizar para sentirse bien con sí mismo, el fanático, el presumido, el competidor, el maniático del control, el crítico acusador, el arrogante el envidioso, el depresivo y melancólico, el narcisista, el violento, el estafador, todos son tipos de personas tóxicas.
Al tóxico se lo neutraliza con amabilidad. Su afán por lastimar con comentarios o actos desagradables resulta estéril si él percibe que carece de efecto. Focalizarse en las cosas positivas que uno tiene en la vida cuando se está cerca de una persona tóxica. Es un ardid efectivo para superar los malos momentos.
A las personas toxicas se las controla quitándoles su poder, escapando de ellas o no permitiéndoles acceso a nuestra intimidad.
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