viernes, 16 de julio de 2010

Filosofia


Nosotros podríamos aprender mucho de los lápices de colores; algunos están afilados, todos son bonitos, otros son opacos, hay quienes tienen nombres extraños y todos son de diferentes colores... pero todos ellos coexisten de buena manera en una misma caja.

No dejes nunca que nadie te diga que no puedes hacer algo… Si tienes un sueño ve por el.

El pensamiento no es más que un relámpago en medio de una larga noche. Pero ese relámpago lo es todo. Henri Poincaré

Probamos por medio de la lógica, pero descubrimos por medio de la intuición. Henri Poincaré

Los artistas piensan según las palabras y, los filósofos, según las ideas.
Albert Camus

Stendhal
dijo: "La belleza es una promesa de felicidad". Platón decía que el alma humana, a través del amor a la belleza, se eleva desde sus carencias e imperfecciones hasta la plenitud de la verdad y del bien: por eso la belleza y el amor serán los primeros temas de la filosofía. Esto es posible, de entrada, porque el sentir humano es un sentir estético. La estética es la reflexión sobre la capacidad humana de sentir la belleza, que en su origen es siempre percibida por los sentidos, es "la teoría de la sensibilidad", según Baumgarten. Su estudio se aborda desde diferentes ángulos porque la belleza presenta varias caras. Encontramos la belleza en lo natural: en un paisaje; en lo artificial: un edificio; en el cuerpo humano, incluso encontramos bellas ciertas actuaciones humanas: el perdón, la solidaridad...

"Nacer y morir son los términos inviolables de la vida; ella nos dice con voz firme que lo normal no es nacer ni morir en la plenitud de nuestras funciones. Nacemos para crecer; envejecemos para morir. Todo lo que la naturaleza nos ofrece para el crecimiento, nos lo substrae preparando la muerte".... José Ingenieros.

La amabilidad es como una almohadilla, que aunque no tenga nada por dentro, por lo menos amortigua los embates de la vida. Schopenhauer.

La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestran cuanto se aburren.
Schopenhauer.

Nosotros, moradores o, por lo menos, huéspedes de paso de numerosas regiones del espíritu; nosotros que hemos sabido siempre evadirnos de los rincones oscuros y regalados dónde el amor o el odio preconcebidos, la juventud, el origen, el azar de los hombres o de los libros, o incluso el cansancio de las peregrinaciones parecían querer retenernos; llenos de malicia frente a las seducciones de la servidumbre que se ocultan en los honores, el dinero, las funciones públicas o los arrebatos de los sentido; agradecidos incluso a la desgracia y a las enfermedades porque nos han liberado siempre de alguna regla y del 'prejuicio' ligado a ella; agradecidos a Dios, al diablo, a la oveja y a la lombriz que hay en nosotros; curiosos hasta el vicio, investigadores hasta la crueldad, prestos a asir a manos llenas lo que repugna a los demás, capaces de digerir lo que hay de más indigesto, aptos para todos los oficios que exigen sagacidad y sentidos aguzados, dispuestos a todos los peligros gracias a un exceso de 'libre arbitrio'; poseyendo almas diversas, en la fachada, y en el patio posterior, cuyas últimas invenciones nadie penetra fácilmente; ricos en primeros planos y en segundas intenciones que nadie escruta hasta el fondo; ocultos en un manto de luz, conquistadores bajo nuestros aires de herederos y disipadores, ocupados en clasificar, en coleccionar hechos desde la mañana a la noche, avaros de nuestra riqueza y de nuestros cajones atiborrados, diestros para saber lo que hay que aprender y lo que hay que olvidar, inventores de esquemas, a veces orgullosos de nuestras tablas de categorías, a veces pedantes, a veces búhos laboriosos incluso en pleno día y, cuando es precios espantapájaros (y hoy hay que serlo, al menos en la medida que somos amigos de la soledad, amigos innatos, jurados, de nuestra propia y profunda soledad, la de medianoche y la de mediodía): he aquí la especie de hombres que somos, espíritus libres..., y quizá seáis vosotros un poco semejante a nosotros, vosotros a quienes veo llegar, vosotros, los nuevos filósofos. Fragmento de Nietzsche.

1 comentario:

gallega dijo...

QUE HERMOSOS DICHOSSSSSSSSS!! ME GUSTAN MUHCO!