El término complejo proviene del Psicoanálisis y representa una forma de conducta, de comportarse. Para Freud, cada persona tendría sus complejos en alguna medida. Jung los definía como un conjunto de ideas con una carga emocional muy elevada que nos pauta una forma de ser.
Los complejos de superioridad o de inferioridad son muy populares. Usualmente se señala: "fulano tiene complejo de superioridad" o "esa es una acomplejada". El primero en hablar sobre estos complejos fue Adler quien manifestaba que nuestra misma incapacidad para valernos solos cuando pequeños, desde el nacimiento, nos hace proclives al sentimiento de inferioridad. Cuando este sentimiento se hace permanente y en la adultez surge entonces el "complejo de inferioridad".
Un complejo de inferioridad, en el campo de la psicología y psicoanálisis, es un sentimiento en el cual de un modo u otro una persona se siente de menor valor que los demás. Normalmente es un reflejo mental inconsciente que se proyecta por la imagen distorsionada del yo al ser comparada con las ideas sugestivas que ha obtenido el individuo a lo largo de su vida.
Alfred Adler establece varios tipos de inferioridades y posibles compensaciones:
Inferioridad de órgano: son las inferioridades físicas que se pueden compensar desarrollando otras destrezas, pero no todas las personas son capaces de compensarlo y la sociedad lo aísla.
Inferioridades psicológicas: sucede cuando a una persona le dicen que es tonta, fea o la comparan, y aunque realmente no es así esa persona creerá que si es verdad. La forma de compensarlo podrá ser siendo mejor en otro aspecto aunque se siga sintiendo inferior.
Inferioridad natural de los niños: todos los niños son débiles y desean crecer y ser más grandes y fuertes como se puede observar cuando juegan. Lo superan cuando se hacen mayores.
Si la persona se siente muy agobiada ante alguna inferioridad, desarrollará un complejo de inferioridad, algo bastante grave, ya que se considera una neurosis (enfermedad funcional del sistema nervioso caracterizada principalmente por inestabilidad emocional) que le hará tímido, obediente, cobarde…y buscará a personas que le digan lo que vale para afrontar esa inseguridad, o por el contrario puede que responda con un aparente complejo de superioridad haciendo al resto sentirse mal consigo mismos.
A todos nos gusta saber que somos importantes y que el resto de las personas nos quieren, sobre todo si hemos tenido un mal día o un bajón anímico.
Sin embargo, cuando esas palabras de aliento no llegan o pensamos que los demás no nos quieren, tendemos a pensar que no valemos nada, aunque no haya cosa más lejos de la realidad.
Esto es lo que se conoce como complejo de inferioridad, y ocurre cuando nos valoramos por debajo de lo que verdaderamente somos, exagerando nuestros defectos y no reconociendo nuestras virtudes. Esto dificulta en gran medida que nos relacionemos con otras personas, lo que a su vez crea un círculo vicioso de inseguridad en nosotros mismos y en lo que somos capaces de hacer.
Para superar este complejo, hay algunos consejos que nos pueden ayudar, que permiten que tengan más tolerancia y confianza en nosotros mismos:
• Reconocer las virtudes y los defectos: Para saber quiénes somos realmente debemos identificar nuestros defectos y nuestras virtudes, por ejemplo, haciendo una lista de lo que creemos que perciben los demás (les podemos preguntar a personas de confianza) para saber si ambas visiones coinciden.
• No poner estándares muy altos: Todos tenemos tendencia a compararnos con otros. Pero muchas veces lo hacemos con referentes que no están a nuestro nivel. Por ejemplo, si no hacemos ejercicio ni comemos sanamente no podemos lamentarnos por no tener la figura de un deportista profesional, ya que no estamos en las mismas condiciones físicas ni hacemos nada por conseguirlo.
• Aceptar a los demás: Dicen que la manera en que nos vemos a nosotros mismos es el reflejo de cómo vemos a los demás. Por ello también hay que tener tolerancia para aceptar las cosas que nos molestan de los demás sin juzgarlos tan duramente.
• Depender de nosotros mismos: La madurez emocional pasa por aprender a valorarnos sin depender de lo que piensen los demás. Eso no se logra de la noche a la mañana, pero ejercitando nuestra mente todos los días lo lograremos cuando menos nos demos cuenta. Es cuestión de paciencia y voluntad.
• Reírnos de nosotros mismos: Reír es un buen ejercicio para el cuerpo, la mente y el espíritu y también es la defensa contra los comentarios negativos.
4 comentarios:
creo que tambien existe un complejo de autoestima besos
MUY BUENO EL POST, ENTENDIBLE TODO, GRACIAS TOMSON AMIGA QUERIDA!
Hola Carlos. Si esta relacionado, Cuando una persona tiene problemas de autoestima, o una baja autoestima, esto se traduce en una gran cantidad de problemas en diversos ámbitos de su vida. Una persona con baja autoestima suele sentirse más infeliz y mucho más limitada en cuanto a lo que puede o debe hacer. Las personas con baja autoestima tienen una mayor tendencia a la depresión y a sufrir ante cualquier problema.
Besos Carlos!! Buen finde!!
Gallega hermosa!!! Besos buen finde!!!
TOMSON PERDONAME POR PEDIR TANTO, PUEDES POSTEAR SI LA MENTE PUEDE QUE EL HOMBRE TENGA DOLORES CORPORALES ES HIPOCONDRIA?
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