martes, 3 de noviembre de 2009

Trastornos obsesivos, compulsivos en la niñez


Cuando hablamos de obsesión nos referimos a cualquier pensamiento o imagen mental que permanece en la conciencia de la persona, de forma repetitiva e indeseada.

La compulsión es la actuación estereotipada de la obsesión que tiene la persona Por ejemplo; si la obsesión está en los gérmenes, la compulsión podría ser lavarse con mucha frecuencia las manos.

En las obsesiones siempre está presente la necesidad de realizar algún ritual; este ritual va siempre acompañado de ansiedad. Si este ritual es interrumpido, desencadena en el niño una crisis de irritabilidad y agresividad. Suelen desaparecer espontáneamente; en algunos persisten, porque son tolerados o incluso favorecidos por el medio familiar, quedando como rasgos de una personalidad obsesiva.

Es poco frecuente observar este trastorno en niños, antes de los 10-12 años.
Es frecuente observar en la familia antecedentes de trastornos obsesivo-compulsivos o un carácter extremadamente obsesivo.

Las obsesiones y compulsiones en niños no se diferencian de las de los adultos; sí son distintas en la forma de presentación.

Las obsesiones más frecuentes suelen ser:
Sobre daños o peligros potenciales.
Acerca de la suciedad, los gérmenes.

Las compulsiones más frecuentes:
Lavado de manos.
Manipulación de objetos.
Rituales al acostarse.

Con frecuencia, los niños que sufren este tipo de trastornos
Tienen un CI superior al de la media
Presentan obsesiones y compulsiones juntas
Tienen sentimientos de culpa
Sus síntomas perturban su entorno.

Hay toda una variación que va desde algunos rasgos obsesivos propios de una personalidad obsesiva, poco tolerante, rígida, superordenada, en algunos sujetos hasta llegar a la neurosis obsesiva cuyo trastorno incapacita al sujeto de forma importante. Esta incapacitación es la que marca la gravedad del trastorno.

Algunos pacientes con este tipo de trastornos obtienen buenos resultados con medicación específica. La evolución varía mucho de un individuo a otro. El éxito del tratamiento estará, una vez más, en un análisis individualizado y profundo del trastorno que presenta, por parte de un especialista infantil.

2 comentarios:

gallega dijo...

DE JOVEN,LA ANSIEDAD ERA MI ENEMIGO,SUDOR EN LAS AMNOS,MAREOS,ME HICE TRATAR Y SE ME FUE!!

gallega dijo...

BUENOS DIAS TOMSON AMIGA QUERIDA!!!