Mojar el dedo índice con saliva para ojear el periódico, mirar debajo de la cama antes de acostarse, hacer sonar con frecuencia los huesos de las manos, revolver el café exactamente cinco veces antes de tomárselo y proponerse no pisar las líneas que separan las baldosas, son algunas de las manías, mañas, rarezas o rituales, en los cuales incurren los seres humanos.
La lista de estos impulsos habituales resulta interminable debido a que, según los especialistas, muchos de ellos son generados por ansiedad o como un rasgo propio de quienes tienen la tendencia a ser obsesivos.
En menor medida las manías también pueden ser el resultado de la influencia social y familiar, lo que no se puede llegar a afirmar es que sea un comportamiento que se herede o adquiera genéticamente.
Una de las mas comunes de la gente son lavarse las manos constantemente, ubicar los objetos de manera simétrica, comerse las uñas, hacer muecas o jugar frecuentemente con el cabello, no se puede desconocer que las personas también desarrollan costumbres que a simple vista pueden resultar extrañas o incluso absurdas.
Como estos impulsos habituales tienen estrecha relación con el orden, la limpieza, la seguridad, el tiempo y en general cualquier aspecto de la cotidianeidad del ser humano, es de suponer que todas las acciones que de manera exagerada se realicen, resultan susceptibles de convertirse en mañas.
Lo peligroso de estos comportamientos, según los especialistas es que los individuos pueden llegar a perder el control sobre esos impulsos obsesivos y por lo tanto, estos pueden afectar sus áreas laboral, económica, familiar y social.
Cuando eso sucede, se puede afirmar que ese comportamiento dejo de ser una simple manía y empezó a afectar la salud mental de la persona. Es decir, desde ese instante se le puede considerar un trastorno patológico.
Eso es lo que sucede con los mitómanos (quienes tienen la manía de mentir), los cleptómanos (quienes tienen la manía de robar), los pirómanos (quienes tienen la manía de generar incendios), o los ninfomanos (quienes tienen una conducta sexual compulsiva), entre otras.
La diferencia entre tic y manía:
Los tic son movimientos o vocalizaciones involuntarias o repetitivas no controladas en estados de ansiedad, que desde el punto de vista medico pueden corresponder a una contracción de los músculos.
Un tic es una respuesta fisiológica del cuerpo ante una situación de constreñimiento de algún centro nervioso. El tic es eminentemente físico mientras que la manía es ante todo psicológica, lo que pasa es que una tiene repercusión en la otra.
Ejemplos de tic son: carraspear, hacer chasquidos con la lengua o el parpadeo involuntario.
Las manías pueden controlarse y combatirse mediante tratamiento psicoterapéutico, ya que de esta forma se puede descubrir el factor que ocasiona la ansiedad o la angustia y la forma ideal o lógica como la persona debería abordar en adelante esa situación que le genera la maña.
La lista de estos impulsos habituales resulta interminable debido a que, según los especialistas, muchos de ellos son generados por ansiedad o como un rasgo propio de quienes tienen la tendencia a ser obsesivos.
En menor medida las manías también pueden ser el resultado de la influencia social y familiar, lo que no se puede llegar a afirmar es que sea un comportamiento que se herede o adquiera genéticamente.
Una de las mas comunes de la gente son lavarse las manos constantemente, ubicar los objetos de manera simétrica, comerse las uñas, hacer muecas o jugar frecuentemente con el cabello, no se puede desconocer que las personas también desarrollan costumbres que a simple vista pueden resultar extrañas o incluso absurdas.
Como estos impulsos habituales tienen estrecha relación con el orden, la limpieza, la seguridad, el tiempo y en general cualquier aspecto de la cotidianeidad del ser humano, es de suponer que todas las acciones que de manera exagerada se realicen, resultan susceptibles de convertirse en mañas.
Lo peligroso de estos comportamientos, según los especialistas es que los individuos pueden llegar a perder el control sobre esos impulsos obsesivos y por lo tanto, estos pueden afectar sus áreas laboral, económica, familiar y social.
Cuando eso sucede, se puede afirmar que ese comportamiento dejo de ser una simple manía y empezó a afectar la salud mental de la persona. Es decir, desde ese instante se le puede considerar un trastorno patológico.
Eso es lo que sucede con los mitómanos (quienes tienen la manía de mentir), los cleptómanos (quienes tienen la manía de robar), los pirómanos (quienes tienen la manía de generar incendios), o los ninfomanos (quienes tienen una conducta sexual compulsiva), entre otras.
La diferencia entre tic y manía:
Los tic son movimientos o vocalizaciones involuntarias o repetitivas no controladas en estados de ansiedad, que desde el punto de vista medico pueden corresponder a una contracción de los músculos.
Un tic es una respuesta fisiológica del cuerpo ante una situación de constreñimiento de algún centro nervioso. El tic es eminentemente físico mientras que la manía es ante todo psicológica, lo que pasa es que una tiene repercusión en la otra.
Ejemplos de tic son: carraspear, hacer chasquidos con la lengua o el parpadeo involuntario.
Las manías pueden controlarse y combatirse mediante tratamiento psicoterapéutico, ya que de esta forma se puede descubrir el factor que ocasiona la ansiedad o la angustia y la forma ideal o lógica como la persona debería abordar en adelante esa situación que le genera la maña.
4 comentarios:
Muy interesante, Tomson!!!Lo jodido es cuando se te vuelve TOC un ritual, no??? Sigo con gripe A, un verdadero embole!!! Besotes, gracias x tus notas, Tota.
TOTA AMIGA QUE TE PONGAS BIEN!!!!!
Gracias Gallega!!!! Buen finde!!!!!Tota.
Hola Tota te deseo una pronta recuperacion!
Si Tota cuando pasa a ser un problema patologico, incontrolable que afecta tu vida social.
Besos Tota y cuidate!
Besitos Gallega!!
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