lunes, 21 de diciembre de 2009

El Apego


El apego es el lazo emocional que se desarrolla con los padres y que nos proporciona desde que nacemos la seguridad emocional indispensable para el desarrollo de nuestras habilidades psicológicas y sociales.

El apego
en los adultos se caracteriza por miedo a la libertad y es entonces cuando perdemos el poder interior.
Cuando sentimos apego nos volvemos dependientes de una persona, de un evento, de una circunstancia, como una seguridad exterior, no como un punto de apoyo interior.

Todos nos aferramos a algo, pero hay gente que elige ese modo de conectarse con las cosas y las personas para convertirlo en su modo de vida.
A muchos les cuesta tirar cosas por su significado. No pueden tirar libros, cartas, fotografías, estampitas, regalos y todos esos objetos que todos vamos acumulando porque nos da no se qué desprendernos. Otros guardan todo lo demás aunque no tenga significado salvo la probabilidad de necesitar algún día ese desperdicio, como si vivieran en una isla desierta.

El apego muchas veces nos hace perder el poder, porque nos hace perder el punto de apoyo interior y este es autonomía.
La autonomía es la condición fundamental de la personalidad. Solamente cuando somos autónomos, nos aceptamos, nos reconocemos, somos dueños de nuestra vida, poseemos el control.

El apego
es la ilusión de que las cosas son permanentes, es la resistencia al cambio, la negación de la muerte y la no aceptación de que todo termina algún día.
Los objetos nos atan a este mundo contingente y se convierten en pesados bultos para el alma. Son anclas que mantienen la conciencia a nivel del piso y no nos dejan asomar la cabeza para ver el horizonte.
Es verdad que las cosas nos dan seguridad y mejoran nuestra autoestima; como una casa, un auto, un seguro de vida, aunque la vida sea pura incertidumbre.

El apego negativo lo llamamos rechazo o aversión y hace referencia al resentimiento.
El apego no solo es la dependencia de otro, el apego siempre es la dependencia de un sentimiento. Los apegos se dan en el campo emocional.

Una relación es de apego si produce sufrimiento, no hay sufrimiento sin apego. La condición del sufrimiento es el apego.
De tal manera que la mejor manera de unirse es, paradójicamente, liberarse.

La mejor manera de encontrarse es desaparecerse. La mejor manera de no rechazarme es, paradójicamente, aceptarme a uno mismo.
Si yo te necesito a vos para llenar mis vacíos, pobre de vos y de mí, porque te voy a atrapar en una prisión de sentimientos llenos de oscuridad y tristeza.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me cuesta MUCHO tirar las cosas que ya no sirven o darselas a otros ,igual a veces me veo obligada a desprenderme de algunas cosas y mal que mal cedo un poco.

Winter dijo...

Querida tomson...Qué temita!!!

Muchas felicidades y un abrazo afectuoso.

Unknown dijo...

Cecilia, te cuento que te super entiendo, las cosas materiales que uno guarda no son en realidad el problema,apegarse de malos sentimientos, o no alejarse de amores o sentimientos que nos hacen mal, o asfixiar al otro con nuestras inseguridades. Besos Cecilia.
Winter realmente es un tema muy subjetivo...
Besos!!! saludos cordiales!!

gallega dijo...

HOLA TOMSON AMIGA QUERIDA Y LEAL!