Por lo general, tendemos a pensar en el estrés como algo desagradable y dañino que nos hace sentir mal. No obstante, existen diversos tipos de estrés. Uno de ellos recibe el nombre de euestrés. Se trata de un estrés positivo que nos hace sentirnos vivos y ver la vida como algo excitante. Por ejemplo, cuando juegas a tu deporte favorito, cuando ves una película de terror que te gusta, cuando te quedas hasta tarde trabajando en un proyecto que deseas realizar y terminar, estás experimentando este tipo de estrés.
El eustrés sucede cuando tenemos retos a los que nos enfrentamos con entusiasmo, cuando luchamos por alcanzar una meta, cuando tenemos una razón para levantarnos por la mañana. Sin todo eso, la vida empieza a parecer vacía y sin sentido.
Para sentirnos vivos necesitamos ese eustrés; sin él, podemos sentirnos tristes, deprimidos e incluso pensar que la vida no tiene ningún sentido. Es un tipo de estrés que nos mantiene felices y sanos.
Lo que determina que un acontecimiento suponga estrés positivo o negativo no sólo depende del acontecimiento en sí mismo, sino también de la percepción que una persona tenga de él. Si tu jefe te encomienda una tarea nueva, puedes verlo como un reto, o puedes verlo como una amenaza. Si lo ves como una amenaza, pensarás que es muy difícil, que no tienes la capacidad para hacerlo, que no sabrás, que quedarás mal ante tu jefe... Es decir, estarás experimentando un estrés negativo. En cambio, si lo ves como un reto, pensarás que vas a salir de la rutina habitual, que puede ser una oportunidad para quedar bien ante tu jefe, que tendrás que informarte porque no tienes claro cómo hacerlo, pero que enseguida encontrarás el modo porque confías en tu capacidad para solucionar problemas... Por tanto, estarás experimentando un estrés positivo o eustrés, mucho más saludable que el estrés negativo. Y sólo de vos depende ver las cosas de un modo u otro.
El eustrés es un estrés con connotaciones positivas para la salud y se considera una forma básica de motivación. El distrés es el estrés con connotaciones negativas para la salud y puede conducir a disfunciones, diferentes trastornos, enfermedades y muerte. Teniendo en cuenta sus efectos en los ejes emocional, biológico, psicológico y conductual, podemos distinguir adecuadamente entre estos dos tipos de estrés.
El eustrés presenta:
Desde el punto de vista de las consecuencias emocionales: alegría, felicidad y activación óptima.
El eustrés sucede cuando tenemos retos a los que nos enfrentamos con entusiasmo, cuando luchamos por alcanzar una meta, cuando tenemos una razón para levantarnos por la mañana. Sin todo eso, la vida empieza a parecer vacía y sin sentido.
Para sentirnos vivos necesitamos ese eustrés; sin él, podemos sentirnos tristes, deprimidos e incluso pensar que la vida no tiene ningún sentido. Es un tipo de estrés que nos mantiene felices y sanos.
Lo que determina que un acontecimiento suponga estrés positivo o negativo no sólo depende del acontecimiento en sí mismo, sino también de la percepción que una persona tenga de él. Si tu jefe te encomienda una tarea nueva, puedes verlo como un reto, o puedes verlo como una amenaza. Si lo ves como una amenaza, pensarás que es muy difícil, que no tienes la capacidad para hacerlo, que no sabrás, que quedarás mal ante tu jefe... Es decir, estarás experimentando un estrés negativo. En cambio, si lo ves como un reto, pensarás que vas a salir de la rutina habitual, que puede ser una oportunidad para quedar bien ante tu jefe, que tendrás que informarte porque no tienes claro cómo hacerlo, pero que enseguida encontrarás el modo porque confías en tu capacidad para solucionar problemas... Por tanto, estarás experimentando un estrés positivo o eustrés, mucho más saludable que el estrés negativo. Y sólo de vos depende ver las cosas de un modo u otro.
El eustrés es un estrés con connotaciones positivas para la salud y se considera una forma básica de motivación. El distrés es el estrés con connotaciones negativas para la salud y puede conducir a disfunciones, diferentes trastornos, enfermedades y muerte. Teniendo en cuenta sus efectos en los ejes emocional, biológico, psicológico y conductual, podemos distinguir adecuadamente entre estos dos tipos de estrés.
El eustrés presenta:
Desde el punto de vista de las consecuencias emocionales: alegría, felicidad y activación óptima.
Desde el punto de vista de las consecuencias biológicas: favorece el fortalecimiento del sistema inmunitario, permitiendo un mayor autocontrol de la activación cardiovascular.
Desde el punto de vista de sus consecuencias psicológicas: incrementa la autoconfianza y la autoestima. Permite una mayor percepción del control. Otorga expectativas más realistas sobre el logro de metas. Permite sostener relaciones interpersonales más firmes y fluidas, con una mayor percepción del apoyo social disponible. Aumenta la capacidad de desconexión, evitando la sobrecarga.
Desde el punto de vista conductual: favorece un mayor incremento en la motivación hacia hábitos saludables, mejorando la calidad de vida. En el caso de presencia de enfermedad, existe una mayor adherencia y seguimiento de los tratamientos médicos. Se facilita el diálogo y la capacidad de negociación.
1 comentario:
Hola Tomson!!!
Hoy traje mi neurona, le podrías poner unas gotitas de eustrés, digo para hacer rectificación y balanceo...
Muy interesante, para mi es una palabra nueva aunque no tanto el concepto, escuché hablar de la descarga de adrenalina en cómodas cuotas como algo positivo, pero ya cuando pasa a ser un torrente eso mismo te juega en contra... hablamos de lo mismo?
Cariños y beso para Clarita... lo recibe no?
MLP
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