martes, 8 de diciembre de 2009

Fatiga Mental


La fatiga mental se desarrolla cuando nuestra ocupación diaria, sea un empleo, las actividades de la casa, o el estudio, requiere de nosotros un esfuerzo superior al que podemos dar. Se da principalmente en ocupaciones sedentarias que necesitan que se les preste mucha atención, gran esfuerzo intelectual, o intensa implicación emocional. Una dieta y rutina poco cuidada también la estimula.

La fatiga mental suele presentar síntomas parecidos a los de la depresión: falta de interés, incapacidad de mantener la atención, trastornos de sueño, mareos, dolores de cabeza, molestias estomacales y de garganta; mientras que el cansancio es agotamiento más que nada físico, y sólo requiere relajación.

En cualquier caso, la solución parece sencilla: necesitamos descansar. Pero es más fácil decirlo que lograrlo. No es cuestión de acostarse y dormir únicamente: necesitamos cambiar ciertos hábitos cotidianos para desterrarla del todo. Empezaremos mejorando y balanceando nuestra dieta, incluyendo colaciones entre comidas para recargar la energía y descartando el café.
Si tenemos tiempo, es importante incluir en nuestra rutina algún tipo de ejercicio físico que despeje nuestra mente: natación o caminatas son los más recomendados. Y en tercer lugar, estableceremos horarios de descanso: es necesario dormir lo que el cuerpo necesita, así que entre semana acostarnos temprano es importante.

También tenemos que variar el enfoque que damos a nuestra actividad, ya sea en nuestro lugar de trabajo, o según nuestro método de estudio, o nuestro orden de tareas. Establezcamos objetivos parciales: no pensemos todo el tiempo en grande, veamos cada árbol del bosque, y así vamos a poder apreciar cada cosa que logramos terminar.
Establezcamos estas pequeñas metas de forma conciente y responsable: si no las cumplimos en los tiempos que pensábamos, podemos terminar perjudicándonos otra vez. También, consideremos la inclusión de pausas programadas; pero de verdadera desconexión de la tarea que venimos haciendo: lo ideal es poder movernos del lugar donde estamos, y si podemos escapar al aire libre, mejor. Un último punto a observar es el ambiente de trabajo, necesitamos un lugar que propicie la concentración y no que requiera un esfuerzo de más para lograrla: es importante que la iluminación sea adecuada, que no haya humo viciando el aire, ni ruidos molestos.

Entonces, si notamos que necesitamos chequear varias veces nuestras acciones, nuestro ritmo de trabajo está más lento y aplazamos las tareas más difíciles porque nos sentimos cansadas, hacer estos pequeños cambios pueden darnos muy buenos resultados. Aunque, por supuesto, si continuamos fatigados, una consulta al médico nos aclarará el panorama.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

falta de interés,incapacidad de mantener la atención,dolores de cabeza,molestias estomacales... sufro de esos sintomas cuando estoy en epocas de finales :(.
Por cierto la cefalea tensional (¿existe eso ?)que vendria a encajar con lo de dolor de cabeza no? Asi me diagnosticaron hace algunos años dicen que es por estres .Igual no la sufro seguido asi que no me preocupa

Winter dijo...

Me parece que es muy difícil hacer un buen diagnóstico, no?

Un saludito, Tomson. Y como siempre, muchas gracias por entradas tan interesantes.

gallega dijo...

LO EMOCIONAL ES TAN FUERTE QUE NO SE CONTROLA UNA ENFERMEDAD ES MAS SEGURO,PERO LA MENTE HUM,,,,,,,,,

Unknown dijo...

Cecilia es un gusto encontrar comentarios tuyos! La cefalea tensional es común en las personas que estudian que tienen trabajos de mucha responsabilidad... besos!!
Winter, por charlas con terapeutas no es hoy el diagnóstico se necesita de muchas sesiones para poder determinar y discriminar entre strés o depresión o fatiga mental. Besos!
Gallega, se controla con tiempo. Besos!!!

gallega dijo...

HOLA TOMSON AMIGA QUERIDA Y LEAL!!!

lidiaazul dijo...

SIEMPRE LEER TUS COMENTARIOS,ES UN PLACER TOMSON,SALUDOS¡

Unknown dijo...

Saludos Lidia!!!
Gallega amiga un beso!!