domingo, 25 de julio de 2010

Trastorno obsesivo compulsivo


Las obsesiones son un problema común y cotidiano. Quien no se ha sentido con un pensamiento que le atormente, en ocasiones injustificadas y en otras de forma justificada. No obstante, esos pensamientos tormentosos llegan a resultar verdaderamente un problema limitante, generador de mucha ansiedad e incluso el desencadenante de depresiones.

En términos de psicología, las personas a quienes sus obsesiones se convierten en un trastorno psicológico, se les dice que sufren "TOC" (Trastorno Obsesivo Compulsivo). Se caracterizan por sufrir esos pensamientos tortuosos y generadores de ansiedad de forma muy recurrente, así como por realizar determinadas conductas, denominadas rituales con las que ahuyentan a sus temores temporal y levemente.

Las obsesiones se podrían definir como ideas, pensamientos, imágenes o impulsos persistentes que se experimentan al menos inicialmente como invasores. Ejemplos de obsesiones serían pensamientos repetitivos y persistentes acerca de determinados objetos; temor a, manija de puertas, teléfonos público, los asientos de un micro o taxi, etc. Pensar que las personas están contaminados o sucios y van a transmitirnos la contaminación; imágenes repentinas acerca de la posibilidad de hacernos daño, por ejemplo, saltando a las vías de un tren en el momento en que éste circula, o arrojándonos por una ventana o de hacérselo a los demás, aunque sería incapaz de hacerlo; dudas persistentes acerca de si habré dicho algo sin darme cuenta, si habré cerrado la puerta de casa, o el gas, o desconectado la plancha; ideas absurdas y sin sentido, si oigo una noticia mala o, mi hijo tendrá un accidente, etc. Las personas pueden saber muy bien que sus obsesiones no tienen sentido, y la mayoría han intentado resistirse a ellas de algún modo. Sin embargo, tales intentos suelen resultar infructuosos y la persona siente que difícilmente puede deshacerse de ellas.

Las compulsiones serían conductas o pensamientos que se efectúan de manera repetitiva y de acuerdo con determinadas reglas, como respuesta a una obsesión. Por ejemplo, lavarse las manos repetidas veces al día, con considerable cantidad de jabón o incluso desinfectantes, y siguiendo un orden determinado; repetirse mentalmente algunas frases para invocar el peligro o pensar en cosas buenas; comprobar varias veces las cerraduras, el gas o la plancha; poner los objetos del escritorio, el cajón o el estante en un determinado orden, etc. La compulsión también llamada ritual es precedida por una sensación de urgencia compulsiva y, en general, como en las obsesiones, se acompaña de un deseo de resistirse a ella.
También como en el caso de las obsesiones, estos intentos no suelen tener éxito.

Este problema puede llegar a interferir seriamente en distintas áreas de la vida de la persona: en sus relaciones con los demás, en su rendimiento académico o laboral, en sus actividades de ocio, etc. Por ejemplo, imponiendo estrictas reglas de limpieza en casa; acumulando durante mucho tiempo revistas y periódicos viejos, o facturas porque piensa que algún día podría necesitarlos; empleando mucho tiempo en revisar si un documento está bien escrito; llevando sus propios cubiertos a los restaurantes, etc.

Hasta mediados de los años 60 se consideró que el trastorno obsesivo-compulsivo era un problema muy resistente al tratamiento. En la actualidad, se cuenta con técnicas y estrategias terapéuticas que han demostrado su eficacia en el tratamiento de los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo.

Si crees que presentas este problema, acude a un profesional que te asesorará para que puedas recibir tratamiento.
Besos Gallega!!!!

2 comentarios:

gallega dijo...

GRACIAS TOMSON MUY CLARITO!!!

Anónimo dijo...

Encima me parece que es un trastorno que lo padece mucha gente!!!
No se comprende bien que los pensamientos te puedan invadir... supuestamente uno elige qué pensar, no?
Que compleja que es la mente Tomson, en qué berenjenal te metiste, qué atrevida!!! jajaj
MLP