jueves, 9 de julio de 2009

Síndrome de burnout


El síndrome de “burnout”, también llamado síndrome de “estar quemado” o de desgaste profesional, se considera como la fase avanzada del estrés profesional, y se produce cuando se desequilibran las expectativas en el ámbito profesional y la realidad del trabajo diario.

Este síndrome es un mal invisible que afecta y repercute directamente en la calidad de vida, como un síndrome de agotamiento profesional, despersonalización y baja realización personal, que puede ocurrir entre los individuos que trabajan con personas.

La forma de manifestarse: se presenta bajo unos síntomas específicos y estos son los más habituales:
Psicosomáticos: fatiga crónica, trastornos del sueño, úlceras y desordenes gástricos, tensión muscular.
De conducta: absentismo laboral, adicciones (tabaco, alcohol, drogas)
Emocionales: irritabilidad, incapacidad de concentración, distanciamiento afectivo.
Laborales: menor capacidad en el trabajo, acciones hostiles, conflictos.

Existe un grupo de personas que sintomáticamente puede padecer esta enfermedad, estos son los profesionales con contacto con personas, como el personal sanitario, de la enseñanza, asistentes sociales, etc. son los profesionales de ayuda.

Las evidencias que afectan al individuo en el inicio de la aparición de esta enfermedad, se reconocen en varias etapas y son:
Exceso de trabajo
Sobreesfuerzo que lleva a estados de ansiedad y fatiga
Desmoralización y pérdida de ilusión
Pérdida de vocación, decepción de los valores hacia los superiores.

Para su medición el método más utilizado es el Inventario Burnout de Maslach, que está formado por 21 ítems, en los que se valoran, el cansancio emocional, la despersonalización y la realización personal.

Diversos estudios nos indican que cuanto mayor grado de control tienen las organizaciones, más aumenta la desmotivación que les puede llevar a casos de burnout. Por lo que para intentar que no aparezca este síndrome, las empresas deberían de adoptar las siguientes estructuras:
Horizontal
Descentralizada
Con mayor grado de independencia
Promociones interna justas
Flexibilidad horaria
Apoyo a la formación

Debemos trabajar para que esta enfermedad aparezca lo menos posible en nuestras empresas y así no se convierta en una de las enfermedades profesionales del siglo XXI.

4 comentarios:

gallega dijo...

BUENOS DIAS TOMSON AMIGA QUERIDA,LA DOCTORA ME DIJO QUE TENGO STREES,VEO YO QUE SERIA DEL PRIMER EJEMPLO!!

Betty dijo...

siempre que vengo a leerte, aprendo algo, mira vos con este síndrome, no sabía que existía y sin saberlo...lo viví con un familiar muy cercano, pobrecito...por querer cumplir con su trabajo, y por no saber frenar a tiempo a un jefe casi te diría tirano, se enfermó y mucho... por suerte pudo superarlo, pero le dejó, y nos dejó a toda la familia una buena enseñanza, nada hay mas importante que nuestra salud, eso primero, lo demás viene después...

Unknown dijo...

Hola Gallega! con ayuda vas a salir adelante,busca ayuda con un terapeuta, el estrés pega donde mas duele. Saludos un beso grande y cuidate!!!!
Betty sin dudas que primero esta nuestra salud, pero en los tiempos que corren nos olvidamos y le damos para adelante y cuando nos damos cuenta ya estamos enfermos.
Te mando un beso y buen finde!!!!

Anónimo dijo...

Este verano mi marido sufrió el síndrome de Meniere, no sé si se escribe así, y fué x stress laboral ( demasiada autoexigencia). Se asustó, pero lentamente está enloqueciendo de nuevo, y yo trato de bajarlo a la tierra lo + q puedo... Chau!!! Tota.