Hay un fingido menosprecio de todas las cosas que, de hecho, los hombres toman más en serio, de todas las cosas más inmediatas. Por ejemplo, se dice sólo se come para vivir, una desvergonzada mentira, como aquella que habla de la procreación como del autentico propósito de toda voluptuosidad. A la inversa, la alta consideración de las cosas más importantes casi nunca es del todo sincera: en estos terrenos, por cierto los sacerdotes y los metafísicos nos han acostumbrado por completo a un uso del lenguaje fingidamente exagerado, aunque no han conseguido persuadir al sentimiento, que a estas cosas más importantes no las toma más en serio que a aquella menospreciadas cosas más inmediatas.
Esta doble hipocresía tiene de todos modos una desgraciada consecuencia, que a las cosas más inmediatas, por ejemplo la comida, la vivienda, los vestidos y las relaciones, las hacemos objeto de permanente, imparcial y general reflexión y modificación, sino que, como eso se considera degradante, alejamos de ellas nuestra seriedad intelectual y artística; de manera que en este punto la costumbre y la frivolidad triunfan fácilmente sobre los desprevenidos, y en especial sobre la juventud inexperta: en tanto que, por otra parte, nuestras continuas infracciones de las más elementales leyes del cuerpo y del espíritu nos llevan a todos, jóvenes y viejos, a una vergonzosa dependencia y esclavitud, -me refiero a esa dependencia superflua en el fondo, de médicos maestros y especialistas del alma, cuya presión todavía continúa gravitando sobre toda la sociedad.
Del caminante y su sombra
Friedrich Nietzsche
Esta doble hipocresía tiene de todos modos una desgraciada consecuencia, que a las cosas más inmediatas, por ejemplo la comida, la vivienda, los vestidos y las relaciones, las hacemos objeto de permanente, imparcial y general reflexión y modificación, sino que, como eso se considera degradante, alejamos de ellas nuestra seriedad intelectual y artística; de manera que en este punto la costumbre y la frivolidad triunfan fácilmente sobre los desprevenidos, y en especial sobre la juventud inexperta: en tanto que, por otra parte, nuestras continuas infracciones de las más elementales leyes del cuerpo y del espíritu nos llevan a todos, jóvenes y viejos, a una vergonzosa dependencia y esclavitud, -me refiero a esa dependencia superflua en el fondo, de médicos maestros y especialistas del alma, cuya presión todavía continúa gravitando sobre toda la sociedad.
Del caminante y su sombra
Friedrich Nietzsche
3 comentarios:
BUENOS DIAS TOMSON AMIGA QUERIDA!!!!
Buenísimo, Tomson!!!!!Besos, Tota.
Nos dejaste atònitas¡
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