miércoles, 29 de julio de 2009

Trastorno fronterizo de la personalidad


Causas, incidencia y factores de riesgo:
Los trastornos de personalidad son patrones de comportamiento crónico que deterioran las relaciones interpersonales y laborales. La causa exacta del trastorno límite de la personalidad se desconoce. La persona que padece este trastorno se comporta de manera impulsiva en áreas que tienen un potencial de autodestrucción, como el consumo de drogas, el alcoholismo y otros comportamientos de riesgo.
Entre los factores de riesgo están los problemas de abandono en la niñez o en la adolescencia, el abuso sexual, la vida familiar disociada y la falta de comunicación entre los miembros de la familia. Este trastorno de la personalidad tiende a ocurrir más a menudo en las mujeres y en pacientes psiquiátricos hospitalizados.

Síntomas:
Las relaciones con otras personas son intensas e inestables, oscilando bruscamente de amor a odio y de nuevo amor. Las personas con trastorno límite de la personalidad hacen esfuerzos frenéticos para evitar el abandono real o imaginario.

Las personas con este trastorno pueden también presentar dudas acerca de su identidad o imagen propia y tienden a ver las cosas en términos extremos, o todo es bueno o todo es malo. Estas personas igualmente se ven a sí mismas como víctimas de las circunstancias y su nivel de responsabilidad por ellos mismos o por sus problemas es bajo.

Otros síntomas incluyen:
Manifestaciones frecuentes de irritabilidad inapropiada
Actos recurrentes de crisis como hacerse cortes en las muñecas, tomar sobredosis o automutilarse
Sentimientos de vacío y aburrimiento
Intolerancia a la soledad
Impulsividad con el dinero, el consumo de sustancias, las relaciones sexuales, el apetito desenfrenado y el hurto en tiendas.

Signos y exámenes:
Los trastornos de personalidad se diagnostican sobre la base de una evaluación sicológica, al igual que los antecedentes y severidad de los síntomas.

Tratamiento:
La conducta autodestructiva se puede modificar en ambientes terapéuticos y sociales, como en las terapias de grupo. El refuerzo de un comportamiento adecuado por parte de los compañeros puede ser más positivo que la asesoría individual porque las dificultades con las figuras de autoridad a menudo impiden el aprendizaje en tales situaciones. Además, la terapia de grupo puede ayudar a modificar conductas impulsivas específicas.
Los medicamentos pueden ayudar a nivelar los altibajos en el estado de ánimo y tratar la depresión y otros trastornos que pueden acompañar esta condición.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante entrada. Sólo comentar que, a parte de la terapia de grupo, existe una terapia llamada terapia dialectico-conductual (TDC) que está obteniendo muy buenos resultados para tratar este trastorno.

Un grupo de afectados por este trastorno hemos creado un lugar de encuentro para contar nuestras experiencias. Os invitamos a que os paseis: Foro Emociones TLP

Muchas gracias y un saludo.