La pareidolia es un fenómeno psicológico, perceptivo,
no necesariamente patológico consistente
en que un estímulo vago y aleatorio,
habitualmente una imagen es percibida erróneamente como una forma reconocible.
Sólo aparecen cuando nuestro cerebro lo compara con algún pre
concepto que tengamos en mente, o con algún recuerdo. Utilizado en la
exploración psicológica.
Los
humanos somos algo imperfectos, nos cuesta mucho ver formas aleatorias, o escuchar
cosas en otros idiomas sin buscarle un significado, algo para que nuestro
cerebro lo reconozca.
Donde tan
solo hay una mancha, una sombra, una rugosidad nosotros vemos formas, rostros y
todo aquello donde nuestra imaginación llegue. Tendemos asociar la imagen
o sonido con algo. Esto puede explicar muchas cosas.
El ser
humano de todas las épocas ha buscado confirmación de la presencia divina y
muchas veces la encuentra a través de estos fenómenos naturales.
Donde no
hay orden nuestra mente lo instala, ya que nuestro cerebro siempre está
buscando clasificar y ordenar. Y es que cuando percibimos algo, no sólo lo
hacemos objetivamente a través de los ojos, oídos, de esta forma, inconscientemente estamos creando
patrones que nos permitan identificar aquello que observamos y darles un
sentido.
Ejemplos de
la pareidolia son:
Cara de
Marte, la hacen parecer un rostro humano.
Ver animales
o rostros en la forma de las nubes.
Visión de
rostros en las cimas de algunos cerros rocosos
Visión de
rostros en la parte delantera o trasera de un vehículo.
Imágenes
de rostros en aparatos, edificios, etc.
Visión de
personas o siluetas en el pavimento.
Audición
de mensajes reconocibles en grabaciones en idiomas desconocidos o reproducidas
al revés.
Numerosas
figuras religiosas o simplemente humanoides por ejemplo en la luna.
Imágenes
religiosas en objetos cotidianos (árboles, piedras, etc.).
El
término pareidolia, actualmente en
desuso, es el que mejor designa las alteraciones perceptivas en las que, a
partir de un campo real de percepción escasamente estructurado, el individuo
cree percibir algo distinto, mezclando lo percibido con lo fantaseado. En este
sentido es una forma de ilusión o percepción engañosa que se diferencia
claramente de las alucinaciones, seudoalucinaciones, alucinosis o
metamorfopcias (Trastorno visual en
el que los objetos aparecen con una forma o un tamaño distintos al que tienen
en realidad).
La
capacidad de percibir formas y expresiones concretas a partir de estímulos
ambiguos nos juega a veces malas pasadas y nos hace ver y escuchar cosas que no
existen. ¿Pero por qué nuestro cerebro
busca y encuentra algo donde no lo hay?
2 comentarios:
HOLA TOMSON!
HAY TANTO DE ESTO
Si amiga!!!! hay y mucho!!!! Besos!!!
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